John Deere: “El mercado está esperando que se afiancen las buenas señales”

Luego de haber estado cara a cara con los chacareros en la feria Expoagro y tras haber anunciado una inversión de u$s15 M destinados a la planta de pulverizadoras y sembradoras Plá, 

Rodrigo Weisburd, manager de Asuntos Corporativos de John Deere, le contó a Base de Datos (lunes a viernes, 10 a 12, FM Radio Meridiano 107.1) cómo se planta la multinacional de cara al mercado en 2024, luego de un año por demás de aciago para la industria de la maquinaria agrícola en la Argentina.

Es que el año para los fierros empezó muy frío, a pesar de las expectativas de buenas cosechas. Según datos de Acara, los patentamientos de cosechadoras, tractores y pulverizadoras sumaron en febrero 255 unidades, con un retroceso interanual del 27,6%. Y el acumulado del bimestre dan cifras peores, porque colocaron 586 máquinas, con una caída del 35,7% respecto de 2023.

“La demanda está expectante, igual que la de la sociedad en su conjunto. Pero cuando las condiciones financieras, meteorológicas y, diría, las perspectivas se empiezan a aclarar, el productor responde muy rápido porque tiene el desafío de ser eficiente para realmente ser más productivo” destacó Weisburd, y a renglón seguido postuló: “La incorporación de tecnología en Argentina tiene una velocidad similar a la que tienen los países europeos o americanos, como Estados Unidos, porque se ve el valor agregado que produce. Y en el contexto regulatorio de la Argentina el ser eficiente también es un factor determinante”.

El ejecutivo evaluó que “el año 2023 para todo el sector fue para el olvido, por la sequía histórica que tuvimos, pero por para 2024. Y en el 2024, por suerte, las perspectivas cambiaron, pero también tenemos un nuevo contexto político-económico al cual tenemos que adaptarnos”. De todos modos, rescató un dato clave: “El campo en general responde muy rápido, una vez que se empiezan a estabilizar las variables”. 

Según la visión del gigante americano de la maquinaria agrícola, para que el campo explote se requiere de un escenario macroeconómico y regulatorio que se sostenga. “En la medida que uno pueda tener una visión clara de cuáles son las reglas del juego, tanto los fabricantes como los productores y contratistas, nos acomodamos para aprovechar esas oportunidades. Si uno lo mira comparativamente, por ejemplo, con Brasil, la producción de grano es a lo mejor dos o tres veces más grande que la Argentina, pero las industrias en particular son cinco, seis o siete veces más grandes. Y esto habla también de las situaciones en las cuales juegan, de alguna manera, tanto los productores como los industriales. Así que nosotros trabajamos con todas las administraciones de los distintos niveles para plantear que necesitamos reglas que se sostengan en el tiempo, solo con eso el sector empezará a desplegar todo el potencial”, planteó Weisburd. 

En ese contexto, el planteo de un juego de diferencias conspira contra las posibilidades argentinas: “Otros países como Brasil o Estados Unidos o Europa, o los países del Mercosur, no tienen retenciones como las que tiene Argentina. Y no tienen tampoco las situaciones inflacionarias y dificultades de financiamiento. En la que se pueda dar un panorama más estable, no tengo ninguna duda de que el potencial se va a desplegar”, completó el ejecutivo. 

Fierros con más valor agregado

John Deere tuvo la posibilidad de mostrar todo su potencial en la muestra Expoagro, desarrollada en San Nicolás a principios de maro, con un stand de 10.000 metros cuadrados. “Allí mostramos  toda la tecnología que hoy tiene el campo y que muchas veces no se ve, al menos en la población urbana, que demuestra las oportunidades que se generan a partir de la digitalización de la producción agropecuaria.

La maquinaria de John Deere está equipada a full tecnología, y los equipos se conectan en forma virtual con los integrantes de la red de concesionarios, quienes cuentan con centros de monitoreo. Estos centros brindan datos sobre rendimiento, posibles fallas y requerimiento de ajustes de los implementos agrícolas. Ya interactúan en línea con 7.000 máquinas que monitorean el laboreo de 10 millones de hectáreas conectadas. Es decir, sobre la venta y la asistencia posventa cabalga una oferta de servicios para la producción agropecuaria. 

“La incorporación de tecnología en el campo es todavía una oportunidad porque el parque de maquinaria agrícola está envejecido. Si uno mira el último censo del 2018, puede ver que más del 70% de las cosechadoras y los tractores tienen más de 15 años. Y si uno incorpora hoy una cosechadora, por ejemplo, nueva con la última conectividad, solo por productividad se incrementa en un 20% en comparación con una máquina de hace 5 o 10 años atrás. Puesto en el año productivo 2022, estamos hablando de u$s 55 M, y el 20% de esa cifra es un montón”, acota el ejecutivo. 

Las inversiones

John Deere invirtió u$s 15 M para aumentar en un 50% la fabricación de pulverizadoras y sembradoras en la planta que compró en 2018 en Las Rosas. “Es casi una fábrica nueva que vamos a estar inaugurando en abril, tiene una nueva línea de pintura, una nueva línea de montaje, mejoras en logística, mejoras en proceso, mejoras en calidad, es una demostración muy potente de la confianza de la empresa en el sector y en el desarrollo socioeconómico argentino futuro”, explicó Weisburd. 

Respecto de la planta localizada en Granadero Baigorria, el ejecutivo destacó el lanzamiento del nuevo tractor 7M, de 230 caballos de fuerza. “Tiene la última tecnología disponible de conectividad y de eficiencia y bueno, es de producción argentina, con motor argentino y también está a la altura de las necesidades que hoy requiere el campo, especialmente es un tractor que está pensado para la siembra”.

El despliegue de John Deere

Las actividades productivas de la compañía se desarrollan en tres plantas: tractores, cosechadoras, plataformas y motores (marca John Deere) en Granadero Baigorria, Santa Fe; pulverizadoras y sembradoras (marca Plá by John Deere) en Las Rosas, Santa Fe; y botalones de fibra de carbono (marca King Agro) en Campana, Buenos Aires. Es la única firma en el país que integra  los principales equipos necesarios para el ciclo productivo: tractores, cosechadoras, sembradoras y pulverizadoras. Los motores proveen a las siete plantas localizadas en el Cono sur. 

La empresa cuenta con más 3200 empleados directos entre sus plantas y red de concesionarios exclusivos que está presente en más de 100 localidades del país y tiene 1200 proveedores nacionales de materiales y servicios, siendo reconocida como la principal empresa exportadora y empleadora de la industria de la maquinaria agrícola.