El turismo sigue cuesta arriba en Rosario: cifras de un modelo para armar

Si de remar en dulce de leche se trata, la industria turística rosarina está súper entrenada. En los últimos años, tuvo desafíos en todos los frentes: a la pandemia -la peor crisis de la historia de la actividad- le siguió el lapidario deterioro de la imagen de la ciudad a raíz de la inseguridad. No ayudan las asignaturas eternamente pendientes, como la exigua conectividad del Aeropuerto Islas Malvinas y, de remate, se suma la merma del poder adquisitivo de los turistas nacionales. 

Para ver en dónde está parada la actividad en Rosario, Punto biz analizó los reportes mensuales que publica el Instituto Provincial de Estadísticas y Censos (Ipec). ¿Cuáles son las principales tendencias que se desprenden de ese análisis? 

La primera es que en Rosario el turismo aún no logró recuperar los niveles prepandemia. La cantidad de plazas ocupadas en 2024 fue un 19.5% menor que en 2019, y la tasa de ocupación de las plazas (que conjuga oferta y demanda) fue 16% menor el año pasado frente al año que antecedió a la crisis sanitaria. 

Es cierto que desde 2022 viene aumentando sostenidamente la cantidad de plazas disponibles en Rosario: se incrementó 7.3% de 2022 a 2023 y 16.3% de 2023 a 2024. Aún así, la oferta turística todavía es más baja que antes de la pandemia (la cantidad de plazas fluctúa -4.2% entre 2019 y 2024). 

Este aumento de la oferta en los últimos años relativiza la baja de la ocupación, pero no la explica en su totalidad: mientras que las plazas ocupadas descendieron 10.8% del 22 al 23, la oferta aumentó 7.3% en ese período.

Del 2023 al 2024, sin embargo, la balanza se empieza a emparejar: la cantidad de plazas ocupadas descendió apenas -2.5%, mientras que la oferta aumentó 16.3%. La tasa de ocupación de plazas se pegó a esta última cifra: descendió 5.3 puntos, lo cual representa una caída 16.33% interanual (en 2023 fue de 32.51% y en 2024, 27.2%).

Findes, la excepción

Las cifras del Ipec, que reflejan una recuperación que viene en cámara lenta, pueden sonar en disonancia con las que divulgó el Ente de Turismo Rosario (Etur) durante los últimos fines de semana largos. El balance anual 2024 del ente habla de un “importante crecimiento de la actividad”, en tanto que asegura que las plazas hoteleras “mantuvieron niveles 2023”, y destaca que "marcaron tasas de ocupación del 60% en findes XL".

“Lo que vemos es una demanda especialmente irregular, con picos altos en fin de semanas puntuales y un problema para mantener la ocupación durante la semana”, admitió Damián Auzunbud, gerente de Howard Johnson Rosario, vicepresidente de Aehgar. Agregó: “Abrieron muchos hoteles nuevos, pero eran proyectos que estaban pendientes desde hasta 10 años atrás, las inversiones en hotelería son a muy largo plazo. Otro problema del segmento hotelero es que, aún si recuperamos la ocupación, hoy la rentabilidad es muy baja porque es imposible trasladar los aumentos de costos que tuvimos a precios”, advirtió.

Por su parte, María Eugenia Díaz, gerente de Producto de Argard Viajes, admitió que “durante 2024, la venta de excursiones clásicas como las navegaciones y el circuito Messi bajó cerca de un 30%”. Para la experta, la baja se dio fruto de la pérdida del poder adquisitivo y la baja de los precios en destinos del exterior. “En algunos casos, en cambio de hacer varias salidas cerca al año las familias ahorraron para ir una vez a Brasil o a Chile”, contó. 

Todas las fichas a las reuniones

Si bien Rosario nunca fue líder en turismo receptivo de ocio, antes de la pandemia se había ganado un lugar firme como destino en vacaciones de invierno y escapadas. Con la crisis del consumo, el miniturismo se viene diluyendo sin remedio, pero en cambio hay un segmento que sí viene en pleno avance: el Mice, que incluye eventos deportivos, congresos y ferias, entre otras reuniones. 

“En Rosario, a la convocatoria de visitantes la determina la agenda de eventos”, aseveró Auzunbud.

Según los datos del Etur, el año pasado en la ciudad se celebraron 181 eventos (151 congresos y convenciones, 18 ferias y 14 eventos deportivos), algo menos que en 223, cuando habían sido 229.

El último ránking del Observatorio Nacional de Turismo de Reuniones la posicionó cuarta a Rosario, detrás de la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza y Córdoba. Para este año, ya hay agendadas 25 reuniones científicas y todo hace pensar que será una temporada prolífica en reuniones.

La Provincia puso su granito de arena para que suceda: auspició en la primera semana de abril la Fiexpo, un evento que convocó en los Salones Puerto Norte a 30 compradores internacionales, que representaban cerca de 100 reuniones con sede sin definir. La idea era que conozcan a la ciudad y sus prestadores, para que finalmente traigan los eventos a la city. 

“En poco tiempo Rosario logró separar su imagen de toda la visibilidad negativa y hoy están de nuevo bien parados. Tienen una identidad y una marca consolidada, en parte gracias a que cuentan con muchos embajadores de máximo nivel a nivel internacional”, opinó Arnaldo Nardone, el uruguayo CEO de Fiexpo y ex presidente de ICCA, la asociación global especializada en congresos y convenciones. 

En este sentido, obras como la del Arena -con capacidad para 13.000 personas- que se levantará en la ex Rural para los Juegos Odesur 2026 impulsarán al segmento de las reuniones. La ilusión es que, una vez concesionado, ese recinto habilite la posibilidad de realizar expos más grandes. “Lo que queremos es ser el destino sede número uno del interior. Y tenemos todo para serlo, vamos a competir”, dijo Gustavo Curto, empresario histórico del sector de eventos y vicepresidente del buró de Rosario.