Cómo será el paseo comercial de 1.200 m2 que levanta La Gallega

Lo que se había pensado como una simple remodelación terminó siendo una gran obra estructural en la sucursal más importante de La Gallega, la de Av. Eva Perón y Circunvalación. De hecho, después de los trabajos -que finalizarán en su totalidad en la segunda mitad de 2024- cambiará la fachada, el interior y las características edilicias del supermercado más grande de la cadena fundada por Sabino Álvarez, ahora en manos de sus hijos. Se trata de la mayor transformación desde la apertura de la firma en esa ubicación.

“En un principio habíamos proyectado la renovación del espacio existente y la integración de un paseo comercial y un fresh market. Pero sobre la marcha hubo un viraje y además de esos espacios, se definió hacer trabajos estructurales muy importantes, como la reconstrucción desde cero de unos 2.000 metros del techo y el reemplazo de muros perimetrales. Esto supone una transformación no solo de lo que se ve, sino también de las características técnicas del inmueble, que en eficiencia energética va a estar a la altura de las grandes superficies comerciales europeas”, prometió el arquitecto a cargo, Walter Isiar, titular del estudio Isiar Arquitectura.

La obra tendrá varias etapas. Por un lado, incluye la construcción de un paseo comercial de 1.200 m2, que albergará entre 8 y 10 locales, con superficies que van desde 40 m2 a 100 m2. “No están definidas las marcas que van a estar presentes, pero las negociaciones están en marcha”, confirmaron a Punto biz desde el directorio de La Gallega.

Por su parte, el arquitecto aclaró que “el paseo de compras tendrá flujo de público permanente”, en tanto que será paso obligado hacia el ingreso al supermercado. Sobre las características de los locales, agregó: “Está la posibilidad de adaptar el espacio a los requerimientos de las marcas, si la propuesta lo amerita”.

Segunda vida para un lugar emblemático

Como novedad, el “mini shopping” de La Gallega incluirá un café- bar. Esta incorporación viene con guiño, en tanto que marcará el regreso de la gastronomía a una cadena que fue pionera en la ciudad. Sin dudas, los rosarinos que pasan los 30 recordarán que -tanto en esta sucursal de Fisherton como en la de Av. Pellegrini- en La Gallega funcionaron grandes patios de comidas, que fueron furor a finales de los noventa, con una oferta que incluía desde carne a la parrilla hasta platos variados.

De hecho, el futuro paseo comercial será emplazado en el espacio en el que supo funcionar ese emblemático patio de comidas. “Todo ese espacio estaba ocioso, algo increíble para una superficie de ese tamaño (1.200 m2) en una ubicación privilegiada de la ciudad”, opinó el arquitecto.

En tanto, el nuevo café- bar va a estar aggiornado a los tiempos, y se va a integrar a la oferta de locales. Según pudo saber este medio, la idea es que el espacio sea gerenciado por una marca fuerte en el segmento gastronómico.

Por último, también habrá cambios al interior del súper, donde montarán un fresh market para jerarquizar la oferta de productos frescos, como carnes y verduras. “Se va a jerarquizar el sector de perecederos, con una mayor cantidad de m2 y con una ambientación más elegante. En ese sector habrá una temperatura diferente, más fresca, con los grados óptimos para ese tipo de alimentos”, detalló el arquitecto.      

Los cambios estructurales

¿Por qué una simple remodelación terminó en una obra estructural? Porque, al comenzar el restyling, encontraron problemas heredados de la época en la que se construyó la propiedad, adquirida por La Gallega en los noventa.

“El deterioro que tenía el edificio podía generar problemas de entrada de agua a futuro, que iban a terminar perjudicando al supermercado. Por eso, la empresa priorizó ir a lo seguro e invertir en mejoras durables. Literalmente, desarmamos la estructura existente y armamos una nueva”, admitió Isiar.  

El trabajo principal es la reconstrucción del techo, que está en marcha actualmente. “En cambio de optar por un diseño tipo diente de sierra como el que había, eliminamos las canaletas intermedias y se planteó un gran faldón que va bajando desde la parte más alta de edificio hasta calle Córdoba. A nivel visual se gana amplitud, y a nivel estructural es un planteo mucho más eficiente desde el punto de vista de la higrotermia”, aseguró el arquitecto, cuyo estudio se especializa en la construcción de superficies comerciales en el país y el exterior.

La nueva piel del edificio cumplirá con los estándares de eficiencia energética de las grandes tiendas internacionales de alimentos, en tanto su alta capacidad de aislación térmica. “Mientras que una cámara frigorífica requiere una película aislante de 60 mm de espesor para mantener la temperatura, este edificio va a tener 50 mm de espesor. Esto significa que va a requerir un esfuerzo mucho menor de los equipos de refrigeración y calefacción, lo cual se traduce en un ahorro para el medio ambiente y también en un beneficio para los vecinos de la zona, que contarán con una mayor potencia energética disponible”, detalló Isiar.

Los trabajos realizarán en varias etapas, hasta culminar a mediados del año que viene. El supermercado permanecerá abierto durante toda la obra.