Importaciones: "En Argentina no hay una cultura de bajar precios"

El Gobierno de Javier Milei confirmó que, desde este martes 26 de noviembre, los importadores no deberán adelantar el 95% del impuesto Pais. Esta medida reduce el costo del dólar para comercio exterior y coincide con la eliminación del tributo, prevista para diciembre de 2024.

Esta noticia genera un interrogante respecto a cómo repercutirá en la industria nacional y en los precios. En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), el experto en comercio exterior Miguel Ponce analizó la medida. 

- ¿Cuál es tu análisis de esta noticia?

- El Boletín Oficial de este martes trae, por un lado, esto del impuesto País y, por otro lado, trae la facilitación para importar todo lo que tenga que ver con electrodomésticos. Son las dos noticias económicas del día de las oficialmente publicadas. Ahora, esto también hay que mirarlo desde la perspectiva de la industria, y para los sectores productivos es un día negro.

Este martes es la asamblea industrial y no solo los industriales se tienen que bancar que no vaya el presidente, sino que en este marco es de notar que esta apertura importadora se profundiza mientras no se tocan los impuestos internos a las producciones nacionales, lo que va generando un combo muy particular.

Es entendible que en la lucha antiinflacionaria se entienda que la apertura importadora pueda hacer de freno de las remarcaciones habituales. Ya esto se había iniciado en su momento en supermercados con alimentos. Yo he trabajado muchos años en la Cámara de Importadores y los mismos que fabrican tienen muy aceitados sus mecanismos para que en el momento en que viene la oleada importadora puedan aprovecharlo. Son los mismos formadores de precios que cuando el tema está cerrado, son los grandes protagonistas.

Igualmente, el efecto, en general, no es bajar precios, sino consolidar o legitimar los precios que ya estaban. Es decir, vos traés lo del exterior y no es que vas a bajar tu precio local. Posiblemente lo mantengas, pero decís “el mercado ya me ha convalidado estos precios, me los ha legitimado y lo dejo ahí”. En Argentina no hay cultura para bajar precios. Sube la nafta y te dicen que es porque subió el petróleo a nivel internacional. Cuando baja el petróleo no te bajan la nafta. Entonces, esa cultura de no bajar precios hace que, por un lado, se miren estas decisiones con un cierto relativismo en cuanto a los efectos finales en el bolsillo del consumidor. Creo que es un tema que va a impactar y ya está impactando en algunas economías regionales. El tema Mendoza está teniendo una caída a partir de la competencia de vinos que vienen del exterior muy fuerte. Los productores de cerdo están viendo que la mayoría de las bondiolas que se están vendiendo no son producidas por ellos, sino por Brasil. Es decir, la gente, la crisis de la yerba, a partir de yerba que viene de otros lugares, también se está notando. Y me parece que en esa inhomogeneidad que se da de situaciones hay que ser muy cauteloso en cuanto a la velocidad que las expectativas hacen para un reacomodamiento de precios relativos. Mi sensación es que tenemos que esperar un poco.

- ¿Qué implica esta medida de la quita de parte del impuesto País para las importaciones? ¿Esto se puede traducir en una baja de precios?

- Yo creo que la baja de precios es difícil. Debería haber baja de precios, deberían bajar los costos cuando importás insumos si vos estabas pagando el ompuesto País y ahora te reducen el 95%. De todos modos, es un mes porque sabemos que a fin de año ese impuesto cae automáticamente. No es una decisión del Gobierno,  la ley dice que el impuesto finaliza este año.

Pero ahora sí es importante porque una reducción de un 95% sobre el 7,5% o el 17,5% como era antes, que ya se había bajado 10 y ahora el adelanto te lo bajan a ese valor, debería notarse en los precios. Yo creo que se va a notar básicamente en los costos de los insumos industriales que se planteen importar. Lo paradójico es que los industriales nacionales están enojados por la apertura importadora tan fuerte.

- ¿Por qué? 

- Porque ellos dicen que “no puede ser que no nos equilibren la cancha”. Esos productos que entran de afuera tienen una carga impositiva entre un 10% o 15%, mientras que la carga impositiva en la Argentina está en el entorno del 50%. Entonces ellos decían “para que podamos competir, bájennos primero los impuestos, póngannos en el mismo plano y ninguno de nosotros se va a poner a competir con el exterior”. Pero a su vez, los importadores también están enojados.

- ¿Los importadores por qué están enojados? 

