"Es muy pronto para hablar de una recuperación generalizada"

Según el último informe de la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), la industria en la provincia mostró en octubre un incremento del 14,9% interanual. Este resultado se explica por la recuperación de la actividad en el complejo industrial soja y en la baja base de comparación que representa el segundo semestre de 2023.

En diálogo con el programa radial Base de datos (lunes a viernes de 10 a 12 h por FM Meridiano 107.1), Román Guajardo, presidente de la Unión Industrial Región Rosario (Unir) y protesorero de Fisfe, analizó la situación y explicó que la recuperación no es generalizada.

- ¿Qué lectura hacés de estos datos que publicó Fisfe? 

- En este mes se ve una recuperación, pero cuando uno la desmenuza y analiza, hay dos cuestiones que lo alertan.

En primer lugar, la comparación es con los últimos meses del 2023, que fueron muy malos, en donde las distintas variables de inestabilidad y de sequía impactaban fuertemente en los números de la industria santafesina, y los informes de esa época de Fisfe así lo reflejaban. 

Y por otro lado, si a ese 14,9%, que es un número promedio, te lo tira para arriba la faena bobina, la molienda de oleaginosa o la molienda de soja, no significa que haya una recuperación generalizada y sostenida de todos los sectores industriales. 

Tenemos casi el 60% de los sectores industriales tradicionales que más empleo generan con tendencia negativa y a la baja. Algo bastante alarmante es el consumo de acero, la producción de acero y la cadena metalmecánica, que viene teniendo todavía una performance negativa. Y Santa Fe es una provincia eminentemente metalmecánica, en donde muchos de los empleos en el interior del interior son sostenidos por esas actividades. 

Entonces ahí es donde, por ejemplo, estas cuestiones que venimos viendo, que no vienen sólo de este año sino de gran parte del año pasado, hacen que en ciertos sectores haya una tendencia negativa que se traduce en la destrucción de empleo. Hoy hay 5.500 trabajadores menos del sector industrial en la provincia de Santa Fe en comparación con el mismo periodo del año pasado. 

- Lo positivo es el sector agroexportador, pero también aparecen autos y autopartes, que inciden en lo que es nuestra matriz productiva.

- Sí, en el caso de autos y autopartes tiene que ver mucho con la performance que tenían esos sectores en el mismo mes del 2023. Venían de una situación muy compleja, y a veces podés ver que interanualmente hubo una recuperación, pero que por ahí está lejos de los niveles óptimos para que la economía traccione y funcione. Hay que hacer esas lecturas también, ver contra qué estás comparando. 

- Aparece fuerte la caída de la maquinaria agropecuaria, 14%. Cada sector tiene también su enfoque muy puntual, ¿no? 

- Sí, cada sector tiene su propia dinámica. Yo, sin ser un especialista en el tema de maquinaria agrícola, tengo contacto con la gente de Amstrong y Las Parejas, y lo que hablaba con ellos hace muy poquito tiempo es algo que el año pasado nos pasaba un poco a todos, en lo que era bienes de capital, donde con los pesos salíamos a comprar equipos, y muchas veces adelantábamos compras porque era una forma también de capitalizar. 

Entonces, en algunos casos, hubo sobrestock o stockeo como resguardo de valor, y esa tendencia ha cambiado, entonces también hace que incida esa cuestión. También cada sector es distinto y cada año últimamente viene siendo también diferente y va teniendo sus distintas cuestiones a tener en cuenta.

- El Gobierno Nacional sostiene que la recesión terminó y que, de aquí en más, vamos a estar viendo sólo números positivos.

- Yo creo que todavía es muy incipiente para hablar de una recuperación sostenida y generalizada. En segundo lugar, y como en todo cambio de época y con cambios tan drásticos, me gustaría ver quiénes son los ganadores y los perdedores. "Y no para decir tal sector, o tal industrial, o tal empresario queda adentro o queda afuera". Lo que me preocupa son los puestos de trabajo. 

Yo estoy convencido de que en un país como el nuestro, en donde hay niveles altos de pobreza, los puestos de trabajo se cuentan de a uno. Entonces, más allá de que los números promedio de la economía te pueden llegar a dar positivo, hay que ver si los puestos de trabajo que se destruyen son mayores que los nuevos empleos que se generen. Ahí va a estar la discusión. Veremos cómo se da esa sinergia, pero para eso falta tiempo. 

- ¿Cuán importante pasó a ser esto del desarrollo de la minería, del oil and gas, estas nuevas industrias que están demandando proveedores para abastecer a los nuevos procesos productivos? 

- Nosotros hace mucho tiempo fuimos impulsores de la Mesa Santafesina de Petróleo, Gas y Minería, con el Gobierno de Miguel Lifschitz. La sostuvimos con el Gobierno de Perotti, y hoy sigue vigente y generando un montón de negocios y oportunidades para todas las industrias y empresas de servicio en general de Santa Fe. Veíamos que esos sectores iban a darle un crecimiento en distintos ámbitos a la economía argentina, a la industria santafesina en particular, y vienen traccionando.

Hace muchísimo tiempo nosotros veníamos viendo que Santa Fe en particular tenía mucha potencialidad de transformarse en un gran proveedor del sector. Y de hecho, me acuerdo en los primeros encuentros, sin tener ninguna organización de ningún tipo, éramos la provincia por lejos con mayor cantidad de proveedores del sector, mucho más que Córdoba o que Buenos Aires mismo. 

Hoy se está traduciendo después de años de inversión y de riesgo, se están consolidando esos sectores en distintas provincias, y Santa Fe juega un lugar protagónico por lo variado de su matriz productiva y por el tipo de productos que hacemos. 

- Ahora entran insumos y productos importados. ¿Hay margen para que las empresas de acá se reconviertan y compitan? 

- Hay que diferenciar entre lo que es productividad y competitividad. Si vos analizás la productividad de todas estas industrias, son iguales de productivas que cualquier fábrica que fabrique lo mismo en cualquier parte del mundo.

Es decir, del portón para adentro de nuestra fábrica, producimos lo mismo. Tenemos una dotación de recursos humanos muy valiosa, con la misma tecnología o mejor que en otras partes del mundo. Es decir, estamos en condiciones de salir y competir.

Pero cuando vamos afuera nos encontramos con que nosotros tenemos menos acceso al crédito, una matriz tributaria de las más complejas del mundo, litigiosidad laboral, falta de infraestructura. Tenemos un montón de falencias que, cuando hay que salir a competir contra el resto, desnivelan la cancha. 

Se vuelven a escuchar palabras de reconversión de industriales y demás, y la industria argentina ha pasado por distintos estadios, esto no es novedad. Hemos tenido etapas en donde también se ha dado lo mismo y muchas quedaron en el camino. 

La industria que hoy ha quedado, en general, es una industria sana. En muchos casos las industrias se pueden llegar a reconvertir. En lugar de tener depósitos donde tener plantas, donde fabricaban, van a pasar a tener depósitos de producto importado. 

El industrial no va a cambiar en muchos sentidos. Lamentablemente lo que va a quedar es gente en el camino, personas que trabajaban. De tener 1.000 trabajadores, pasarán a tener 300, y irán cortando cadenas. 

Creo que en lugar de abrir y que las empresas se reconviertan, tendríamos que haber trabajado en modificaciones estructurales de la economía que hagan que todas puedan generar más empleo, más valor agregado y tengamos un país más desarrollado.