Juez rechazó intervención pero designó veedores para Vicentin

Desde la madrugada del miércoles 12 de marzo, la industria aceitera enfrenta un paro nacional convocado por la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y el Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) de San Lorenzo. La medida de fuerza responde a la falta de avances en la negociación paritaria, el incumplimiento salarial por parte de Vicentin SAIC y despidos en la firma Explora SA. La huelga se da en simultáneo con la decisión del juez civil y comercial de Reconquista, Fabián Lorenzini, de designar a dos veedores encargados de supervisar la administración de Vicentin sin desplazar a su directorio, en el marco del concurso preventivo que atraviesa la empresa desde hace cinco años.

El dictamen judicial, emitido el 11 de marzo, establece la designación del contador Andrés Shocrón y el abogado Guillermo Nudemberg como veedores controladores por un período inicial de 120 días, prorrogables según la evolución del proceso. Ambos profesionales ya habían desempeñado un rol similar en intervenciones previas y cuentan con conocimiento sobre la situación financiera y operativa de Vicentin.

Entre sus funciones, los veedores deberán:

-Informar sobre la situación financiera de la empresa, en particular el estado de caja y la disponibilidad de fondos para el pago de salarios.

-Analizar los contratos de molienda a fasón y su impacto en la viabilidad de la empresa.

-Evaluar la situación de las deudas post-concursales y los mecanismos para su pago.

-Garantizar la intangibilidad de los granos entregados a la empresa para su procesamiento.

-Examinar el valor de las acciones de Vicentin en Renova SA y los compromisos contractuales asumidos.

El juez Lorenzini justificó la medida en la crítica situación de la compañía, que este mes solo pudo abonar el 30% de los salarios a su plantilla de trabajadores, además de acumular una deuda post-concursal de 5.000 millones de pesos y enfrentar amenazas de corte de servicios esenciales, como el suministro eléctrico por parte de CAMMESA.

El paro aceitero y la crisis salarial

En este contexto, los gremios aceiteros iniciaron una huelga nacional en rechazo al incumplimiento de los haberes en Vicentin y la falta de avances en la negociación paritaria del sector. “Es claro el grosero accionar extorsivo de las empresas aceiteras, quienes utilizan a los trabajadores y sus necesidades como rehenes de sus disputas por quedarse con una torta más grande del negocio”, denunciaron en su comunicado.

Además, criticaron a la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y a empresas del sector por ofrecer propuestas salariales que calificaron de “irrisorias” y por presionar con medidas que consideran un “avasallamiento de los derechos laborales”.

El conflicto aceitero se profundiza en un momento clave para el sector agroexportador, con la crisis de Vicentin sin una resolución clara y una huelga que afecta la actividad en las principales plantas del país. Mientras los trabajadores sostienen la medida de fuerza, la expectativa está puesta en cómo responderán las empresas y el gobierno frente a este nuevo capítulo de tensión en la industria.