"Haremos una estación transformadora que generará energía para la ciudad"

Rosario padece la falta de infraestructura en lo que respecta a instalaciones de electricidad, gas y agua y la sequía de inversiones en este sentido complica a los desarrolladores inmobiliarios. Puntualmente el déficit eléctrico es la preocupación número uno entre los constructores, en tanto que la gestión Perotti en la EPE dejó más de 300 edificios habitados que aún no están integrados a la red por falta de estaciones, según indicaron desde la nueva gestión de la empresa estatal.

A raíz de este problema, Punto biz informó que cuatro constructoras (Fundar, Pilay, MSR y Obring) armarán un fideicomiso administrado por el Banco Municipal, con el objetivo de financiar una millonaria obra de infraestructura (de u$s12,5 M) para generar electricidad en Puerto Norte y Refinería. 

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 hs por FM Meridiano 107.1), Ángel Seggiaro, presidente de la firma Fundar, contó detalles del proyecto. 

- ¿Cómo llegaron a esta idea? 

- Tenemos una relación permanente en este caso con EPE. Hay algunos indicadores que forman parte del "buen problema". La parte buena es que la actividad privada en Rosario no dejó de mantenerse activa desde la pandemia, con lo cual hay una generación de empleo y de actividad que sigue viva. La parte no tan buena es que la infraestructura no acompañó todo eso. Especialmente en el período de pandemia y post-pandemia no tuvimos acompañamiento en inversiones, y quedaron hasta el día de hoy entre 100 y 150 edificios en una situación endeble que necesita ser arreglada. La actividad sigue todos los días. Alguien hace un desarrollo y presenta su permiso en la Municipalidad, y cuando recurre a las empresas como EPE o Aguas, se encuentra con los déficits. En el caso de Puerto Norte, los emprendimientos son de bastante demanda, de uno o dos megavatios cada uno, que es mucho. Y ahí nos encontramos con la necesidad que EPE nos manifiesta: "Hagan ustedes un aporte importante a todo este problemón, que se trata de una estación transformadora que va a atender 80 megavatios". O sea, va a ser mucho más que lo que nosotros necesitamos, pero estamos proponiéndole a la empresa provincial de la energía, y tenemos una buena serie de reuniones, en las cuales estamos buscando la alternativa, que puede ser un fideicomiso para poder hacer aportes conjuntos, tanto sea nosotros como parte también seguramente hará la empresa, y después ver de qué manera esos aportes son devueltos para compensar de alguna manera la inversión inicial. Nosotros somos positivos en el sentido de que no hay obra sin energía, por lo tanto no hay vida sin energía. La energía eléctrica prácticamente está gobernando la matriz energética del uso de todos nosotros. Por suerte, el gas no está en problemas de existencia porque se hicieron oportunamente obras y eso es un buen ejemplo de cómo la actividad pública y privada sumadas pudimos lograrlo. Parece difícil, parece burocrático, pero se puede. Este equipo que hemos formado entre todas las empresas, que todas son de la AEV (Asociación de Empresarios de la Vivienda de Rosario), y la AEV misma es un actor como facilitador de todas estas cosas, de lo que haga falta. Estamos encontrando en las autoridades de la EPE una buena disposición para generar estos mecanismos. Somos optimistas.

- ¿Está bien que sean los privados los que tengan que pagar por la obra de infraestructura o es la EPE la que debería proveer directamente la infraestructura? 

- Mirá, eso ya lo veo como una posición de tipo institucional. O sea, si alguien no lo hace, hagámoslo. Así lo hicimos con Litoral Gas en su momento y fue exitoso, así que estamos repitiendo la misma posición. De alguna manera, los desarrolladores inmobiliarios hemos mostrado a lo largo de tantos años que vamos para adelante, entonces no nos vamos a detener a pensar si debería o no debería, vamos a tratar de buscarle una solución. Tampoco tenemos todo el poder para hacerlo, eso está claro. Esperamos que las autoridades actuales de la EPE sigan como hasta ahora, abriéndonos las puertas para poder escucharnos y tratar de buscar una solución conjunta, porque nosotros estamos dispuestos a seguir adelante.

- ¿Y cómo sería el reintegro de esta inversión? Porque ustedes la ponen, pero se pone como una inversión que le corresponde a la EPE y en algún momento debería haber una devolución.

