Los elementos que justifican la fuerte recomposición del precio del ternero

Después de un prolongado período de estancamiento y una acumulación de más de 40 puntos porcentuales de retraso, el precio del ternero en Argentina comenzó a mostrar una importante corrección en los últimos días. En el remate especial de Rosgan que tuvo lugar en el marco de la Exposición Rural de Palermo, se registraron valores promedio cercanos a los $700 por ternero, lo que representa una mejora de $200 en comparación con los valores de hace solo un mes.

Esta corrección, sin embargo, si bien es relevante en términos nominales, al considerar el efecto de la inflación, coloca al precio del ternero en niveles similares a los registrados en febrero pasado. El impacto de la sequía en la zafra ha sido uno de los factores que ha presionado a la baja los precios de la invernada, junto con una elevada oferta que se volcó al mercado durante los primeros meses del año debido a la imposibilidad de retener la hacienda en los campos.

Desde marzo hasta mayo, se estima que entre 1,3 y 1,4 millones de terneros y terneras fueron trasladados desde los campos de cría. No obstante, en junio, este volumen descendió a 1 millón de cabezas, y en julio, según datos preliminares de Senasa, la cantidad de terneros y terneras trasladados para cría e invernada se redujo significativamente a unas 741 mil cabezas, aproximadamente la mitad de lo trasladado durante los meses de mayor zafra.

La implementación de un dólar diferencial para el maíz también ha contribuido a desplazar la curva de precios en toda la cadena cárnica, reflejando un ajuste inmediato en el Mercado de Cañuelas para todas las categorías destinadas a faena. La alta oferta y la demanda agotada en términos de capacidad de pago han presionado los precios durante los últimos meses, y la única válvula de escape ha sido el ajuste de precios.

En el último año, la carne vacuna en el mercado local ha registrado un incremento nominal del 71%, mientras que el valor recibido por el productor por la hacienda gorda ha aumentado en promedio un 55%, y la invernada un 33%. Estos incrementos se han dado en un contexto en el que el nivel general de precios y servicios de la economía ha avanzado a tasas del 115% interanual.

Desde el punto de vista de los fundamentos, esta corrección en los precios del ternero era esperada, ya sea por retracción de la oferta o por una recomposición de la demanda. Sin embargo, si bien la oferta de terneros ha disminuido notablemente, todavía se mantiene en línea con el comportamiento estacional, lo que indica que aún no se han observado señales de una fuerte retención.

Es aquí donde la demanda juega un papel crucial, y se percibe que la expectativa de una corrección cambiaria está influyendo en el comportamiento del mercado. Muchos consideran al ternero como un activo valioso para preservar valor en tiempos de incertidumbre económica. Adquirir terneros a precios en pesos hoy y retenerlos hasta que estén terminados en un contexto económico diferente, podría asegurar la preservación del capital. Las expectativas respecto de una futura devaluación y unificación del tipo de cambio están contribuyendo a esta percepción.

Bajo este escenario, tanto los criadores como los invernadores están posicionándose estratégicamente, y aquellos productores con la capacidad para mantener la hacienda en el capital, ya sea por compra o retención, están aprovechando la oportunidad para resguardar su inversión a la espera de un nuevo ciclo en el mercado.