Proyecciones de recaudación les inclinan la cancha a los gobernadores

Por Cristian A. Módolo (*)

Días pasados se conoció el anuncio oficial del superávit fiscal financiero correspondiente al mes de enero de 2024, el primero de la gestión del nuevo gobierno. El resultado financiero incluye el pago de intereses a diferencia del resultado primario que los excluye. La divulgación fue acompañada por la noticia de haber sido logrado tras doce años de intentos, es decir, que desde 2012 no se había alcanzado un resultado positivo de las cuentas federales. En este caso es preciso señalar que, de los últimos 10 años, seis meses de enero -los de 2013, 2014, 2016, 2017, 2018, 2019 y 2021- tuvieron superávit primario, aunque no financiero. Por lo que se trata de un logro bastante ajustado.

Paralelamente, en las últimas semanas se fueron multiplicando el número de controversias, intenciones de treguas (pactos)  y conflictos con los gobernadores cuyos reclamos contrastan con la alegría de la Casa Rosada. Tal contraste merece cierta atención, puesto que, todo parece indicar que dichas circunstancias, en un futuro cercano, se irán incrementando.  

La combinación de anuncios desde la asunción del presidente Milei, recién comienzan a asomarse en los resultados fiscales nacionales pero sólo por el lado del gasto. ¡¡No por el de los recursos!!

En efecto, los números fiscales y planillas que circulan en los despachos oficiales se construyen con datos actualizados que se corresponden a tributos cuyos momentos de realización poseen una distancia temporal de varias semanas entre su materialización y su publicación.  Así, por ejemplo, la recaudación del IVA que figura en los cuadros de enero con $ 2.85 billones, responden a operaciones que fueron realizadas a lo largo del mes de noviembre de 2023 y el sistema estadístico los expone con semanas de retrasos. No es automático. Si bien, este lapso temporal es normal y habitual en las estadísticas tributarias, la registración lleva a pensar que su maduración corresponde al presente. Y no es así.

En otro orden, resulta conocido que los tributos no tienen el mismo destino. Existen tributos que se dirigen exclusivamente a financiar la Seguridad Social -como los Aportes y Contribuciones patronales, otros, exclusivamente al Tesoro Nacional (como los Derechos de Exportaciones e Importaciones) y otros, en cambio, comparten destinos: al tesoro de las provincias, al tesoro nacional y a la Seguridad Social (los llamados coparticipables).

Al analizar los números tributarios publicados de los meses de diciembre de 2023 y enero de 2024, a valores constantes, es decir, considerando los efectos de la inflación, se puede observar que la recaudación de algunos impuestos como el caso de ganancias, créditos y débitos bancarios presentan caídas significativas, a diferencia de otros que presentan subas importantes tales como los derechos de exportación e importación. En tanto, los tributos a la Seguridad Social y al IVA tuvieron subas no significativas en el comparativo, tal como puede observarse en el cuadro adjunto.

Recaudación tributaria

Ahora bien, al considerar el destino de la recaudación se aprecia una leve pero continua dispersión entre los fondos a favor del Tesoro Nacional.

Esta circunstancia se encuentra frente a datos que todavía no tienen incorporados la totalidad de los cambios de precios relativos acaecidos a partir del 13 de diciembre, con lo que puede inferirse que los efectos de la modificación de la 4a categoría de ganancias y el freno de la actividad -que presionan a la baja- se enfrentaran a la abrupta suba de la  inflación, la devaluación del peso y la suba de la alícuotas del impuesto País -que tenderán a hacer crecer la recaudación-. La combinación de ambas fuerzas, preanuncian un desenlace favorable a los primeros, que aunque evolucionará en retroceso,  tendrán como preferencia al Tesoro Nacional en desmedro de los tesoros provinciales. 

Recaudación tributaria clasificada por tipo de destino  

La brecha se ampliará y con ello los conflictos al interior de cada provincia. El esquema impositivo juega a favor de la Nación. Al impacto negativo de la recaudación propia se le sumará la reducción de los fondos coparticipables. Los tiempos de cambio llegaron para quedarse.

(*) Profesor de la UBA y UNR; ex subsecretario de Ingresos Públicos de la Nación