Cómo impactará la liquidación del agro en la actividad económica

Así como en época de vacas gordas el campo derrama sus bondades en el resto de la economía, también hace sentir el rigor cuando los vientos no son tan favorables. Aunque la sequía quedó atrás, la cosecha de soja viene retrasada, sigue habiendo demoras con las ventas y entran menos dólares de lo esperado. 

“En la semana se vieron muy activas las Declaraciones Juradas de Venta al exterior de poroto de soja, además de los subproductos. La buena noticia es que esto podría dinamizar el ingreso de divisas, pero la mala es que, incluyendo negocios a fijar, sigue habiendo demora y en este caso es de 31% contra 38% promedio histórico. Si bien no es tan grande, no deja de preocupar. Quizás la reactivación de la trilla ayude”, evidenció Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. 

El aporte económico generado por la actividad se extiende más allá de los límites del sector primario y cuando el mango del campo escasea, enciende luces de alerta en los otros rubros. Para incentivar la liquidación de dólares, el Gobierno anunció en abril la eliminación de aranceles de importación de fertilizantes y herbicidas, y habrá que ver qué pasa con el tipo de cambio. 

Aunque Gustavo Idígoras, presidente del complejo agroexportador Ciara-CEC, dijo que “el Gobierno no va a tocar el tipo de cambio”. El agro empieza a asumir que las condiciones para liquidar (o aguantar) la cosecha gruesa no variarán y que el ancla cambiaria seguirá por un tiempo. Sin embargo, el presidente Javier Milei, en un guiño reciente, prometió eliminar las retenciones y el Impuesto PAIS. Claro que aún en línea de espera. 

El enfriamiento de la economía es palpable -encadena siete meses seguidos a la baja-, pero hay optimismo hacia adelante. Los efectos no son fáciles de medir en lo inmediato, y la industria automotriz, del ladrillo y de la maquinaria agrícola monitorean de cerca el panorama mientras aguardan por el ingreso de dólares. Es que los productores, con espaldas más flacas que las habituales por la sequía, piensan en saldar deudas y especulan con el negocio.

Cómo la cuentan los otros rubros 

“Está todo muy fresco porque todavía no se terminó de levantar la soja. La lluvia hizo que en muchos campos no se haya podido entrar con máquinas y me parece que el productor especula un poco con esta variación del dólar. Probablemente el que cosechó soja todavía no la salga a vender y espere para hacer algún negocio”, refirió a Punto biz Armin Reutemann, titular de Reutemann Automotores, que aún conserva el entusiasmo. Es que desde mediados de abril las ventas de vehículos empezaron a mejorar y se nota una mayor demanda.

Claro que en esto tuvo mucho que ver el salto del dólar (el que atesoró verdes tiene un 30% más de poder adquisitivo) y que el Gobierno liberó autos que llevaban meses en Aduana. “Eso hizo que hubiera una mejor oferta. Inclusive muchos de los autos que estaban demorados por ser de gama media y baja son los que se tienen que entregar por plan de ahorro. Y hoy nos estamos todos poniendo al día”, sostuvo el referente automotor. 

Por el lado inmobiliario, el sistema de quintal por m2 se movió poco, no hubo “un aluvión de inversiones”, pero sí es cierto que el chacarero le esquiva a “la timba financiera” y siempre prefiere volcar el excedente a los ladrillos. 

“En este último tiempo, mucha gente del campo vino más a comprar que a alquilar. Es una cuestión de casos testigos. De las últimas 10 ventas que hicimos, 6 fueron para gente del campo”, precisó, por caso, Alejandro Bassini, al frente de Bassini Negocios Inmobiliarios y coordinador del Departamento de Estadísticas de COCIR. Añadió: “Quizá no tengas una gran rentabilidad, pero te hacés de un patrimonio y de un lugar para cuando tu hijo estudie". En adelante, "dependerá de la política del gobierno y si invita a que el campo liquide como para generar el ingreso de divisas". 

Los números dan cuenta también de una leve recuperación para maquinaria agrícola. En la comparativa interanual, el desfile de fierros registra una caída del 9,5%. Pero -nobleza obliga- las cifras de abril (suba del 89,5% respecto a marzo) cortan con la racha para atrás. Junio -otro mes clave para la cosecha- y Agroactiva terminarán por definir si arrancó una tendencia alcista o solo hubo un buen mes dentro de un año de caídas. 

“A finales de marzo se empezó a materializar lo que ocurrió en Expoagro y a partir de abril comenzaron a hacerse realidad las líneas de crédito, la gente que tomaba o que solicitaba préstamos. En mayo también estamos viendo la misma tendencia”, refirió Adrián Titarelli, gerente de Finanzas de Crucianelli. En el guarismo, el incremento de ventas de abril con respecto a marzo fue casi del 76% y en el interanual la suba registró un 21,8% (78 unidades comercializadas en 2023 contra 95 de 2024).

Aunque puso algún reparo: “Empiezan los comentarios de que podría no ser un año climático tan bueno como se esperaba y hay demora en la venta de granos. Se encienden luces amarillas, pero todavía no se están observando inconvenientes. Venimos con buenos niveles de negocios desde la última semana de marzo”. 

¿Una soga?

Romano estima que pasado el período en el que el productor está con las presiones financieras de todos los años que lo obligan a comercializar, “las ventas serán todavía peores”. “Para poder seguir vendiendo subproductos es posible que las fábricas deban convalidar precios más altos para el poroto, resignando margen. También que la menor oferta argentina termine haciendo subir los premios, como ha ocurrido en los últimos meses”, sostuvo.