La campaña por el Concejo se nacionalizó y hubo que cambiar estrategias

Rosario renovará, el próximo domingo, trece de las veintiocho bancas que componen su Concejo Deliberante y comenzará a dibujar el nuevo escenario para la disputa por la intendencia. La pulseada parece circunscribirse a tres frentes políticos, aunque algunos espacios con menor caudal de votos pujan por romper ese reparto de tercios y ganar al menos un lugar en el cuerpo legislativo local. 

Una encuesta de la consultora Innova conocida en los últimos días marca un final abierto entre Juan Monteverde, candidato del panperonismo, y el libertario Juan Pedro Aleart. Algo más relegada aparece la funcionaria municipal y representante de Unidos, Carolina Labayru. Lejos, aunque con chances de ingresar, asoman Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta. 

El estudio coloca a Monteverde apenas un punto por delante de Aleart –26% contra 25%–, pero vale marcar un detalle: las encuestas fueron realizadas el 7 y el 8 de junio, apenas un par de días antes de que la Corte Suprema confirmara la condena a seis años de prisión contra Cristina Fernández de Kirchner. 

La onda expansiva del caso impactó en la política y se coló de forma inevitable en el tramo final de la campaña local. Es impredecible anticipar si influirá en las preferencias del electorado. Lo cierto es que, de alguna manera, trastocó las estrategias. La Libertad Avanza aprovechó la situación para nacionalizar el debate y profundizar el eslogan que esgrime con mayor comodidad: “Libertad o kirchnerismo”. Polarización al palo. 

Esa prédica le dio excelentes resultados en la elección de Capital Federal, donde impuso la candidatura del vocero presidencial Manuel Adorni. El artilugio de cerrar la pulseada a una pelea entre dos modelos arrastró, además, a un indecoroso tercer lugar al PRO en su otrora inexpugnable bastión. La caída provocó la abdicación de Mauricio Macri, abriendo la puerta para tejer alianzas entre los amarillos y LLA en otros distritos. Negocio redondo para los libertarios. 

Esa idea del contraste absoluto se replica por estos días en Rosario. El comando de campaña libertario decidió mostrar el rostro de Aleart junto al de Javier Milei y, en una cartelería aún más agresiva, contrastar esa misma imagen con otra en la que se lo ve a Monteverde acompañado por Cristina y Juan Grabois con un fondo apocalíptico y la frase repetida: “Libertad o kirchnerismo”. Los diseñadores de LLA no tuvieron que pensar mucho. Replicaron las mismas ideas y diseños que los utilizados con Adorni. ¿Conseguirá el gobierno nacional en Rosario, como sucedió en Cava, vencer al peronismo y darle al mismo tiempo un golpe al oficialismo local?

Apuesta a pesar de las postergaciones 

En el gobierno nacional creen que pesa sobre el electorado un descrédito extremo por el pasado. Por eso están convencidos que, aun con los padeceres actuales, la ciudadanía seguirá apostando por los candidatos libertarios. No se explicaría de otra manera lo que sucede con Aleart si se repasan ciertas opiniones de la población respecto del estado actual de su economía. 

El otrora periodista ya se impuso en el departamento Rosario en la compulsa por un lugar en la Asamblea que reformará la Constitución provincial. Ahora llega con chances ciertas de pelear por un triunfo en la elección del 29. ¿Acaso logra ese respaldo en una ciudad cuyos habitantes creen gozar de mejoras por el actual programa económico del Gobierno? Excepto por una inflación contenida es claro que no. 

La firma Innova, la misma que relevó las chances electorales de los candidatos para ingresar en el Concejo, marca las dificultades que tienen los ciudadanos locales. El 72% asegura que disminuyó sus salidas para comer fuera de su casa. El mismo porcentaje compra marcas más económicas. El 70% posterga la adquisición de ropa o de calzado. El 63%  consume menos carne y el 57% está en mora con el pago de los servicios o debió endeudarse. Un 57% rechaza la gestión de Milei.

¿Por qué, frente a estos padeceres o postergaciones que provoca la economía actual, Aleart y su comando de campaña deciden nacionalizar la pelea y mostrarse con Milei? Es evidente que una porción del electorado concluye que lo anterior tampoco pudo resolver sus problemáticas diarias y opta por confiar en el gobierno nacional. El histórico y acotado porcentaje de votantes también jugaría a su favor.

Frente al juego de los opuestos que propone LLA, agitando la figura de una condenada Cristina, Monteverde ha optado por correrse. A través de sus redes sociales repudió la ratificación del fallo contra la ex presidenta dispuesto por la Corte Suprema, pero luego ya no volvió a pronunciarse públicamente sobre el tema. 

Algunos analistas creen que el tema podría provocarle algunos daños, pero también observan la contracara: el peronismo se ha desperezado después de mucho tiempo. Con el PJ movilizado, tocado en su orgullo, Monteverde no sólo logrará fidelizar los votos que ya consiguió. Además, podría conseguir las adhesiones de algunos peronistas que recelaban de él por no pertenecer al partido y que ahora lo ven como la única opción posible para evitar otra victoria libertaria.

En ese juego de pinzas que tiene como protagonistas a Monteverde y a Aleart, Labayru aparece relegada. El frente oficialista terminó en tercer lugar en las primarias. Obligado a remontar, Unidos sacó a la cancha nada menos que a su principal figura, el gobernador Maximiliano Pullaro. La funcionaria aparece, de acuerdo a la encuesta de Innova, a siete puntos de Monteverde y a seis de Aleart. La consultora cree que a Labayru le juega en contra no sólo la polarización. Además, debe cargar sobre sus hombros con las deficiencias de la gestión de Pablo Javkin, pero también afrontar la compleja tarea de pescar votos de la misma pecera de la que se sirve Aleart. Muchos elementos en contra. 

Esta semana pasó por Rosario la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Con la excusa de revisar el avance del Plan Bandera, llegó a la ciudad para sostener la candidatura de Aleart. La funcionaria, con la letra bien aprendida, insistió en que la elección por un lugar en el Concejo “se ha polarizado con el candidato kirchnerista”, en referencia a Monteverde. “Es lo que hoy está eligiendo la gente en el país: libertad o kirchnerismo”, insistió con el mantra libertario.

Una última curiosidad de la campaña. Mientras la ciudad está empapelada con carteles que rezan “Aleart es Milei”, con un collage que muestra el rostro de los dos, el presidente no se ha dado ni un instante de su tiempo para tomarse una foto con el candidato local. Ni siquiera visitó la ciudad el 20 de junio para celebrar el Día de la Bandera. Hubiese sido un espaldarazo más para el periodista. Nadie, en La Libertad Avanza, encuentra razones para explicar por qué se perdió la oportunidad de retratarlos juntos a tan pocos días de una elección que marcará el presente y trazará el futuro próximo de la ciudad.