Qué hacen las empresas locales para cuidar el medioambiente

Este martes 23 de julio se lanzó oficialmente el portal “Ecobiz, información sustentable”, una iniciativa que forma parte del grupo Primera Línea Medios. Las palabras sostenibilidad, sustentabilidad, triple impacto y huella de carbono atravesaron el panel “Negocios sustentables, estrategias y políticas de sustentabilidad”, del que participaron reconocidos actores locales.  

Bernardo García (gerente de Comunicaciones Corporativas de GM Sudamérica para Argentina, Paraguay y Uruguay), Rómulo Bertoya (presidente de Fundación Rosario y titular de la desarrolladora Pensaer), Gaspar Mac (cofundador de Nativas y desarrollador de negocios de triple impacto y tecnologías), Gabriel Fernández (fundador de Bionbax y titular de AFG y de Molino Irigoyen) y Natalia Diruscio (gerenta de Comunicación Institucional y Sustentabilidad del Banco Municipal) disertaron sobre sus experiencias en rubros clave como electromovilidad, finanzas, agricultura regenerativa, construcción y bioindustria.

¿El denominador común? Lo que hacen las empresas locales para cuidar el planeta. La maduración del fenómeno de sustentabilidad generó una nueva realidad sobre la cual trabajar, que tiene a los negocios y al medioambiente como principales protagonistas. 

“La idea con Ecobiz es compartir las mejores experiencias del sector público y privado, promover el debate y abrir un foro de discusión sobre problemáticas que no excluyen fuertes contradicciones. Se trata de aportar desde este medio información relevante que sirva de insumo para el diseño y la elaboración colectiva de políticas sostenibles”, afirmó Gabriel González, uno de los hacedores de Ecobiz. 

# La tecnología como aliada 

Cuando le preguntan de qué trabaja su papá, el hijo de Gaspar Mac contesta que "planta árboles". La respuesta, aunque simplificada, es correcta: el último emprendimiento de este ingeniero y empresario del software es Nativas, una compañía que busca que las empresas inviertan en reforestación con el plus de obtener beneficios económicos. 

Mac creó una plataforma en la que las empresas pueden comprar activos digitales verdes para la reforestación de ecosistemas. Es decir, ponen en valor el carbono que capturan los árboles y, de esa forma, pueden certificar procesos o compensar las emisiones de carbono que genera su actividad. 

“La tecnología que usamos en Nativas te permite darle trazabilidad y transparencia a cada uno de los créditos carbono que las empresas utilizan para compensar la huella. Pero, al mismo tiempo, ese crédito tiene un propósito muy claro en un territorio con vulnerabilidad como generar empleo verde en ese sector o región”, apuntó Mac. 

# A financiar la construcción 

Rómulo Bertoya es arquitecto de profesión, estuvo ligado a la construcción durante toda su vida, pero su sensibilidad social lo orientó a buscar actividades de impacto que pudiera ligar al trabajo. 

Arrancó con un camino en lo social, y lo empresarial iba por otro paralelo. Pero, en determinado momento, los unificó para trabajar ochos horas diarias en función de un objetivo. Hoy entrena a “Los Tigres”, un equipo de rugby de chicos en situación de vulnerabilidad, y utiliza el deporte como una herramienta de desarrollo e integración. 

“¿Qué vamos a financiar? La construcción es una de las industrias que genera más del 30% de las emisiones de efecto invernadero en el mundo, pero también tenemos la oportunidad única de ser un gran tractor con la regeneración del entramado social en una ciudad castigada por la violencia. Si podemos alinear al mercado financiero con los constructores, con las organizaciones de la sociedad civil y con una política de estado, creo que podemos llegar a encontrar una gran oportunidad”, destacó Bertoya. 

# Rentabilidad y propósito 

El Banco Municipal aborda tres ejes en esta estrategia: un banco hacia adentro trabajando sus propias prácticas de sostenibilidad, el análisis de a quién se le presta la plata -que cada vez tenga una destino más sostenible-, y el acompañamiento que hace la entidad a todo aquel que quiere tener un impacto social positivo. 

“Quien quiera comprarse un vehículo eléctrico, por ejemplo, debería tener una financiación y que las playas de estacionamiento pudieran equiparse para cargar esos vehículos eléctricos cuando empiecen a circular porque es un ecosistema que hay que generar”, ejemplificó Natalia Diruscio. Y explicó que tiene que haber sinergia para que traccionen las inversiones con las empresas que apuestan por ser más sustentables. 

# Vehículos y matriz energética 

El 14% de los gases de efecto invernadero a nivel global los genera el transporte, y los vehículos ocasionan el 70% de esas emisiones.

Claramente la industria automotriz tiene un compromiso muy importante en cómo resolver esas emisiones. Y General Motors tiene la visión de convertirse en una empresa en generar movilidad sustentable: cero emisiones, cero accidentes y cero congestionamiento. “Estamos trabajando para ser en el 2040 una empresa con huella de carbono cero a nivel global”, sostuvo Bernardo García. 

Este desafío tiene dos patas: una es el vehículo, que es el que genera las emisiones, y la otra es la producción propiamente dicha. De hecho, la planta de Rosario genera desde 2011 cero residuos. “Hemos instalado un nuevo parque solar que genera energía para producir los vehículos y para el 2040 la energía que utilizaremos para producir vehículos será 100% renovable”, remarcó. Y apuntó que “estamos trabajando para llegar a vehículos 100% eléctricos". 

# Innovar con la biotecnología 

“Creo que Rosario fue atravesando distintos ciclos y perdió en el tiempo el ciclo de producción y generación. Vemos ahora a una Rosario más comercial, por eso siempre apostamos por la producción, a generar trabajo”, refirió Gabriel Fernández. 

En ese entramado y a la par de comandar AFG Ingeniería y Molino Irigoyen, puso en marcha Bionbax, una empresa dedicada a la producción de bioplásticos biodegradables en base al aceite de soja. Fernández quería emprender en algo que fuera producción (no especulación). “Un amigo -y ahora socio- trabajaba en una empresa de biotecnología que producía inoculantes, yo lo acompañaba a las reuniones, me empecé a interesar y ver qué podíamos producir a través de la biotecnología”, contó sobre cómo se gestó el proyecto. 

La planta que tendrá la capacidad de tomar bacterias que no están modificadas genéticamente. Esas bacterias se engordan y se reproducen a una tasa altísima y, en cuestión de horas, todo lo que las bacterias comen lo transformarán en un polímero. Después, por un proceso, se separan y se obtiene el polímero que es un plástico biodegradable.