Ganadores y perdedores del primer round electoral en Santa Fe

Los portales de todo el país hablarán de la victoria provincial de Maximiliano Pullaro y del segundo puesto del peronismo de la mano de Juan Monteverde. Los medios más enquistados con el gobierno nacional hablarán de que “el candidato de Milei” quedó lejos. Pero bien sabido es que nacionalizar resultados provinciales lleva a conclusiones erróneas la mayoría de las veces.

Antes de pasar al resultado de los comicios, cabe mencionar que entre los perdedores de la jornada podría incluirse a toda la clase política. Los candidatos no atrajeron a la gente a las urnas. La participación alcanzó pisos históricos desde el regreso de la democracia y los votos blancos y nulos un crecimiento altísimo. Algunas formas de graficarlo brutalmente. A nivel provincial, el 42% del padrón no fue a votar, 17% votó por Pullaro, 13% optó por alguna lista peronista, otro 13% eligió a Granata o a LLA y un 5% decidió anular o emitir un voto en blanco. Si “blanco” y “nulo” hubieran sido listas, habrían quedado muy cerca del piso electoral de 70.800, correspondiéndoles al menos dos candidatos a cada una.

A nivel municipal, en Rosario, “blancos” y “nulos” suman juntos más de 50.000 votos. Hoy quien se disputa uno de los últimos lugares en el Concejo consiguió menos de 20.000.

La Constituyente de Unidos

El gobernador de la Provincia pasó la prueba. Con casi el 35% de los votos, obtuvo una victoria contundente por sobre sus competidores, 20 puntos por debajo. En el oficialismo hablan de haber conseguido 20 de los 50 constituyentes que se ponían en juego en la elección de distrito único. Si a estos se le suman los 13 que obtuvo en las contiendas distritales se alcanzan los más de 30 de los que hablaba el frente en los días previos. Buena cantidad pero por debajo del número mágico de 35, que otorga mayoría simple para imponer modificaciones en la convención reformadora sin la ayuda de aliados.

Para el oficialismo, la reelección quedó asegurada. A los 33 de Pullaro podrían sumarse los 3 de Locomotora Olivera, sin dudas, toda una sorpresa de esta elección. Pero la “pesca” de votos puede que también tenga otros estanques y vaya en dirección de amigos recientes con los cuales Pullaro ya acordó a la hora de sellar el pacto por el pack de reformas judiciales, previsionales y constitucionales. Tal es caso de algunos senadores del PJ, por ejemplo el vencedor en Castellanos, Alcides Calvo, hombre de Omar Perotti con quien existe un constante diálogo. Además dentro de Unidos también confían en que podrán lograr acuerdos con otros sectores que expresan “racionalidad política” y dentro de este grupo se incluye a los peronistas. Si bien desde el justicialismo expresaron que al actual gobernador la reelección no debería permitirsele por haber jurado por una constitución que no la avalaba, las necesidades de supervivencia conjunta podrían conducir a acuerdos de largo plazo.

También podría imaginarse un escenario en el que los constituyentes de la Libertad Avanza consientan una reforma como resultado del pacto de no-agresión que existe entre Pullaro y Milei y de la cooperación mutua a la hora de abordar el problema de seguridad de la Provincia.

Si bien el objetivo reformista y reeleccionista de Pullaro va camino a ser aprobado, la victoria no fue arrolladora como lo fue en 2023, cuando alcanzó casi el 60% de los votos. Esto complica los planes de un “cordobesismo santafesino” liderado por Pullaro. La posibilidad de blindar la Provincia de la coyuntura nacional, tal como sucede en Córdoba con el proyecto liderado en sus orígenes por Schiaretti y De La Sota, queda ahora muy limitada si se repite esta elección de virtuales tercios.

Por lo tanto, Pullaro ganó pero en algo perdió. Quedó muy cerca de una reelección que le permitiría proyectarse como un gran elector nacional, pero a la vez se vio amenazada su hegemonía en el plano provincial.

La figura de la noche

Juan Pedro Aleart se llevó todas las miradas en la ciudad y el departamento de Rosario. Quedó como el candidato más votado en la categoría concejal con más de 84.000 votos en su primera elección. El hombre acercado por Patricia Bullrich a la La Libertad Avanza, quedó muy bien posicionado de cara a una pelea por la intendencia en 2027. Pero tiempo al tiempo. En 2017, Roy López Molina ganó el Concejo con 40% de los votos y dos años después salió tercero en la elección por el municipio. A la vez, votar concejal no es lo mismo que votar intendente y el electorado rosarino suele utilizar las elecciones de medio término para enviar un mensaje a los oficialismos. El antecedente de López Molina, impulsado en su momento por el buen momento del Gobierno de Mauricio Macri, abre un debate acerca de las causas del triunfo de Juan Pedro: ¿pesó más su reconocimiento como conductor de la TV o llevar la marca de ser el candidato de Milei? Y esta pregunta también se anida a la incertidumbre por el futuro que tendrá Javier Milei en los dos años y medio que le restan como presidente. Todo está por verse.

