Por qué el nuevo complejo de cines Las Tipas será único en Latinoamérica

Un nuevo complejo multisala de cines abrirá en Rosario en la segunda quincena de diciembre. Se llamará Las Tipas Cinemas, estará ubicado en el shopping Paso del Bosque (Circunvalación y Sorrento) y, según sus dueños, será único en Latinoamérica.

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 por FM Meridiano 107.1), Paulo Brunone, uno de los titulares del cine, dio detalles del proceso y de la apertura. 

- Se les hizo cuesta arriba terminar de equipar el cine, pero esto ya está casi todo resuelto, ¿no?

- Sí, fue muy dura toda la obra. Nosotros ingresamos al proyecto hace dos años, donde se diagramó todo este complejo de cines y paralelamente vino toda la pericia de ingeniería para poder importar, estamos hablando del año pasado. Este año todo el equipamiento necesario para las salas, hoy en día solamente nos faltan llevar las butacas que vienen de Colombia, vienen por el Pacífico y hemos tenido una demora no solamente en lo que los giros de la divisa hace seis meses, donde era muy difícil poder girar divisas al exterior, sino también tuvimos demoras lógicas en fábrica y en el transporte. Pero están llegando la semana que viene a Chile y las traemos por camión, son siete contenedores hasta Rosario. 

- Pusieron fecha de apertura para el 17 de diciembre, ¿dan los tiempos? 

- La fecha es tentativa, porque traer siete contenedores, siete camiones del puerto de San Antonio de Chile hasta Rosario tiene su complejidad y puede haber en el medio algún problema, pero si todo sale medianamente bien, el 17 tentativamente podremos inaugurar oficialmente las salas. 

- Es un complejo que tiene mucha tecnología, ¿no?

- Con toda humildad, es único, por lo menos en Sudamérica. Es premium, no tiene butacas tradicionales de cine, son sillones compactos. Todo el complejo va a contar con este tipo de butacas. También va a tener tres salas 4D. En total hay 200 butacas disponibles, que también lo hace único por la cantidad en un solo complejo. Tenemos la disponibilidad y la versatilidad, al estar en distintas salas, de poder contar con hasta seis películas en 4D en simultáneo.

Se estrena una película como Deadpool, y venimos con películas como Intensamente o Minion, que tienen su público para el 4D, y Deadpool, en el caso de tener una sola sala, destronaría a las otras películas y dejaría sin la posibilidad de que el público acceda a ese título en 4D. De esta manera podemos mantener en cartelera más títulos durante más tiempo, que es una de las particularidades.

La otra es la primera sala Atmos 100% Dolby, por lo menos de Argentina. Todo el equipamiento es Dolby, y eso está certificado por Dolby, la semana que viene vienen de sus laboratorios a certificar la sala, ecualizarla y demás. Y es la única del centro de la Argentina hasta el norte, la mayoría de las salas Atmos están confinadas en Capital Federal, alrededores de La Plata, Neuquén, y no hay muchas más dando vuelta en Argentina, porque bueno, tienen ciertas características.

Las pantallas son grandes, esta pantalla tiene 20 metros de ancho por 12 metros de alto, y sonido Atmos que tiene la particularidad de que aproximadamente 62 canales suenan en simultáneo, y cada parlante es un canal exclusivo. No está clonada, como todos los cines, el 99% de los cines en Argentina utiliza el sistema Dolby Digital, que es 7.1, que es muy bueno por supuesto. Pero el Atmos es un paso arriba. Y eso nos permite tener contenido exclusivo y alternativo, exclusivo como recitales, que escucharlo en una sala Atmos es otra película u otro espectáculo. 

- Ustedes acaban de inaugurar en Paraná también de la mano con Di Santo, que abrió su shopping allí hace poco. ¿Sigue siendo un negocio rentable el cine? 

