Apareció Perotti y la reforma de la Corte se puso a punto caramelo

La Cámara de Diputados se encamina a dar media sanción a un proyecto que reforma las condiciones para integrar el máximo tribunal de justicia de la provincia. Pese a las diferencias en las propuestas de los diferentes espacios, ya parecen estar encaminados los votos para avanzar sobre tres aspectos centrales: aumento de la cantidad de miembros a siete, paridad de género y un límite de edad fijado en 75 años, que podría ser prorrogado por 5 años más. Unidos, el Frente Amplio por la Soberanía y el perottismo acompañarían en términos generales la media sanción, mientras que los diputados del espacio de Amalia Granata rechazarían o se abstendrían de votar la ley, amparados en la desconfianza por la discrecionalidad para futuros nombramientos. Temen que la nueva Corte se moldee según los deseos de Pullaro y sus aliados en la legislatura. En Senadores se descuenta la aprobación por la mayoría que ostenta el oficialismo.

La reforma del máximo tribunal está encarrilada, de ahí provienen las suspicacias sobre si la nueva conformación será “adicta” al oficialismo. De las seis bancas que lo componen, dos están próximas a vaciarse. Ni bien asumido, Pullaro invitó a retirarse, en un sentido literal, a los jueces que cumplen con la edad estipulada. Cinco de los seis ya superaron los setenta y cinco años. Los dos que aceptaron dar el paso al costado fueron Mario Netri, a partir del primero de diciembre, y María Angélica Gastaldi, luego de abril del 25. El resto resiste en sus bancas.

La nueva corte cobra un lugar relevante ya que será la que declare la constitucionalidad o no de los artículos de una hipotética reforma constitucional, otro de los objetivos de Pullaro.

Los proyectos

Cinco fueron los proyectos de mayor relevancia presentados en la Legislatura. Cuatro de estos coinciden en aumentar el número de integrantes a siete, actualmente en seis, número inconveniente por la posibilidad de un empate. Se trata de las iniciativas aportadas por el socialismo, Creo (partido de Pablo Javkin que integra Unidos), el Frente Amplio por la Soberanía y también del perottismo, que reveló la suya en tiempo de descuento. En el radicalismo creen que un miembro más permitiría la posibilidad de una mayor representación territorial, aunque tampoco se detalló cómo se garantizaría la misma. 

Miguel Rabbia (ladero de Marcelo Lewandowski) se cortó solo y presentó una propuesta para bajar la cantidad a cinco. La propuesta solo cayó simpática al bloque Somos Vida, encabezado por Amalia Granata, en sintonía con su prédica anti-casta y reductora del Estado.

También existe coincidencia en la necesidad de incluir la paridad de género en las futuras composiciones de la Corte, aunque no está claro de qué forma se alcanzaría esta. Socialistas, radicales, perottistas y frenteamplistas acuerdan aquí, no así los integrantes del bloque Somos Vida, aunque estos últimos consideran que no es una cuestión central. Fabian “Palo” Oliver proponía que el primer pliego que envíe el Ejecutivo para ocupar una de las vacantes sea una mujer, aunque no creen probable este escenario. La cuestión del género se impone por coyuntura e historia. La Ley provincial 14.002 establece paridad para cargos legislativos y judiciales, aunque no incluye explícitamente a la Corte. Además, la actual jueza del máximo tribunal, María Angélica Gastaldi, es la primera y única mujer que alcanzó ese cargo.

En torno al límite de edad de los cortesanos, no está claro si existirá consenso o no. La Constitución de la provincia establece un límite de 65 años, vale aclarar que el texto data de 1962, momento en el que la expectativa de vida era menor. En el plano nacional, el tope fue fijado en 75 años durante el kirchnerismo, previamente el cargo era vitalicio. La Corte nacional, tras la resistencia del ex cortesano santafesino Cassiano Irribarren a dejar su banca,  estableció que en Santa Fe los jueces deben jubilarse a la misma edad que sus pares nacionales. En este antecedente se han amparado los integrantes excedidos de edad para permanecer en sus bancas, aunque también han superado el límite nacional.

