A 15 años del cierre de Mahle en Rosario, 50 trabajadores ganaron un juicio

En 2009, la autopartista con sede en Alemania cerró su fábrica localizada en Rosario. La salida de la multinacional fue desprolija por donde se la mire: por un lado quedó en juicio con un grupo de 50 trabajadores que reclaman una diferencia entre lo que se les pagó y lo que se había acordado pagarles.

Por otro lado, sigue en litigio con Arosa, una empresa local que había alquilado la planta luego del cierre. Jorge Basualdo, el dueño, acusa a la compañía alemana por daños materiales y defraudación.  

En uno de esos litigios, el que encabezan los trabajadores, la empresa recibió ayer un fallo desfavorable. La Sala Primera de la Cámara de Apelaciones en lo Laboral le dio la razón a los 50 trabajadores, patrocinados por el abogado Carlos Lesgart. 

En diálogo con el programa de radio Base de datos (FM Meridiano), el letrado proporcionó detalles sobre el caso. 

- Habían 50 trabajadores habían sido despedidos, contame los detalles más gruesos de la causa. 

- En realidad, fue despedida la totalidad de la planta, que incluía alrededor de 400  trabajadores. Con 50 de ellos comenzamos un juicio, un reclamo de diferencias salariales de abril, mayo y junio del 2009. En ese momento se había pactado entre la empresa y el sindicato el procedimiento administrativo que se venía desarrollando en el Ministerio de Trabajo de la provincia. Era un acuerdo que comprendía el pago de un 70% del salario como suma no remunerativa, y el 30% de los trabajadores no lo percibió. 

Ese acuerdo estaba condicionado a que la planta no cerrara, y cuando la planta cerró intempestivamente por orden de la empresa, en mayo del 2009, el Ministerio de Trabajo emitió un dictamen donde dijo que debían retrotraer las condiciones y pagar todo lo que debían, que en realidad son las diferencias entre esos meses.

La empresa no lo hizo y los trabajadores lo reclamaron en sede administrativa, pero cuando hicieron las liquidaciones finales no se hizo el pago de esa diferencia. 

Por eso comenzamos un juicio en el 2011. Hablando de plata, no es mucha. Esto se hizo más por el honor que por la plata. 

- Esta gente tuvo una salida muy desarreglada de la empresa, tuvo problemas con sus extrabajadores, también con Arosa, la empresa local que tomó la posta y que en algún momento recuperó trabajadores para la continuidad de la actividad de la planta, ¿no? 

- La historia de esta planta es la historia de la tragedia de la desindustrialización de la Argentina que sufrimos desde hace aproximadamente 45 años. 

Esta planta nace en los años 40’, se llamaba Daneri y era una fábrica de aros de pistón nacional, una autopartista que fue parte del proceso de sustitución de importaciones que tuvo la Argentina durante los años 40’ y 50’.

Después toma la licencia de Aros Perfect Circle, que era una empresa americana. Daneri se va expandiendo, va siendo la principal proveedora de aros de pistón y camisas de la Argentina, hasta que ya en la década del 90’ se la venden a la norteamericana Dana. En 2007, Dana se la vende a la alemana Mahle.

Mahle tenía cinco fábricas en ese momento en Brasil, una planta en Rafaela y otra en San Juan. A la planta de San Juan la cierran, y queda la de Rafaela. Y después se cierra la de Rosario.

Poco tiempo después, a la fábrica rosarina la compró una empresa argentina (Arosa), por eso hay un juicio de una empresa argentina contra Mahle por el tema de la continuidad de la compra de la fábrica.

- Ahí creo que en un periodo de interregno entre esa locación de la fábrica la gente de Mahle destruyó todo lo que había en materia de maquinaria, ¿no?. 

- Sí, hubo un periodo en que la empresa estuvo cerrada, y cuando volvieron a tomar posesión los compradores de las máquinas, no así del predio, encontraron que había una devastación de los muebles y útiles. Ahí hubo un conflicto que se está dirimiendo en la justicia en este momento.

- Estos procesos de cierre y apertura de fábrica en el sector autopartista funcionan y mucho. Lo que no se justifica es que los procedimientos se hagan fuera de las reglas. Ahora está la justicia actuando, lo cual es bueno. Aunque sea simbólico, es un buen resarcimiento. 

- Sí, el fallo es una instancia, pero la empresa ha interpuesto el recurso de inconstitucionalidad, así que habrá que ver todavía. Estamos a la espera del trámite, mientras tanto veremos si hay alguna forma de entendimiento, pero el fallo es una buena noticia.