La estrategia que implementó biotech rosarina para esquivar la fuga de talentos

Con solo 2 años en el carretel pero habiendo logrado un fuerte impacto a nivel global que ha derivado en alianzas estratégicas con gigantes de la alimentación, la biotecnológica Michroma apuesta toda su estrategia a tratar de estimular al personal en su base local, donde realiza todas las fases de laboratorio. Frente a un escenario dominado por la fuga de cerebros, la startup que busca contar en el mediano plazo con 40 personas trabajando implementó un agresivo programa de respaldo salarial para lograr, según ellos manifiestan “que los colaboradores solo tengan que preocuparse por desarrollar innovación, sin pensar en llegar a fin de mes”.

Se trata de la primera empresa dedicada al mundo de la biotecnología en la región que ajusta los salarios con frecuencia mensual de acuerdo a la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC) que releva el Indec. De esta manera, justo antes de ayer se presentó un variación del 7% entre julio y agosto, hecho que impactará de inmediato en el salario que recibirán los 16 empleados de Michroma los primeros días de septiembre.

“Buscamos gestar una burbuja donde solo nos dediquemos a innovar en productos que no existen en el mundo”, precisó Ricky Cassini, CEO de Michroma, en contacto con Punto biz, sobre el espíritu de la iniciativa que implica “ajustar remuneraciones mes a mes para esquivar los efectos de la inflación”.

El referente biotecnológico asegura no conocer un antecedente similar en el rubro, elemento que le permite asegurar la permanencia de los colaboradores en una actividad que está siendo altamente demandada a nivel mundial. “Tenemos la decisión de generar toda la fase de laboratorio en Rosario y por eso decidimos avanzar con este plan de incentivos”, remarcó.

Entre los desarrollos en marcha, Michroma está trabajando en el escalado de un colorante rojo para alimentos basado en biotecnología con miras a lanzarlo pronto a comercialización, pero al mismo tiempo abriendo el portfolio de colores con el naranja, el amarillo y una prueba de concepto para el azul. Se trata de insumos fundamentales para la industria alimenticia con los que buscan competir o aliarse a alguna de las cinco compañías que dominan el comercio mundial de los colorantes, los sabores y las fragancias.

Ronda de inversión

Para cumplir con las metas previstas, la startup que opera en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Ambiental, Química y Biotecnología Aplicada (Ingebio) de la sede Rosario de la Universidad Católica Argentina (UCA), está cerca de habilitar una ronda de inversión a escala internacional. “Estamos buscando inversores extranjeros debido a que en Argentina la tecnología en la que trabajamos es demasiado disruptiva, hecho que por ejemplo nos deja afuera de cualquier programa estatal de aportes no reembolsables por la tasa de riesgo que nuestra experimentación supone”, explicó Cassini.

“Empezamos siendo un grupo de 6 profesionales, ahora somos 16, elemento que nos permite observar que crecimos más de la mitad desde el año 2020 cuando arrancamos. Con la apuesta de la nueva ronda de inversión esperamos ser 40 personas trabajando en los próximos dos años”, sumó el CEO. La compañía negocia con el Ingebio ocupar una planta completa del complejo destinado a incubar startups en avenida Pellegrini al 3300.