Herederas de una familia de apasionados, llevaron su marca a Recoleta

La diseñadora rosarina Florencia Solari acuñó su marca de ropa y accesorios, Guaina del Sur, inspirada en la cultura rural argentina, un mundo que conoce de cerca por haberse criado en el campo familiar. Aunque el sello ya tiene seis años, lo que era un emprendimiento personal dio un gran salto el año pasado, cuando Solari se asoció con su prima, Luciana Redondo. Juntas decidieron abrir un showroom en el barrio de Recoleta de la Ciudad de Buenos Aires, muy cerca del Patio Bullrich, un punto emblemático para las familias del campo y también para turistas en busca de productos típicos argentinos. 

La marca guarda en su esencia la inspiración gauchesca artesanal, a partir de la incorporación de materiales como el cuero, la alpaca y las piedras naturales en prendas de vestir y accesorios.

La búsqueda es fusionar la belleza rústica del campo con la sofisticación de la ciudad. En cierto sentido, la combinación de universos contrapuestos representa una constante en el árbol genealógico de las emprendedoras, que son las herederas de un linaje de mujeres conectadas con el arte y la artesanía (su abuela es una eximia tejedora y también lo era su bisabuela) y, a la vez, llevan dos apellidos que son prácticamente una escudería en el mundo del fútbol (ambas emprendedoras son nietas del ex jugador y mítico entrenador Jorge "el Indio" Solari). 

Guaina del Sur (Guaina: mujer joven) nació mientras Florencia estudiaba Diseño Textil en la Universidad de Palermo, a partir de, que en una materia, se le propusiera la creación de una marca que capte su identidad. “Me crié en el campo, soy fanática de los caballos criollos y una fiel seguidora de las tradiciones del país. Quería que eso se transmita en mi trabajo”, expresó Solari a Punto biz. También destacó el esfuerzo artesanal en cada producto y la elección de materiales nobles. "Son prendas que, si las cuidás bien, te duran toda la vida", sostuvo. 

La marca comercializa carteras, mochilas y otros productos de marroquinería en cuero natural. Tienen, además neceseres, accesorios, yerberas y bombillas artesanales de alpaca con un detalle particular: en la punta se destacan piedras naturales (amatista, citrino, rodocrosita, cuarzos, entre otras). Innovaron hace poco con tabaqueras de cuero y también comercializan accesorios como collares, cintos, sombreros, vinchas de pluma, etc.

Estirpe de artesanas

El oficio artesanal se transmitió durante generaciones entre las mujeres de la familia. En diálogo con Punto biz, Florencia elogió los tejidos de su abuela Ester, responsable de confeccionar gran parte de las prendas de lana del emprendimiento. “Es una habilidad y una pasión heredada de su madre, nuestra bisabuela Nana”, contó Florencia, y aclaró que todos los tejidos de Guaina del Sur se realizan con lana virgen. "Están hechos a dos agujas, combinando diferentes puntos como el inglés o el jersey, y otros de alta complejidad, como el punto de trenza. Algunas confecciones llevan más de 30 horas de tejido", contaron. 

A mediano plazo, la brújula está puesta en abrir mercados internacionales, más propensos a pagar por el agregado de valor que conlleva el trabajo artesanal.  Además, la fusión entre lo moderno y la tradición es un imán en muchso países del mundo.