Punto final para bodegón rosarino con 100 años de historia 

Tras 100 años de historia, el tradicional restaurante El Ancla bajó la persiana en la esquina de Maipú y San Juan. Debido a “problemas personales y la situación económica del país”, sus actuales dueños ofrecen el negocio llave en mano para quien quiera continuar con el histórico bodegón. Se trata de un café y restaurante de larga data, fundado en 1924 como almacén y que de aquel entonces a esta parte pasó por varias manos. Cuentan los memoriosos que hasta el mismísimo Carlos Gardel cenó en el restaurante cuando se hospedaba en el viejo Hotel Italia (hoy sede de la UNR) -ubicado a pocos metros- en una visita que realizó por Rosario.

Hace 20 años, Graciela y Roberto Marín tomaron las riendas del negocio pero después de madurar un largo tiempo la decisión este martes 25 de junio, El Ancla sirvió sus generosos platos por última vez. “Mis padres se fueron poniendo grandes y ya están cansados de lidiar con un negocio que requiere mucho tiempo y energía. Por eso, y teniendo en cuenta la crisis que estamos viviendo hoy, nos pareció lógico ponerle un fin al restaurante”, dijo a Punto biz Esteban Marín, hijo del matrimonio que administró el mítico local. 

Ahora, la familia, que tiene 40 años de trayectoria en gastronomía regentando distintos bares de la ciudad, ofrece el fondo de comercio (que incluye mobiliario, cocina y demás) a quien quiera seguir adelante con el restaurante. En tanto, el propietario del local analizará en las próximas semanas el destino de la esquina y no ve con malos ojos la continuidad de una propuesta gastronómica con un nuevo contrato de largo plazo. Tampoco está descartada la venta del inmueble y que todo termine en un desarrollo inmobiliario.

“Lo ideal sería que aparezca un interesado en comprar el fondo de comercio porque la zona es buena, y el comedor es muy reconocido en la ciudad. El tema es que yo solo no puedo atenderlo ya que es un trabajo que demanda mucho tiempo”, se sinceró Esteban Marin, quien le puso el hombro a la atención del restaurante en los últimos años. El hijo del matrimonio que en junio de 2004 empezó a operar El Ancla, reconoció que la crisis del consumo impactó fuerte en la clientela que se vio reducida producto del recorte de gastos de la clase media. 

Un bar entre los notables

El Ancla, de calle Maipú 1001, fue recientemente incluido en el catálogo de bares y bodegones notables de la ciudad de Rosario. La presentación se llevó a cabo hace un mes en el tradicional Bar El Cairo, y destaca los locales gastronómicos de gran trayectoria e impronta propia en la ciudad.

La iniciativa “está inspirada en los bares históricos de Buenos Aires. En Rosario no teníamos ese catálogo de bodegones y me pareció interesante hacer un trabajo en ese sentido”, dijo Anahí Schibelbein, la concejala radical autora del proyecto aprobado por unanimidad en el Concejo Municipal el lunes pasado.

El catálogo consta de 29 locales gastronómicos que cumplen con los siguientes criterios: un mínimo 30 años de vigencia en la ciudad, tener una identidad y reconocimiento por los barrios donde están anclados y que hayan pasado por sus instalaciones personajes referentes de la cultura. Ahora habrá que ver si algún gastronómico sale al rescate de El Ancla para continuar su legado o bien aquel listado tendrá un renglón menos.