Fábrica amplía su planta y profesionaliza su operación en Fisherton

La pyme industrial Blotta Tecnología Alimentaria, especializada en el diseño y fabricación de maquinaria para la elaboración de empanadas, pastas frescas y otros alimentos, atraviesa una etapa clave de expansión. La firma acaba de adquirir un nuevo inmueble en el corazón de Fisherton Industrial -donde están afincados originalmente-, y amplió en más de 1.000 m2 su infraestructura operativa.

El nuevo predio, ubicado en la esquina de Brasil y Gandhi, a menos de 100 metros de su planta base, será destinado a tareas de mecanizado y desarrollo de componentes, mientras que en la sede tradicional se mantendrán los procesos de armado final y administración. “No nos daba para irnos a un parque industrial, así que compramos una propiedad cerca. Desdoblamos la operación: lo mecanizado ya se trasladó y ahora estamos ordenando el resto”, explicó Osvaldo Blotta, socio gerente y segunda generación al frente de la compañía, en contacto con Punto biz.

El crecimiento físico vino acompañado de un proceso de profesionalización interna, con nuevos roles asignados, más departamentos y un ordenamiento de procesos. “Antes el dueño era el que hacía de gerente, de jefe de producción y de ventas. Hoy delegamos. Tenemos una persona en desarrollo, otra en servicio técnico, otra en comercial, cada uno con su oficina y su función”, señaló Blotta. Y añadió con autocrítica: “Me volvía loco con todo encima. Hasta me preguntaban qué color de lápiz comprar. El error era mío, no había generado los roles necesarios”.

La historia de Blotta arranca hace más de tres décadas de la mano del padre del actual titular. “Mi viejo fue un inventor nato. Hacía máquinas para panadería, automatizó procesos. Muchas ideas que siguen vigentes salieron de él”, contó Osvaldo. Ese espíritu innovador se mantiene: la empresa continúa desarrollando maquinaria propia, en formatos compactos que permiten producir en espacios pequeños, apuntando tanto al mercado nacional como al externo.

“Hicimos equipos más chicos, más accesibles, que permiten a cualquier persona fabricar empanadas o pastas frescas sin grandes instalaciones. Incluso llegamos a montar una mini planta de empanadas en nuestra fábrica para mostrar las máquinas en funcionamiento a potenciales clientes del exterior”, reveló.

Aunque el contexto económico local es complejo y el tipo de cambio no favorece, Blotta mantiene su perfil exportador. “Tenemos presencia en mercados como México y Venezuela. No somos los más baratos, pero hacemos productos especiales. No nos compran por precio, sino por lo que ofrecemos”, señaló. En esa línea, remarcó que “la innovación es lo que nos salva. En vez de competir de lleno con productos chinos, buscamos diferenciarnos desarrollando maquinaria específica y asesorando a nuestros clientes en cada etapa del proceso productivo”.