Industriales, mareados por el nuevo etiquetado frontal: ¿qué zafa del sello?

Apenas cinco días antes de que terminara 2024, el Gobierno dispuso una serie de modificaciones a la Ley de Etiquetado Frontal para “adecuarla a los estándares internacionales”. Esa medida, hasta el momento, genera dudas entre los empresarios de la provincia.

La decisión se tomó tras una revisión del manual de aplicación de la ley que hizo la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat): su resultado más significativo fue que los sellos negros deberán informar solo sobre los ingredientes que se añaden para la elaboración de un alimento: cuánto más de azúcar, sodio, grasas y calorías tiene, más allá de los que posee el producto por naturaleza.

“Por ejemplo, una mermelada de naranja tiene el azúcar de esa fruta, lo que de ahora en más se informará es cuánto de azúcar, sodio o grasas se le añade a su producción, siguiendo los estándares internacionales”, ejemplificaron fuentes oficiales al momento de presentar las modificaciones.

La ley fue resistida por el sector empresario, y ahora, con las modificaciones, los cuestionamientos persisten. Por caso, las pymes lácteas santafecinas que forman parte de Apymil admiten que, a medida que analizan los cambios, van surgiendo dudas. Y por eso no quieren arriesgarse a realizarlos hasta estar seguros de que la norma no se volverá a modificar.

“Por el momento, en todas las impresiones de bolsas como de etiquetas que tenemos que realizar, no aplicamos cambios. La realidad es que no queremos arriesgarnos a realizarlos hasta no estar seguros y confiados de que la ley no se va a volver a modificar”, indicaron voceros de la entidad empresaria a Punto biz.

Pusieron como ejemplo a una fábrica de quesos de la provincia que, si se aplicaran las modificaciones, pasaría de tener en casi todos los productos cuatro sellos (exceso en calorías, grasas, grasas saturadas y sodio) a  solamente uno: el sodio, que es el único ingrediente que se agrega, porque las grasas son naturales de la materia prima y no un agregado. 

Esa misma compañía, de fuerte presencia en Santa Fe, tuvo que adecuar hace dos años todos sus rótulos con los sellos y eso representó un costo alto, admitieron las fuentes consultadas por este medio. También aseguraron que, en muchos casos, cuando se hacen los pedidos de etiquetas y bolsas, las cantidades compradas duran dos años.

En este marco, Apymil consideró que la clave para una “alimentación saludable” pasa por permitir que los consumidores puedan diferenciar entre los productos que tienen la misma cantidad de sellos pero un perfil nutricional completamente distinto. Y para lograrlo, dicen, es necesario impulsar campañas educativas.

Cómo lo ven los supermercados

Para Juan López Raido, vocero de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Rosario, el impacto de los cambios dispuestos por la Anmat todavía están siendo evaluados por la industria, ya que son muy recientes.

No obstante, el dirigente rescató que la ley “empezó a tener un impacto positivo entre los consumidores, porque apunta al derecho a una alimentación saludable. Las empresas se fueron adaptando. Y ahora las modificaciones que se conocieron en diciembre están en evaluación”. 

López Raido comentó a Punto biz que con la mayor apertura de importación de alimentos, dispuesta esta semana por la Nación, muchos productos que cumplen con normativas internacionales llegarán al país “y esos estándares se van a tratar de replicar acá, por lo cual iríamos hacia una equiparación con esos niveles internacionales”. 

De esa forma, dijo, la ley “se va acercando a lo que pasa en otros países, donde la forma en que éstos productos llegan al consumidor está bien exhibida en el envase”.

La posición de Copal

Desde la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (Copal) indicaron a Punto biz que las disposiciones de Anmat son un “avance” que mejora la información nutricional para los consumidores, ya que reflejan “la necesidad de modificar el entramado normativo y mejorar las distorsiones”.

La entidad empresaria estimó que esta decisión llevará a una adecuación de los envases en el corto plazo, para luego llegar a la armonización de este tipo de medidas a nivel Mercosur, que apunte a “informar de manera comprensible, correcta y veraz al consumidor, sin desatender la mirada y las preocupaciones del sector productivo”.

En este sentido, destacó que los cambios recientes permiten acercarse a la adaptación normativa bajo estándares internacionales y conocer mejor -por parte de los consumidores- los nutrientes añadidos.

Ahora, según Copal, se puede advertir que:

- Los sellos advierten respecto de los nutrientes agregados, mientras que antes se consideraban también los nutrientes que ya estaban presentes de forma natural en el alimento, lo que en la mayoría de las oportunidades generaba confusión.

- Antes, un alimento que tuviera en su rotulo mínimamente un sello, no podía declararse ningún aspecto nutricionalmente positivo sobre él. Ahora, sí se van a poder destacar otras cualidades, siempre y cuando no tengan que ver con los nutrientes declarados en exceso.

Qué dice la Ley

La Ley 27642 de Promoción de la Alimentación Saludable, conocida como Ley de Etiquetado Frontal, fue promulgada en noviembre de 2021, luego de un demorado debate parlamentario. 

Básicamente, la norma estipula que los envases de alimentos con excesos de componentes que pueden ser nocivos para la salud -como azúcares, sodio y grasas saturadas, entre otros-  deberán advertir de manera visible esa condición.

Esos alimentos llevan -en la cara principal- de su envase un sello negro octogonal de advertencia por cada nutriente crítico en exceso: azúcar, sodio, grasas saturadas, grasas totales y calorías. Puede llevar uno o más sellos.

En el caso de los productos con edulcorantes, el envase debe contener una leyenda precautoria, por debajo de los sellos, con la leyenda "contiene edulcorantes, no recomendable en niños/as".

Cuáles son los alimentos que no contarán con sellos negros

Tras las modificaciones dispuestas recientemente por la Anmat, los alimentos que ya están etiquetados bajo la normativa anterior continuarán a la venta hasta que se termine con su stock. 

Pero las empresas deberán adecuarse a la nueva regulación; así, algunos alimentos que ya no contarán con sellos negros son los quesos, salvo que tengan un contenido de sodio elevado. Lo mismo sucederá con los yogures, las aceitunas (cuyo contenido graso es natural) y los jugos de frutas, siempre que se use azúcar como conservante.