Nuevos esquemas para despidos y vacaciones

El proyecto de reforma laboral introduce, además, cambios en dos ejes sensibles del mercado de trabajo: el régimen de indemnizaciones por despido y el sistema de vacaciones. El objetivo oficial es reducir la litigiosidad, dar previsibilidad a los costos laborales y flexibilizar la organización del tiempo de descanso.

# Indemnizaciones: qué cambia en el cálculo

La normativa vigente establece que, ante un despido sin causa, el empleador debe abonar una indemnización equivalente a un mes de sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, calculada sobre la mejor remuneración mensual, normal y habitual del último año. Ese monto tiene un tope fijado en función del convenio colectivo aplicable.

El proyecto mantiene el criterio del salario más alto como base de cálculo, pero reduce el universo de conceptos computables. Quedan excluidos el aguinaldo, las vacaciones, los premios y todo concepto que no integre el salario mensual, normal y habitual. En los hechos, esto implica una reducción del monto final de la indemnización.

A diferencia del régimen actual, la iniciativa elimina el tope indemnizatorio y habilita el pago en cuotas. Además, busca unificar criterios en los juicios laborales: la actualización de las indemnizaciones se ataría al Índice de Precios al Consumidor (IPC), con un adicional del 3% anual, y se prohíbe la capitalización de intereses. Hoy, ese cálculo queda librado al criterio del juez interviniente.

# Fondo de asistencia laboral

Tras el rechazo al Fondo de Cese Laboral incluido en la ley Bases, el Gobierno propone ahora la creación de un Fondo de Asistencia Laboral (FAL) como alternativa al esquema indemnizatorio tradicional. El fondo se financiaría con el 3% del aporte obligatorio de los empleadores, monto que dejaría de ingresar al sistema previsional.

La administración del FAL quedaría en manos de la Comisión Nacional de Valores (CNV), bajo la supervisión de los ministerios de Economía y Capital Humano. Con esos recursos se financiarían las indemnizaciones del sector privado, en un esquema que apunta a descomprimir el costo directo del despido para las empresas y darle previsibilidad al sistema.

# Vacaciones: más flexibilidad y menos plazos

En materia de vacaciones, el proyecto mantiene el período legal para su otorgamiento entre el 1° de octubre y el 30 de abril, pero introduce cambios en la forma de implementación. Se habilita que, de mutuo acuerdo, empleador y trabajador puedan fijar el descanso anual en otro período.

Además, se reduce de 45 a 30 días el plazo de notificación del inicio de las vacaciones y se habilita su fraccionamiento, siempre que cada período no sea inferior a siete días corridos. El esquema apunta a una mayor flexibilidad en la organización del descanso, especialmente en actividades con estacionalidad o picos de demanda.