- Porque con el puerta a puerta, las compras por Amazon, por Alibaba o hasta por Mercado Libre también tienen menos carga impositiva que la que van a tener los importadores. Estamos en un momento en el cual a mi juicio tendría que haber una mesa de análisis de cómo tomo las medidas y con qué impacto. Este último tema que te he relatado es un tema que se da a nivel mundial. Yo estuve en China, y en China los grandes supermercados son prácticamente grandes tiendas donde vos vas y ves los productos y los querés ver físicamente. Pero después todos los pedidos y todas las compras se hacen a través de Alibaba en el caso de China, pero en otros lugares se hace también a través de Mercado Libre o Amazon, que serían las más populares. Porque está el negocio de los couriers, el famoso puerta a puerta, donde vos conseguís precios que no los conseguís a veces en el mercado local, y ahora todo eso se ha liberalizado. Así que estamos allí en un tema de competencias y de quejas muy particulares.

Todo lo que tenga que ver con la última parte de la resolución de este martes, que es esta simplificación para facilitar el ingreso electrodomésticos y demás, todo lo que tenga que ver con simplificaciones hay que aplaudirlo. El tema es que debería hacerse equilibrando las canchas para que esta medida no se transforme en un boomerang y, además de la pérdida de capacidad adquisitiva del mercado, de la gente, tenés encima como productor nacional la competencia de lo que te viene de afuera con cargas impositivas muy inferiores a las tuyas.

- Y con respecto a la segunda medida que elimina un trámite burocrático que tienen que pagar los importadores de ciertos electrodomésticos, ¿es significativa esta eliminación en términos de costos? 

- Es significativa, te abarata costos. Lo que se ha hecho es eliminar medidas que eran utilizadas como para-arancelarios. Es decir, yo soy fabricante nacional y le exijo a lo que va a entrar de afuera a competir conmigo que demuestre la racionalidad del uso energético, que haya a su vez una certificación de alguna de las empresas internacionales, de las fábricas en el exterior, que estén homologando que lo que vas a traer está fabricado siguiendo las reglas del arte. Es decir, había toda una cantidad de cosas que tenía que pagarlas el tipo que quería entrar, o el importador que quería traerlas que por supuesto tardaba mucho tiempo, se frenaban y desalentaban que vos puedas traer competencia de estos rubros. Ahora todo eso se simplifica y se abarata. 

- Entonces aquí podría verse una baja de precios. 

- Vamos a verlo, hay que esperar, porque no hay una cultura de bajar precios en la Argentina. Es muy raro la baja de precios. En todo caso, lo que sirve es para que no te aumenten. Entonces, vos lográs diciendo que el mercado ha convalidado tu precio, porque estaba comprando así, y que lo que viene de afuera le ponés un centavo, dos centavos, $2, $15, arriba o abajo, como para decir “ven que no estábamos tan mal antes”. Y lo que hacés es, en todo caso, el beneficio en términos de la lucha antiinflacionaria es que no aumentás precios ahora. Eso es verdad. Y, por otro lado, muchos de los supermercadistas sobre todo te decían “nosotros estuvimos trabajando a costo, estuvimos trabajando a la par”. Ahora llegó el momento, con esto de lo importado, de recuperar un poco márgenes que veníamos perdiendo.

- ¿Qué escenario ves a partir del 23 de diciembre en materia de comercio exterior y también del impacto de la quita total del impuesto País?

- Insisto, lo que queda por quitar es 5%. El primer impacto lo deberíamos ver a partir de este martes. Hoy se ha anulado el aumento, el adelanto del 95%. El debate central es ver si se logran mantener las variables principales de la economía. ¿Qué quiero decir? Si seguimos con cepo, si seguimos con intervención del Gobierno, del Banco Central en el mercado cambiario, si se logran mantener convergentes y achicando la brecha, si se mantiene el retraso cambiario. Es decir, todos elementos que aparentemente se quieren hacer durar hasta el tiempo electoral. Yo suelo decir en la intimidad, estamos con un plan en “Lamolina”, un árbitro que se hizo famoso con el “siga, siga”.

Me parece que en la medida en que el gobierno logre que la población visualice que el tema inflacionario está dominado, no veo que haya voluntad de efectuar cambios muy drásticos, sobre todo porque encima hay una especulación de que la llegada de Donald Trump significaría algún tipo de ayuda de los Estados Unidos en el propio Fondo Monetario Internacional (FMI), y eso ablandaría las condiciones que el FMI estaba imponiendo para poder armar un nuevo programa, que es lo que viene anunciando el Gobierno, que lógicamente también hay que hacerlo porque el 31 de diciembre se termina este plan de facilidades extendidas. Pero mi sensación es que van a intentar mantener todo, que no haya olas. El “siga, siga” para que no haya olas.