- Es un negocio que estuvo en coma crítico en la pandemia, pero la historia del cine tiene más de un siglo y sobrevivió a absolutamente todo. El cine tuvo que competir con la radio, con la televisión en blanco y negro, la televisión a color, el VHS, el DVD, la piratería, internet, las plataformas, y acá estamos. Paraná tiene dos salas 4D. Apostamos mucho al espectáculo, a la salida distinta, vos no podés replicar en tu casa lo que te podemos ofrecer en un complejo de cine de estas características. Y la respuesta es absoluta de parte de la gente.

La simultaneidad con Estados Unidos y la ventana con las plataformas también nos da esa chance de supervivencia, sobre todo en los tanques, en las películas, lo que llamamos blockbusters, que convocan muchísimo. Este año tuvimos tres blockbusters que la rompieron, que fueron Deadpool, Intensamente y Mi villano favorito. Después hubo unos huecos de programación, nos falló El Mundo, el Jocker 2, que fue un fracaso total de taquilla, y eso nos hizo un agujero. 

Apostamos mucho y fuerte, y estamos convencidos de que el negocio está sano. Simplemente venimos de la pandemia que nos mató, pero son cosas circunstanciales, no podemos adjudicarlo a que el negocio esté pasando por algo malo. Es más, si uno analiza, vamos creciendo año a año. Cada saga, cada película de saga, siempre supera y hasta duplica lo que vendió la película anterior.

- A principios de siglo proliferaron la piratería y los videoclubes, y la cinematografía entró en crisis.  ¿Por qué decidieron seguir en este negocio? 

- Mi viejo armó el complejo en el 2001, linda fecha para armar un negocio, con dos salas de cine, producto de una relación con Buenos Aires y demás, con la intención de traer eso a nuestra ciudad, que es una ciudad chiquita. La idea era bowling, restaurante y demás. Ahí hubo que aprender mucho, y en esa época existía solamente el 35 milímetros, que tenía un gran problema, que era el costo de la copia. Cada copia costaba 1.500 dólares hacerla, y tenía que llevar físicamente un rollo. Venían en rollos y se armaba una torta gigante del 35 milímetros, de cinema paraíso básicamente, que esa película, las distribuidoras no arriesgaban mucho, por los costos de imprimir el film.

Seguimos en este negocio a pesar de todo. Teníamos el gran problema de que nos llegaban las copias y se distribuían principalmente a Buenos Aires, Rosario, Córdoba y demás, pero llegaban pocas copias. Luego teníamos que esperar nosotros en el interior del interior, meses o semanas, si la película era muy taquillera. Por ahí eran muchas semanas de espera, y llegaban las copias rayadas, con mal sonido y demás. Entonces la gente optaba por la piratería o el videoclub. 

- ¿Y qué pasó?

-  El gran cambio fue en el 2009-2010. La tecnología digital nos emparejó a todos y nosotros invertimos, fuimos una de las ciudades más chicas en invertir en un proyecto digital, que en ese momento eran u$s200.000, y eso nos abrió totalmente la cabeza. El negocio cambió 180 grados. Al obtener las películas en simultáneo, la gente masivamente volvió a las salas.

Al año siguiente alquilé el cine de San Francisco y ahí conocí a mi actual socio, Martín Adami. Abrimos, hicimos un complejo de tres salas de cine 100% digital, el primero en ser autónomo, con cabinas que funcionaban solas, y seguimos creciendo. A los dos años estaba abriendo en Rafaela junto con el grupo Casino, que es el dueño de Libertad, un complejo de cuatro cines, y paralelamente armamos una empresa de venta de equipos y provisión, y lo que se llama integrador, de lo que se te ocurra, butacas, pantallas.

Nosotros somos nuestros propios proveedores. Después hubo un parate, porque no se abrieron muchos cines en Argentina, y en 2019 firmamos con Libertad en Posadas, que es el primer complejo 4D del norte de la Argentina, un complejo de seis salas, muy lindo. Y paralelamente firmamos con Lucio Di Santo para estar en sus malls Paso del Bosque Paraná y Rosario. Esa es nuestra historia.