Aunque dicen que el boom del litio bajó algunos cambios, amplían inversiones

A un año de anunciar un plan de inversión por u$s4 M para ampliar superficie, la empresa Ferma, dedicada al diseño y montaje de galpones y naves fabriles, continúa con su hoja de ruta y decidió ampliarla con más equipamiento. La decisión de avanzar en nuevos desembolsos se da en un contexto de fuerte flujo de actividad -operando al 80% de la capacidad instalada- pero que está ligada a contratos rubricados el año pasado. Entienden que en el sector minero se registra una merma en la dinámica de trabajo para proveedores por la baja del precio del litio.

La obra de la compañía, con base en la ciudad de Esperanza, implica la anexión de 4.200 m2 cubiertos a los 12.000 que ya tienen de estructura en el emplazamiento original. A la inversión inicial se le suma la incorporación de un horno de pintura de última generación de 15 por 40 metros. 

“En rigor de verdad era un equipamiento fundamental que lo teníamos en vista y reservado, pero no contábamos con el espacio para montarlo porque nos faltaba planta. Dicha infraestructura se suma a otros bienes de capital que estamos adquiriendo y que se suman a lo pautado inicialmente en estructura fabril”, explicó Leandro Thea, gerente general de Ferma, en contacto con Punto biz.

El ejecutivo de Ferma  planteó que trabajan con viento a favor, pero con matices. “Estamos operando a buen ritmo, con una dinámica de entre 80% y 90% de capacidad instalada, pero la realidad indica que se trata de un flujo de actividad que en su mayoría está impulsada por contratos rubricados el año pasado”, mencionó Thea y enumeró: “Por caso venimos con un muy bien ritmo operando para el rubro oil & gas en Vaca Muerta y en Bahía Blanca, también algo de minería pero con menor flujo”.

“Pensábamos inicialmente que el 2024 iba a estar marcado por una fuerte demanda del sector minero, pero no está siendo así”, se sinceró el cuadro gerencial. Aunque la coyuntura no afecta los plazos de obra de ampliación de la planta de Ferma, insisten en que la baja de los precios globales de la minería de litio hicieron que las inversiones del sector se empezaran a ralentizar. “La minería de litio bajó bastante los pedidos de precios y cotización de insumos y servicios. Entonces, los inversores están abocados a cerrar los proyectos que tienen en construcción pero no se están largando por ahora a encarar nuevas intervenciones”, expuso.

Para Thea lo que prima es la cautela en un contexto marcado por un litio que pasó de costar u$s80.000 la tonelada a u$s10.000, “una diferencia abismal”. “En este caso el factor Argentina si bien incide, no es el principal responsable de la merma de las inversiones. Entendemos que la caída del precio de la tonelada de litio extraído es el elemento de mayor gravitación en el freno de los desembolsos. Así todo entendemos que es un sector que más tarde o más temprano va a terminar de madurar”, puntualizó.