“Nos volvimos locos, vivimos en la Secretaría de Comercio pidiendo favores”

Nueva Cristalería Rosario, fábrica líder de botellas y envases de vidrio, se prepara para levantar los frutos de dos inversiones millonarias: la puesta a nuevo de uno de sus hornos –que habían tenido que parar y planean reencender– y la construcción de un centro de almacenaje de 15.000 m2. Llegar a ese punto, sin embargo, no fue nada sencillo.

En diálogo con el programa radial Base de datos –lunes a viernes, de 10 a 12, por F.M. Meridiano 107.1–, Hugo Ballester, titular de Nueva Cristalería Rosario y de Produmen S.A. (dueña de la sidra La Farruca), brindó un panorama de la empresa y del sector.

-¿Cuál es el saldo del proceso de inversión que encararon, teniendo en cuenta las trabas que se plantean para distintos negocios y emprendimientos? 

- Este proceso de inversión consta de tres partes. La primera en la fábrica, con los hornos, que tienen una vida predeterminada. Se la puede estirar un poquito, pero ya la habíamos estirado al máximo. Y no teníamos la totalidad de los insumos. Ahora, después de pelear mucho, lo hemos conseguido. Son ladrillos refractarios que tienen una duración de entre 8 y 12 años. Luego hay que hacerlos nuevos. Aparte, este horno es de concepción antigua, así que tuvimos que empezar de cero, prácticamente. No quedó nada del horno anterior. Pero ahora ya está armado y la mayoría de los insumos está. Por otro lado, también importamos una máquina nueva, muy moderna. Y en cuanto al depósito, como las ventas en el país son poco continuas, de repente se vende todo y de pronto se planta todo. Uno no sabe qué hacer con estos hornos, no paran en ningún momento. Entonces estamos alquilando galpones este año. Teníamos como 7000m2 de almacenamiento, pero no llegamos. 

- ¿Cómo vienen la sidra y el vidrio?

- Son dos cosas diferentes, y en algún punto se complementan. En sidra, el volumen de facturación es más pequeño. En cambio en vidrio, si bien tenemos una posición en el mercado general del vidrio relativamente pequeña, debemos estar entre el 9% y el 10% del país. Algo se exporta, es un negocio interesante. 

- Uno ve que la mayoría de los envases de vidrio ha dado un paso al costado en función de los plásticos. En el caso de la sidra, ¿está previsto que sea así?

- No, no pasó. Se hizo en algún momento en botella plástica, pero fue desestimada por la gente. No tenía mayor sentido.

- La impresión es que el vidrio le da, en festejos y celebraciones, otra jerarquía al producto.

- Sí, aunque las empresas que hacemos sidra hemos tratado de fomentar el consumo durante todo el año, no sólo para fin de año, para el brindis. También se sacaron productos de mucha mejor calidad y presentación. Con lo cual, hoy por hoy, una sidra, en una mesa coqueta o importante, no se ve como algo barato, sino todo lo contrario. Está perfectamente a la par de un buen champagne. 

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