Hacen biodiesel y con u$s12M quintuplicaron el monto de inversiones previstas

La elaboradora de biodiesel Doble L Bioenergías, con base en la localidad de Sa Pereyra, terminó llevando a una escala muy superior el plan de diversificación que había anunciado en 2022. Aquel proyecto, que contemplaba una inversión de u$s2,5 millones para producir aceites grasos a partir del aprovechamiento de descartes del proceso de biodiesel y residuos de la industria aceitera, terminó demandando un desembolso total cercano a los u$s12 millones.

“El número original quedó completamente desactualizado. Arrancamos con dos millones y medio de dólares y hoy estamos arriba de los doce”, reconoció Leandro Luqui, titular de la firma, al explicar que el incremento estuvo directamente ligado a la ampliación de la capacidad instalada y al nivel de automatización que finalmente adoptó la planta.

La nueva unidad productiva se levanta contigua a la usina de biodiesel y se apoya en un concepto de economía circular: transformar efluentes y subproductos —como oleínas y ácidos grasos— en insumos con mayor valor agregado. “La oleína y los ácidos grasos son residuos de otros procesos. Lo importante es que acá pasan a ser materia prima para energía renovable, eso es lo que le da el doble impacto ambiental”, explicó Luqui en contacto con Punto biz.

Según detalló el empresario, el foco comercial se fue desplazando con el correr de la obra. “Arrancamos pensando mucho en alimento balanceado, pero hoy el objetivo está más puesto en el biodiesel de segunda generación para Europa, que es donde mejor se paga”, señaló. Ese tipo de biocombustible, elaborado a partir de residuos, tiene un reconocimiento superior en términos de bonos de carbono: “Usar una tonelada de este bio equivale, en impacto ambiental, a media tonelada de biodiesel tradicional”.

El proyecto fue creciendo en alcance a medida que avanzaba la construcción. La compañía amplió naves industriales, dejó previstas duplicaciones futuras de equipos y sumó infraestructura clave. “Hicimos todo sobredimensionado: la sala de calderas está lista para una caldera más, la planta para duplicar equipos y los edificios para crecer sin tener que volver a romper”, describió Luqui. También se incorporó aduana en planta, con edificio propio y laboratorios, para facilitar la operatoria exportadora.

Otro capítulo relevante fue la inversión en energía limpia. Doble L instaló unos 500 kW de paneles solares, un desembolso que rondó entre 800 y 900 millones de pesos. “Eso también suma para Europa: no sólo vendés un producto hecho con residuos, sino que además lo producís usando energía renovable”, destacó el titular de la firma, que ya obtuvo el sello verde de la provincia de Santa Fe.

En términos de escala, la nueva unidad permitirá producir mensualmente entre 1.500 y 2.000 toneladas de oleínas y entre 1.000 y 1.200 toneladas de biodiesel, además de subproductos como ácidos grasos. Si bien la capacidad del biodiesel tradicional también se incrementó, Luqui aclaró que hoy el crecimiento está condicionado por el régimen de cupos del sector: “Capacidad tenemos, el límite hoy no es técnico sino regulatorio”.

Tras una parada técnica vinculada a ajustes en revestimientos internos de reactores, la empresa prevé retomar la producción plena entre febrero y marzo. “Fue un tema puntual, ya está resuelto. En un par de semanas deberíamos estar produciendo de nuevo”, afirmó Luqui. Con la inversión ya ejecutada, Doble L Bioenergías queda posicionada para competir en un segmento de mayor valor agregado, con foco exportador y alineado con las exigencias ambientales del mercado europeo.