Abogados patalean contra un juez

La performance del juez civilista Ricardo Ruiz, a cargo del Registro Público de Comercio de Rosario, parece ser la comidilla en el Palacio de Tribunales de Balcarce y Pellegrini a partir de una serie de reclamos de letrados locales que han decidido recurrir a la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial.

De acuerdo a lo que coinciden varios abogados especializados en la formación de nuevas sociedades comerciales, el juez Ruiz por un lado dilata sus fallos respecto de aprobar o no la formación de una sociedad anónima. De acuerdo a lo que declaran varios asesores letrados, los tiempos se dilatan más de 60 días, cuando otros distintos, como Córdoba y Mendoza, permiten generar trámites “express” que incluso se terminan llevando la constitución de algunas sociedades que tranquilamente podrían estar radicadas en la Cuna de la Bandera.

Pero el pataleo de los abogados que recurren al despacho de Ruiz gira en torno a lo que ellos catalogan como “insólitas trabas” que impone el magistrado a cargo del Registro Público solicitando requisitos que en realidad una sociedad en formación ya debe cumplir ante la Inspección General de Personas Jurídicas (IGPJ), repartición que está bajo la órbita del Poder Ejecutivo provincial y que es la controla a las sociedades comerciales.

Quienes no entienden el proceder del juez Ruiz lo han catalogado como un “policía societario” y aguardan que se expida el tribunal de alzada en el fuero civil y comercial para que evite extralimitarse. Los que tienen ingresados expediente ante el Registro público aseguran que por Ley el magistrado está impedido de controlar aquellos que la IGPJ ya controló.