La biotecnológica que puede hacerle exportar a las aceiteras u$s300 M extra

La firma biotecnológica Keclon que el año pasado inauguró planta en San Lorenzo, desarrolló una enzima diseñada para la industria del aceite de soja que permitirá, una vez en fase comercial, simplificar el proceso de producción, hecho que podría redundar en que el sector pueda exportar un 2% más de aceite al año, unos u$s300 M extra.

En plena fase de escalado, el desarrollo que ya tiene patente a nivel local se trata de una enzima para hacer alta temperatura el desgomado enzimático de aceite de soja. “Patentamos una enzima que trabaja a mayor temperatura y no requiere inversión de capital por parte de las aceiteras. Bueno, esa es una enzima que estamos poniendo a punto, que permitiría que gran parte del complejo aceitero internacional, que hoy no usa enzimas, las pueda adoptar”, planteó Leonardo Marrafini, CEO de Keclon, en contacto con Punto biz.

“El proceso de elaboración de aceite trabaja a 80 grados y la catálisis del producto que implica la incorporación de enzimas obliga a bajar la temperatura del fluido hasta los 50 grados, ese cambio térmico exige a la industria costos de funcionamiento. Bueno, nuestra enzima puede trabajar a alta temperatura. Si toda la industria aceitera local utilizara ese producto podríamos pensar en un 2% más de aceite al año, lo que equivale a cerca de u$s300 M”, amplió Marrafini sobre el desarrollo en ciernes.

Si bien todavía no está en fase comercial, este año lo han dedicado a trabajar fuerte en el escalado de la tecnología. “Por lo pronto con la planta que inauguramos el año pasado toda la fase de producción de la enzima la podemos hacer en Keclon”, expuso.

El año pasado fue un ciclo muy ajetreado para Keclon al ingresar a etapa comercial una primera enzima vital para la industria láctea. “Pasamos de ser 15 personas en 2021 cuando solo teníamos el laboratorio a 20 colaboradores directos con la planta de producción activa y es probable que el plantel se incremente a partir del incremento de un turno en el sistema de producción”, mencionó el socio.

Pensada inicialmente como una plataforma tecnológica para mejorar la fabricación del biodiesel, hoy la empresa se presenta con un objetivo bastante más ambicioso: desarrollar soluciones biotecnológicas innovadoras basadas en ingeniería de proteínas y microorganismos, a través de procesos que mejoran la eficiencia productiva y la sustentabilidad ambiental.

En fase comercial, la firma produce quimosina recombinante, que es un coagulante de leche para la elaboración de queso que se elabora en microorganismos y cuenta con la mejor relación calidad-precio del mercado.