Empresario ganadero creció fuerte, se concursó y busca salir a flote

La tormenta perfecta es la que le tocó enfrentar al empresario Amilcar Oberto, tercera generación en el negocio de la agricultura y la ganadería en la zona de Carcarañá. A través de su firma, Agroganadera Don Atilio SRL (ADA), terminó solicitando en los Tribunales la convocatoria de acreedores en un proceso que acaba de abrirse en Cañada de Gómez. 

Oberto comanda una compañía que creció fuerte en la última década. Cuando tomó las riendas de la sociedad familiar, creó un feedlot, fundó un frigorífico grado 2 para el procesamiento de medias reses, desembarcó en la distribución minorista de carne envasada, a la que también sumó carne porcina que le proveen terceros y terminó habilitando su propia red comercial. Lo cierto es que un cúmulo de elementos desde la segunda mitad de 2022 hasta finales de 2023 confluyeron para complicar las cuentas de la empresa. Así y todo, el titular de ADA insiste en que en base a la confianza generada con sus proveedores y clientes está pudiendo sanear su pasivo al margen del trámite concursal.

Si bien Agroganadera Don Atilio SRL tiene unos 40 años de trayectoria entre el camino marcado por el padre y el abuelo de Amilcar Oberto, lo cierto es que en los últimos 10 años el proceso de expansión de los negocios de la firma se aceleró. Precisamente esa estructura que creció fuerte, es la que le terminó complicando el horizonte de las cuentas a Oberto, quien asegura que hoy está en condiciones de refinanciar su pasivo sin perjudicar ninguno de los negocios que gestó.

“Hasta antes de 2005 la empresa estaba orientada básicamente a las tareas agrícolas y ganaderas con un tambo incluído. Básicamente ese fue el esquema que en su momento implementó mi padre y mi abuelo. Fue entonces que me incorporé al negocio familiar y primero avanzamos en el negocio de las media reses a partir de la puesta en marcha de un feedlot desde 2008”, relató Oberto, en contacto con Punto biz.

“La faena para las medias reses estuvo siempre tercerizada, pero conforme pasaba el tiempo empezamos a crecer en volumen de carne distribuida al punto de que en 2019 decidimos alquilar un inmueble y montar una planta frigorífica ciclo 2 que funciona hasta hoy. Recibimos la media res y procesamos la mercadería ofreciendo cortes envasados”, indicó el empresario sobre la lógica que prima hoy en día, a la que luego se sumó un esquema de distribución en distintos comercios de la región a los que se los provee de freezers con mercadería con la etiqueta de ADA, además de carnicerías propias.

“La planta ciclo 2 no solo tiene la habilitación para consumo interno, tiene permitido la colocación de mercadería en países limítrofes. En ese marco la rentabilidad permitía obviamente absorber una tasa de interés muy baja, hecho que nos posibilitaba hacer muchos esquemas de negocio con proveedores y clientes”, relató Oberto.

El inicio de las complicaciones

El empresario insiste en que confluye una suma de factores en las dificultades de la compañía. “A partir del segundo semestre de 2022 el maíz duplica su precio y en esa línea se duplica la producción de la proteína animal, con un estancamiento del precio de la hacienda gorda por la depresión del consumo interno. El negocio de engordar a 90 días un animal significaba una perdida de rentabilidad importante. Al alza del precio del maíz y los subproductos se le sumó la brutal alza de la tasa de interés que subió 10 veces de 2022 a 2023”, enumeró el ganadero.

La fuerte sequía hizo el resto. “El negocio agrícola, que estaba en capacidad de sostener el déficit en la pata ganadera, también se complicó por obra y gracia de la sequía, hecho que no solo nos restringió ganancias en un área en el que también nos desempeñamos, también hizo subir el costo de los insumos. Eso sumado a la desaparición de las herramientas de financiamiento en bancos, y la decisión de los proveedores de hacienda, también afectados por la coyuntura, de acortar los plazos para recibir pagos de 60 a 15 días. Fue todo un conjunto de factores que hicieron que la rentabilidad de la actividad no solamente cayera, sino que desapareciera y se transformara en una pérdida importante durante un periodo determinado”, cerró Oberto.

Plan de saneamiento

Al margen de los plazos concursales, Oberto es enfático al remarcar que a partir de la buena predisposición de proveedores y clientes ha logrado conversar con el grueso de los acreedores para asegurar un camino estable que permita compensar el rojo de acá al futuro. Dicha realidad es la base de la continuidad de los negocios del grupo empresario que al día de hoy no se han visto alterados.

Respecto del calendario de la convocatoria de acreedores, el trámite fue habilitado el pasado 16 de mayo por la jueza María Laura Aguaya, al frente del Juzgado de Primera Instancia en lo Civil, Comercial y Laboral de la 2ª Nominación de la ciudad de Cañada de Gómez.  El periodo de verificación de créditos, de acuerdo a lo que reza la publicación de edictos en el Boletín Oficial de Santa Fe, está vigente hasta el 18 de septiembre.