Trajeron la receta de España e instalaron una “fábrica abierta” de vermú

El vermut artesanal se encuentra en auge, con producciones menores, pero siempre en la búsqueda de sabores nuevos. La Charla Vermouth se instaló en Rosario hace cuatro años para reciclar las viejas tradiciones españolas fusionando las argentinas y proveer a icónicos locales gastronómicos. Ahora, como parte de su estrategia de crecimiento incorporan la “fábrica abierta”, lo que les permitirá compartir al público y otras entidades gastronómicas su proceso de producción. 

La diseñadora Florencia Cacciabue y el guardavidas Esteban Bordes son una pareja de rosarinos que se conocieron en Barcelona. Decidieron reinventarse y volver a Rosario con la idea de hacer vermút casero, no sólo para los amigos sino también para el público aplicando sus conocimientos luego de especializarse en la elaboración casera de vermouth en la ciudad productora de Reus. La Charla refiere a compartir un momento charlando mientras se disfruta de la bebida.

“Cuando volvimos a Rosario en 2020 no se hablaba mucho del vermouth, en ese momento le llevamos una muestra al dueño de Belgrano Bar (a quien consideramos nuestro padrino) y le encantó. Después nos llevó al festival de vermut y desde ahí no paramos. Primero arrancó como algo artesanal y casero, después pasó a ser profesionalmente”, explicó Florencia. 

Todo ese tiempo se dedicaron a la fabricación y distribución en locales gastronómicos y vinotecas a lo largo de todo el país. Sin embargo, en 2023 finalmente instalaron su propia fábrica ubicada en La Paz 1500, lo que les permitió aumentar su producción en gran medida y el desarrollo de nuevos tipos de vermú. Hace un mes sacaron una línea de vermú intenso, que se sumó a su variedad existente que son el vermú rojo y el blanco. 

Ahora, dentro de la fábrica abrirán su espacio vermutero, bajo el concepto de “fábrica abierta” o “espacio vivo”, donde una vez al mes se abrirán las puertas para ofrecer al público catas de vermouth con recorrido de la fábrica con algo para picar, la idea de fábrica abierta tiene el objetivo de no ocultar el proceso de producción. Por otro lado, utilizarán el espacio para dar charlas, talleres y capacitaciones para aquellos locales gastronómicos y emprendedores que buscan especializarse sobre la elaboración del vermú. Y como tercera opción, el espacio podrá ser alquilado para distintos eventos sociales. 

Una vez que aumenten el volumen de producción, buscan exportar a países vecinos. Por otro lado, a futuro buscan producir vermú para marcas que necesitan las instalaciones, ellos producirían y después las marcas lo venden.  “Se trata de generar una comunión entre el que vende, produce y consume, somos una rueda”, finalizó Florencia.