Además, la victoria de Aleart fue doble. Se dio el lujo de vencer a su predecesor en el clásico noticiero del mediodía rosarino. Con el 31% de los votos, se impuso por sobre Ciro Seisas (26%) y será constituyente por el departamento de Rosario.

El “Rosariazo”

Aunque parezca imposible, el peronismo “ganó” Rosario, probablemente uno de los distritos que le es más esquivo en todo el país. Pero es una victoria a medias, ya que quien encabezaba la lista de la interna de concejales era un elector proveniente de otra identidad política, Ciudad Futura. Luego de confluir con el PJ para las elecciones de intendente de 2023, Juan Monteverde tomó nuevamente el liderazgo del espacio para consagrarse ampliamente por sobre sus competidores internos y mostrarse vivo de cara a 2027.

Monteverde no fue el más votado, alcanzó al menos 81.000 en el recuento provisorio, más de 2.000 por debajo de Aleart. Pero la sumatoria de votos de Más Para Santa Fe los posicionó como la primera fuerza. Casi 30% de los votos totales, 7% por arriba de Unidos y La Libertad Avanza. La euforia de la noche del domingo llevó a algunos dirigentes peronistas a hablar de “Rosariazo” cuando se conocían las primeras proyecciones. Calculan que ingresarán cuatro ediles propios en diciembre.

Quienes compitieron por fuera de la estructura partidaria pero dentro del amplio espectro peronista no tuvieron buenos desempeños. Roberto Sukerman fue de este grupo el que mejor quedó posicionado para volver al Concejo. La lista encabezada por Lisandro Cavatorta quedó muy rezagada y esto implicaría que tanto el experiodista como su compañera de fórmula, Julia Irigoita, perderían sus bancas en el Concejo Deliberante en diciembre.

La diáspora peronista

El justicialismo sigue partido y así concurrió a las elecciones. Tres eran las propuestas que ofrecía en la boleta de distrito único a nivel provincial. Finalmente, solo dos contarán con representantes en la convención. La estimación primera asigna 12 lugares para Monteverde y 4 para Lewandoski. Afuera quedó el abogado Roberto Sukerman. El peronismo puede decir que salió segundo si solo se considera la lista de Juan Monteverde y se la compara individualmente con las demás. Resta ver si habrá diálogo y una confluencia con los constituyentes de Lewandowski. Pero si se unifican estos grupos, bien cabría aglutinar, o al menos asimilar, el voto “afín a Milei” o “anti casta”, que entre las bancas de Mayoraz (10) y Granata (7) alcanzaría 17 y se posicionaría por encima del peronismo. ¿Vuelve el ya conocido escenario de tercios a Santa Fe?

La elección de Javkin y cía.

No fue la mejor de las noches electorales para el partido del intendente. No pudo registrar victorias de los dos candidatos que impulsó. Ciro Seisas perdió su invicto en Rosario luego de registrar sendas conquistas en 2021 como concejal y en 2023 como senador por el departamento. No deja de ser un elector con chances para la Intendencia en 2027 pero que se haya demostrado su imbatibilidad abre el juego para que figuras del socialismo o la propia María Eugenía Schmuck se le animen al candidato del intendente.

En el concejo, Unidos sufrió una dura derrota quedando tercero en el acumulado de frentes políticos. Apenas por debajo de La Libertad Avanza, alcanzó un 22%. El bajo desempeño de la candidata del intendente, Carolina Labayru, dentro de la interna abrió la puerta a que outsiders también eleven su perfil. Pablo el Gato Gavira, con sus más de 16.000, votos se estaría colando tercero dentro de la lista de pseudounidad comandada por la funcionaria municipal, que a la vez expresaba a diferentes sectores del frente. El hasta hace poco periodista deportivo ocuparía el lugar de Anita Martínez en la lista definitiva de junio.

La actuación de los “anti-casta”

En el lado anticasta del voto santafesino, Amalia Granata salió perjudicada. Si bien su participación estuvo a la altura de sus actuaciones históricas, no pudo crecer. Logró la misma cantidad de constituyentes que de diputados en su última elección (7). Su discurso pirotécnico contra el gobernador y los privilegios de la política no le rindió tanto como se esperaba. Además, se vio superada por un nuevo jugador en la provincia, LLA, que en su debut de la mano de Nicolás Mayoraz obtuvo un tercer lugar que le otorgaría 8 constituyentes por distrito único, más 2 que ingresan por departamentos.

El pasado de Amalia la ubica muy cerca del ámbito libertario. Supo elogiar al libertario antes de que ganara la presidencia y en gran medida replica su discurso a nivel provincial. También tuvo relación con el asesor presidencial Santiago Caputo. Pero a diferencia de Mayoraz, quien fue diputado pañuelo celeste gracias a Granata, no dio el salto a la plana nacional y siguió atendiendo su juego en la Legislatura. Tal como sucede en el peronismo, las coincidencias a la hora de las propuestas permiten imaginar una posible alianza en el mediano o largo plazo.