Agrandan el negocio y salen a conquistar Miami con sus fragancias

El año pasado, La Pasionaria montó planta en Fisherton, con oficinas y showroom incluido. Ubicada en Eva Perón al 8900, funciona como centro estratégico para el abastecimiento de la línea de productos de la empresa, que incluye jabones vegetales, aceites esenciales, cremas corporales, difusores y velas de soja. Bien posicionada a nivel nacional, la firma rosarina amplía el negocio con el desembarco en Miami. 

El primer paso lo dieron hace cinco meses y emplazaron allí un depósito de mercadería, como puerta de entrada al mercado estadounidense. Con la mirada puesta en un público que conecta con la cultura argentina, ya están vendiendo sus productos en algunas tiendas locales y participan de ferias internacionales. A paso seguro, evalúan la respuesta del público y el posicionamiento de La Pasionaria en el país norteamericano. Dependiendo de cómo cierren los números, irán avanzando para finalmente afianzarse en nuevo territorio.

A Enfants, la marca de Antonela Roccuzzo, la empresa le fabrica el agua de bienvenida de bebé, colonia de bebé y el jabón en pasta. También tienen una alianza con la familia Zuccardi. La Pasionaria desarrolló productos exclusivos para la bodega, con un jabón especial con aroma a pan y oliva que se vende en la boutique de la bodega mendocina, en Santa Julia.

“Miami está experimentando un auge de emprendimientos argentinos como el nuestro. Al entrar en el mercado estadounidense, aprovechamos elementos como la Patagonia, el tango y los colores argentinos, que resultaron ser muy atractivos para los consumidores. Nuestro objetivo es aprovechar ese mercado y, con el tiempo, expandirnos a otras ciudades”, explicó en conversación con Punto biz el matrimonio detrás de La Pasionaria, Carina Cavazza y Mario Gerosa.

Los productos de La Pasionaria se vendieron en países como Japón, Rusia y Costa Rica. Pero la marca empezó a hacerse fuerte en las ferias internacionales que se hacen en Estados Unidos. “Nos dimos cuenta de que muchos minoristas estaban interesados en nuestros productos, pero después no querían pasar por el proceso de importación y perdíamos oportunidades. Con el depósito en Miami, tenemos suficiente espacio de almacenamiento de algunas líneas de productos, con un stock disponible para aproximadamente cuatro meses”, comentó Cavazza, socia fundadora y directora de Diseño.

“Al igual que en Argentina, nuestro objetivo es llegar a clientes en los sectores de la decoración y la perfumería, así como a grandes tiendas. Estamos en tratativas de buscar un distribuidor, dado que en esta etapa inicial no planeamos abrir un local o un showroom”, agregó Gerosa, CEO de la firma. 

Mercado nacional

A nivel nacional, los dueños de La Pasionaria comentaron sobre sus planes de abrir nuevos locales en Buenos Aires y Córdoba, dos de las plazas más importantes para la empresa. Así como la remodelación de los locales de Palermo y Recoleta bajo la nueva estética de la marca.

A su vez, la empresa apuesta a la fabricación de velas de soja. En tanto, invirtieron en una máquina de última generación que permitirá producir una mayor cantidad de velas. “Contamos con un laboratorio donde trabajamos con perfumistas para desarrollar las fragancias, pero se ubica en una casa que alquilamos. La idea es traer todo al anexo donde estamos haciendo velas y hogar, y centralizar todas las operaciones. El espacio estaría listo para operar con la nueva máquina en dos o tres meses”, explicó Carina.

Plan B familiar

La empresa nació en 2003 como un emprendimiento familiar. Tanto Carina como Mario venían del rubro. Carina trabajaba en la parte de producto para la marca de jeans Nasa y Mario trabajaba para una compañía española de perfumes. 

“Al principio le decíamos el 'plan B familiar', los dos trabajábamos y teníamos a los chicos. Nos encantaban los jabones y empezamos a ver la posibilidad de fabricarlos. Notamos que en las perfumerías y supermercados no había jabones de chocolate o de miel, es decir, todos eran productos masivos de supermercado. Así creamos una jabonería gourmet, más del tipo artesanal y empezamos a participar de las ferias Puro Diseño. Volvíamos de las ferias y venían a tocar el timbre a nuestra casa para comprar nuestros productos pensando que teníamos un negocio. Así empezamos, hasta que pusimos el primer local y seguimos creciendo”, finalizó el matrimonio que ahora administra la empresa de la mano de sus hijos.