Abrió el primer supermercado inteligente de Santa Fe

La inteligencia artificial llegó para quedarse. Y muestra de ello son los múltiples rubros que empiezan a utilizarla para hacer más eficientes los procesos. Los supermercados no se quedan atrás y en Santa Fe capital abrió la primera tienda inteligente y sin atención humana del interior. Carrefour había sido pionero en 2023 con esta experiencia autónoma de compra y pago en Pilar -Carrefour Flash-, pero cerró y Raffin ahora es la única cadena funcionando en Argentina con este sistema. 

La tercera sucursal, bautizada Raffin Go, abrió a mediados de enero (Bv. Gálvez 1727, en pleno corazón de la ciudad), tiene 60 m2 y cuenta con cámaras y sensores propios para interpretar los datos y hacer que la experiencia de compra sea rápida y efectiva.

“Es un formato exprés de supermercado y con precios de supermercado. Mucha gente piensa que por ser un súper tecnológico, te cobran más”, refirió a Punto biz Elizabeth Raffin, segunda generación de esta empresa familiar con tres décadas de ruedo. Encontrás desde azúcar negra hasta pañales y fiambres -aunque reducida la cantidad de marcas por el espacio físico-, y de a poco irán incorporando carne fresca en bandeja y frutas y verduras. 

Bajo este nuevo formato que propone Raffin Go no es necesario escanear los códigos de los productos y el pago mantiene la misma sencillez y estándares de seguridad que el pago online en el ecommerce. A través de una app, los ítems que los clientes elijan en la tienda física se cargan de forma automática en un carrito virtual y del mismo modo se paga. El local no requiere de cajas ni atención al público dentro de la sucursal, aunque cuenta con asistencia física en caso de que alguien requiera ayuda.

Cómo comprar y pagar en Raffin Go 

Elizabeth explicó cuáles son los pasos a seguir para comprar y pagar en este nueva generación de tiendas: 

- hay un QR en la entrada y te tenés que loguear. Creás un usuario de correo electrónico y una contraseña y cargás el medio de pago (tarjeta de débito o crédito); 

- una vez chequeado, aparece un botón en la registración que dice “Ingresar a la tienda”. Apretás el botón y se abren las puertas; 

- la inteligencia artificial toma por sensores los productos que agarrás y automáticamente te aparecen en el changuito virtual de tu celular. Si dejás un producto, se borra de tu lista de compras; 

- la salida no es la misma que la entrada. En la pantalla de un hall te figuran todos los productos que compraste y se te debita el pago de tu cuenta. La pantalla dirá: “Gracias por tu compra, demoraste X minutos y estos son todos los productos que compraste. Tu pago está correcto”; 

- en caso de que falle el pago, tendrás que registrar otra tarjeta y realizar de nuevo la compra. 

“El otro día se había caído el sistema de Cabal y un cliente no pudo hacer la transacción. Tuvo que cambiar el medio de pago -lo hicimos sin ningún inconveniente-, ingresó de nuevo a la tienda, dejó los productos y volvió a comprar en cuestión de minutos”, sostuvo. 

A pesar de que es más pequeño este local comparado con los otros dos que tienen 400 m2 y que requiere de menos personal para la asistencia física, hay más empleados trabajando: suman 20 contra los 13 que hay en las otras sucursales. Esto tiene una explicación: se necesita más gente que opere las cámaras y monitoree para que todo funcione correctamente, haya stock y no se generen demoras. Y los tiempos que se manejan en el supermercadismo para aggiornarlo a la dinámica actual son otros. Llevó más de un año cranear y cerrar este proyecto, cuando a las otras aperturas las resolvieron en cuestión de meses. 

“El sistema está pensado para las nuevas generaciones que entran a trabajar porque un repositor va a reponer con una aplicación cuando en los otros negocios la reposición es más rústica. La realidad es que hoy la gente joven que entra al mercado laboral quiere flexibilidad, menos carga horaria y más independencia dentro de la dependencia”, apuntó. Y remarcó: “Raffin Go no solamente es un nuevo formato de compras, sino también una nueva forma de trabajo que viene a cambiar el modo de ver al supermercadismo”. 

La génesis de la idea 

Un día Elizabeth estuvo esperando casi media hora en la fila de un supermercado para pagar dos zanahorias. “¿Cómo debe sentirse un cliente cuando pasa esto en nuestros locales? ¿Qué puedo hacer para que no demore?”, se preguntó. Trabajaron el formato en conjunto con ingenieros y lo fueron adaptando a las experiencias del súper -qué necesita y qué quiere la gente en el barrio- hasta concretar el corte de cintas en Santa Fe (donde tienen las otras dos sucursales) a principios de este 2025. Aunque está en fase de prueba, no descartan abrir otros locales inteligentes en la provincia.