Cortan cintas en parque industrial pero se acomodan a un recorte de producción

Una realidad ambigua: por un lado la alegría por la mudanza a una sede propia, por el otro, la sensación agridulce de un mercado que se achicó casi al 50%. Esa es la realidad que atraviesa la fábrica de turbinas para la industria de la maquinaria agrícola Gherbezza que en rigor de verdad hace algunas semanas ya produce en el Park Empresario de la zona oeste de Rosario y ahora esperan trasladar las oficinas.

Fue en 2020 que anunciaron la construcción de la nueva nave fabril de 1.600 m2 luego de 7 años de espera a partir de la compra del lote en el polígono fabril, lo cierto es que el plan de construcción sufrió contratiempos. “Registramos dificultades en la habilitación municipal del espacio, hecho que sumado a la pandemia trastocó los plazos. Lo importante es que la producción ya está centralizada en la zona oeste”, confirmó Eduardo Gherbezza, titular de la firma que hasta no hace tanto funcionó en un predio alquilado en 27 de Febrero al 3200. De hecho allí todavía están operativas las oficinas administrativas de la compañía.

“Lo que sigue ahora es el traslado de las oficinas que por el momento se ubicaran dentro de la misma nave fabril a partir de un sistema de construcción de seco. El bloque nuevo de oficinas fuera de la nave quedará para otra etapa”, confirmó el industrial, en contacto con Punto biz.

Ahora bien, el hito fundamental que significa para la empresa el hecho de operar una planta propia, se ve un poco eclipsado por una coyuntura compleja. El sector de la maquinaria agrícola en particular atraviesa un período de enfriamiento de ventas producto de la fuerte sequía que complicó la cosecha fina del año pasado y deja márgenes muy acotados ahora en plena zafra gruesa. 

La realidad en el mercado de los fierros del campo le pega de lleno a Gherbezza que provee de turbinas a las fábricas de sembradoras. “El mercado prevé para este año una caída del 50% respecto del año pasado y lo cierto es que ya estamos teniendo un recorte fuerte en la demanda, esa realidad impacta en la dinámica productiva”, reconoció el empresario.

“Como primera reacción a la baja en la venta de nuestros productos tuvimos que dejar de hacer horas extras, eso sumado a que cuando enfrentamos la licencia de algún empleado no habilitamos el reemplazo”, admitió. De acuerdo a lo esgrimido por Gherbezza, “Al día de hoy no hemos tenido que implementar suspensiones, estamos tratando de evitar esa posibilidad”.

El régimen de fabricación de la compañía es de 9 horas de lunes a jueves y 8 horas los viernes. “Trabajamos hoy 44 horas semanales, pero en otros momentos llegamos a hacer 40 horas extras en la semana, algo que hoy es historia”, concluyó.