- Podría ser en kilovatios o a través de algún instrumento que deben elaborar las autoridades. En ese sentido, nosotros estamos abiertos a escuchar alternativas razonables. No vivimos de vender energía, vivimos de hacer un trabajo, de construir la vivienda y de proveer vivienda a la ciudad de Rosario y a la región. Sólo necesitamos que esté la infraestructura. Esto seguramente también va a ocurrir con el agua y las cloacas. En la prensa se habla de que habría inversiones generadas por préstamos externos y cosas así, muy bienvenido sería. No haría falta que nosotros tuviéramos que meternos en este tema. Pero mientras no esté eso, nosotros nos metemos porque queremos ir para adelante. Todos los días estamos generando un emprendimiento y vamos a seguir adelante. 

- ¿Qué es lo que tienen ustedes desarrollando en ese espacio?

- En esa zona generamos dos emprendimientos. Uno que se denomina Ana, que son 15.500 metros y que ya está en su fase de avance de hormigón. Es un edificio de planta baja y cinco pisos. Y después estamos generando otro llamado Alba, por Avellaneda y Cortada Orione, que también está en este momento empezando sus pilotajes. Esos dos edificios totalizan 20.000 metros cuadrados y van a alimentarse de esta estación transformadora 

- Dabas cuenta de la continuidad de los trabajos de parte de los inversionistas privados, de la gente agrupada en la Asociación Empresarial de la Vivienda. ¿Pero cómo está la situación hoy? Porque todo el mundo coincide en señalar que hoy invertir al pozo se ha hecho muy gravoso, que es conveniente comprar propiedades usadas en lugar de invertir al pozo ¿Cómo ven desde el sector esta situación? 

- Es muy buena la pregunta. Nosotros creemos que estamos en los pisos de precios y de costos, especialmente de precios, que son los más bajos desde los últimos 20 años medidos en dólares, que es una moneda que nos sirve rápidamente de referencia más allá de la inflación anual y demás. Pero dicho así, uno diría que hoy es el momento de comprar un metro cuadrado usado o nuevo, y es lo que está ocurriendo. Hay un segmento de la población que empezó a ver que atesorar dólares no le está sirviendo, y empezó a ver si hay algo oportuno. Ejemplo, la compra de un pequeño departamento usado a un precio muy bajo, u$s900 o u$s1000 el metro, y de ahí en más también algo está empezando a suceder con lo nuevo. Por tanto, hay que decir que con un moderado optimismo, muy moderado, se está empezando a mover la rueda virtuosa de la compra de departamentos usados y nuevos.

- Lo más importante de que vaya al pozo o a un departamento usado es que se empiece a activar el sistema, que se regeneren los recursos.

- Sí, además de que todo va a la oferta. Cualquier vivienda tiene que estar habitada. Entonces, si está habitada es un propietario o un inquilino. Quiere decir que se activó el alquiler y se activó también la compra por una razón y por la otra, que se retroalimentan. Nosotros vemos el comienzo de un ciclo virtuoso, muy moderado, pero lo vemos como un comienzo.

- Se está hablando de que, en la medida en que bajen las tasas, se podría regenerar el crédito. Los bancos están líquidos, cada vez le prestan menos al Estado, y todo el mundo hace la ecuación de que buena parte de ese dinero, en la medida en que se concrete la baja de las tasas de la inflación, podría ir para el crédito hipotecario. Dame un panorama de cómo ves esa perspectiva.

- El crédito hipotecario se nos escapa a los desarrolladores. Nosotros hemos sido muy comprensivos de acompañar a un inversor pequeño durante 48, 60, 70 meses. Nunca llegamos al crédito hipotecario pleno. Pero ha habido pequeñas épocas de la Argentina donde eso ocurrió. Yo creería que hay fondos disponibles en los particulares, hay fondos disponibles en los bancos. A alguien se lo tendrían que prestar. Y hay una demanda de vivienda que solo puede ser cubierta con crédito hipotecario. Alguien tendrá que unir esos tres puntos. Para el crédito hipotecario se requieren bancos. Nosotros solo somos constructores, desarrolladores. Pero la esperanza de que eso ocurra, está.