Enero seco: los beneficios de no consumir alcohol el primer mes del año

Para muchas personas, los eventos sociales están ligados a la bebida, ya que, desde los happy hours hasta las juntadas con amigos, pasando por las reuniones familiares y las cenas íntimas, el alcohol está presente, pero los especialistas dicen que no tiene porque ser así. Ahí es donde entra en juego el Dry January (del inglés, enero seco): después de los excesos de las fiestas, es una oportunidad para pasar un mes entero y empezar un nuevo año sin beber un sorbo de vino, cerveza o licor. Algunas personas aceptan el reto como parte de su propósito de tomar menos tras haber bebido por demás en los eventos festivos.

Detrás de la tendencia del Dry January hay una ciencia real y podría valer la pena intentarlo en 2023, ya que, los expertos consideran que este reto tiene beneficios y, además, está la curiosidad de saber qué puede ocurrir al explorar la sobriedad durante un mes seguido.

Qué es el Dry January

Se trata de una iniciativa de una organización británica llamada Alcohol Change UK que tiene millones de seguidores y reta a los adultos a abstenerse del alcohol durante ese período para restablecer su relación con la bebida.

“Es posible que notes que ganaste uno o dos kilos de más, que no duermas demasiado bien o que, en general, quieras recuperar tu salud después de los festejos de fin de año”, señaló Dawn Brighid, nutricionista y entrenadora de salud del Eleven Eleven Wellness Center de Nueva York. La especialista añadió: “El compromiso a corto plazo de 31 días es factible para la mayoría de la gente”.

Los beneficios de no beber en enero

Los especialistas consideran que mantenerse sobrio durante un mes puede ayudar a comprender mejor cómo afecta el alcohol al cuerpo y a la mente y podría convencer a las personas para que dejen de beber para siempre al considerar que la mayoría puede experimentar beneficios bastante profundos después de dejar la bebida

Aprender mucho sobre la relación con el alcohol: como ese tipo de bebidas es una parte tan importante de la vida social, beber puede convertirse en algo sin sentido. “Beneficiará mucho dar un paso atrás y replantearte los patrones de comportamiento durante un enero seco. Es una gran oportunidad para sintonizar con el cuerpo y ver cómo nos está afectando realmente. Después de enero, puede que nos demos cuenta que queremos (o necesitamos) beber menos alcohol”, señaló Brighid.

La salud mental puede mejorar: aunque disfrutar de una cerveza al final de un duro día de trabajo puede levantar el ánimo, el consumo de alcohol a largo plazo se asocia en realidad con resultados negativos para la salud mental. Por ejemplo, un estudio de 2015 encontró un vínculo entre el consumo excesivo de alcohol y la mala salud mental a través de líneas socioeconómicas, y otro de 2021 descubrió una asociación entre el consumo diario de alcohol y la depresión durante la pandemia de COVID-19. Además, una investigación de 2019, descubrió que los adultos que dejan de beber, especialmente las mujeres, experimentan un impulso bueno en su salud mental.

Ahorro de dinero: según una investigación realizada con 857 hombres y mujeres británicos que participaron en el Dry January y publicada en la revista Health Psychology, el 79% afirmó haber ahorrado dinero. “¿Qué podríamos hacer con ese dinero?”, indicó la nutricionista.

La energía y el sueño mejorarán: “Aunque creamos que el alcohol nos ayuda a conciliar el sueño, suele ocurrir lo contrario”, explicó Brighid. Y añadió: “Teniendo esto en cuenta, eliminar el alcohol puede conducir a un sueño más reparador y a más energía durante el día”. Según el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA), procesar alcohol suprime la fase más profunda del sueño (llamada REM), que es en gran parte responsable de sentirse bien descansado cada mañana. Las investigaciones respaldan esta afirmación, ya que el 62% de los participantes en el estudio Health Psychology declaró dormir mejor y tener más energía.

Pérdida de peso: “Dado que el alcohol contiene calorías y suele ser una fuente importante de carbohidratos, suprimirlo durante un mes puede ayudar a perder peso”, afirmó Brighid. “Además, se elimina el riesgo de tomar decisiones alimentarias poco saludables después de tomar unas copas. ¿Cuántas veces nos dimos el capricho de comer papas fritas o pizza después de haber bebido demasiado?”, indicó.

Acostumbrarse a beber menos alcohol: “Durante este mes, esa copa de vino en la cena o en la hora feliz con los compañeros de trabajo necesitará un sustituto. Una vez que nos acostumbremos a pedir un jugo en el bar, es posible que sigamos haciéndolo después del Dry January. De hecho, el 50% de los participantes en el estudio confirmó que bebía con menos frecuencia -y menos copas- durante los seis meses siguientes a la finalización del mes seco.

El cuerpo lo agradecerá: el alcohol es inflamatorio, lo que significa que desencadena la respuesta al estrés del organismo. “Cuando se toma una bebida alcohólica, el organismo la descompone en una sustancia química tóxica llamada acetaldehído y en radicales libres, que dañan las células. Como resultado, el consumo de alcohol puede contribuir a una variedad de problemas de salud”, dijo Brigid. Según un estudio de 2018, quienes abandonaron el alcohol durante un mes generalmente mejoraron su sensibilidad a la insulina, redujeron su presión arterial, mejoraron su función hepática y bajaron su colesterol.