Eléctrico y en formato SUV, así es el nuevo Renault 4

Renault revivió un clásico de la marca: el Renault 4, que se discontinuó definitivamente en 1992. Ahora en el Salón del Automóvil de París presentó una moderna reinterpretación eléctrica de su emblemático Renault 4, en versión SUV y eléctrico. 

Este modelo, que es mucho más que un auto, es un verdadero ícono para la marca. Con más de 8 millones de unidades vendidas en más de 100 países, fue un auto intergeneracional que marcó a todas las clases sociales. Su producción cesó hace 30 años, pero el 4L sigue siendo muy recordado.

De esta forma, después de Renault 5 Prototype, el show-car 4EVER Trophy es la segunda reinterpretación eléctrica de un modelo icónico en el marco de Renaulution, el precursor del futuro SUV 100% eléctrico del segmento B de la gama Renault.

De acuerdo a la definición de la marca, este futuro vehículo será tan adecuado para la ciudad como para el campo, y compartirá con el futuro Renault 5 la nueva plataforma CMF-BEV dedicada a los vehículos eléctricos del segmento B. 

La silueta general es reconocible a primera vista, con un capó con personalidad y su famoso portón trasero que baja con un gran ángulo hacia el paragolpes. La ventana lateral tiene forma de trapecio con esquinas redondeadas. Está situado justo encima de la rueda trasera. En la parte delantera, los laterales están desnudos, sin ningún elemento estético. Los guardabarros cubren completamente los pasos de rueda y terminan en el parachoques.

Este estilo "retro" se combina armoniosamente con el resto de la línea, mejorada y tecnológica. El show-car tiene curvas más marcadas y una parrilla bien elaborada. Las conexiones ultra tech entre los paneles y la carrocería aportan precisión y modernidad. El contorno del techo también está muy elaborado.

Con su aspecto de buggy, 4EVER Trophy también se inspira en la competición. El capó es muy hueco y tiene una gran salida de aire para optimizar el funcionamiento del radiador situado en el centro del parachoques. El voladizo delantero es muy pequeño para optimizar sus capacidades fuera de la carretera.