El proyecto de Oliver, el más antiguo de los que forman parte del debate actual, contempla una edad de retiro a partir de los 65, con la posibilidad de extensión por 10 años más con acuerdo parlamentario. Aún así, pretenden acompañar si la mayoría resuelve 75 como tope. El socialismo busca elevar la edad a 75, más otros 5 si hay acuerdo legislativo. De aprobarse esta iniciativa, el único miembro que debería dejar la corte tras la sanción de la ley sería Eduardo Spuller. Los diputados de Somos Vida objetaron este punto. Según los celestes, no correspondería aplicarle la retroactividad a los actuales miembros que ingresaron bajo otra legislación. Si el tope se fija en 75, todos, con excepción de Erbetta, deberían abandonar la Corte, a semanas de aprobada la ley. Para los socialistas, esta objeción constituye una defensa de la Corte actual. Para Somos Vida, una defensa de la institucionalidad.

Los jueces que vendrán. Polémica a la vista

El artículo 99 de la Constitución Santafesina establece que los nuevos jueces, desde los de primera instancia hasta los del tribunal supremo, se designarán con acuerdo legislativo a través de mayoría simple. El oficialismo cuenta con una mayoría holgada en ambas cámaras (13 de los 19 senadores y 28 de los 50 diputados). Por lo tanto, estaría facultado para designar los futuros cortesanos sin necesidad de acordarlos con la oposición. Los integrantes del bloque Somos Vida creen que en estas condiciones Pullaro podría moldear una futura Corte a su gusto. Los miembros del bloque que lidera Granata, se detienen en este punto más que en cualquier otro para fundamentar su rechazo a las distintas iniciativas de cambio.

El antecedente en el que pueden ampararse los celestes es el de los nombramientos de los jueces de la recientemente creada Cámara de Ejecución Penal de Santa Fe, Valeria Haurigot y Horacio Pueyrredón. Dichas designaciones fueron aprobadas únicamente con votos oficialistas. La oposición cuestionó en su momento que ambos jueces habían reprobado el concurso realizado en el mes de diciembre y aún así habían sido seleccionados por el Ejecutivo. El ex ministro de seguridad, Marcelo Saín, también habló de una Cámara “hecha a medida”. Para el oficialismo, se trataba de una cuestión fundamental para controlar las cárceles en medio de la violenta situación que atravesaba la provincia. 

“Quien crea que Pullaro podría imponer seis miembros propios de la Corte Suprema no entiende nada de política”, dice el diputado opositor Palo Oliver, desacreditando los planteos de Somos Vida. José Corral cree que “lo razonable es que una Corte Suprema vaya acompañando los cambios que se reflejan en la sociedad y en los resultados electorales, pero no de una manera partidista”. Lo cierto es que incluso dentro del peronismo existe la sospecha de que Perotti podría acordar con Pullaro la nominación de los nuevos integrantes del Tribunal. Solo el tiempo dirá si manda el dedo, la rosca o el consenso.

La chance de la oposición

La figura de Amalia Granata comenzó a tomar notoriedad en la Provincia tras su participación en la sesión en la que se aprobó la reforma previsional. La diputada pañuelo celeste sobresalió con su discurso rechazando la iniciativa de Pullaro y despertó interés en un peronismo desintegrado luego de la salida del poder. No hay cohesión dentro de las filas del PJ santafesino y cada uno juega a su juego. Quien se arrimó a Granata en el último tiempo fue Marcelo Lewandowski. Tuvo dos reuniones con la diputada y se rumorea una posible alianza electoral de cara al año que viene. La coincidencia que encontraron con Marcelo Rabbia, del riñón de Lewandowski, en el proyecto para reducir los jueces a cinco, da cuenta de la aproximación entre los espacios. Desde ambos frentes, explican que una reunión no se le niega a nadie y que el diálogo siempre existe. En este contexto, un nuevo rechazo de Granata a las iniciativas oficialistas le vale un lugar más reluciente entre los opositores.

Un abroquelamiento de la oposición complicaría los planes de reforma constitucional de Pullaro. Para llevar adelante la modificación se requieren más de dos tercios en ambas cámaras. El oficialismo necesitaría en la cámara baja sumar  seis voluntades más más allá de las propias para concretar su empresa. Ante esta especulación, desde el bloque de Granata sostienen que la llave de la reforma la tiene Perotti, quien a veces les resulta oficialista y a veces opositor. Desde el Frente Amplio Progresista no creen que se concrete antes de fin de año la sanción del proyecto que habilitará la reforma. Consideran, además, que la discusión por la reelección obtura, al igual que en el pasado, esta posibilidad. Para el bloque que lidera Carlos del Frade son los constituyentes los que deben redactar el nuevo texto, luego de ser consagrados por el voto popular para la tarea.