Supermercados: por qué Micropack pegó un golpe de timón

La movida de la cadena de supermercados Micropack que compró nueve sucursales del súper Único sacudió al negocio supermercadista de Rosario. El lanzamiento de la marca Micro Go, un novedoso formato de compra exprés, le permite al grupo empresario que comanda Luciano Di Santo agendarse en todas las puntas del negocio; mayorista, minorista y de cercanía. La estrategia es también una respuesta a los tiempos que corren en el que proliferan las cadenas de autoservicios o supermercados de pequeña superficie distribuidos a lo largo y ancho de la ciudad, un fenómeno que se afianzó a partir de la pandemia. 

El punto de partida es que el consumidor tiende a desechar de su agenda la alternativa de pasarse tres horas para abastecerse en un hipermercado, a modo de paseo familiar como fue alguna vez. Por distintas razones, fundamentalmente la inflación y el consecuente menor poder adquisitivo, lo impulsa a realizar compras más pequeñas en puntos cercanos. Bajo esa premisa crecieron en la región marcas como la española Día, la multinacional Carrefour o el holding chileno Cencosud, por citar sólo algunos ejemplos. 

Son bocas de entre 300 y 1000 m2, que ofrecen a la venta productos de consumo masivo y están ubicados en barrios. Para poner en marcha la iniciativa, Micropack creó el sello Micro Go y en una primera etapa del plan de expansión tomará a su cargo cuatro supermercados exÚnico en Rosario, uno en Granadero Baigorria, tres en Capitán Bermúdez, y el último se emplazará en el Paseo del Puente, el centro comercial que está en desarrollo al pie del puente Rosario - Victoria.

La pospandemia terminó de dar impulso al formato y emergió un nuevo consumidor que empieza a mostrar sus cartas; la llamada “compra del mes” quedó en el olvido, abundan las marcas propias y asoman estrategias para combatir una inflación por las nubes que este año rozó el 100%. Autoservicios, almacenes y minimercados, avanzaron casilleros aunque tienen un límite, porque no pueden competir con los precios y promos bancarias que durante el último tiempo volvieron a poner sobre la mesa las grandes cadenas. 

“Este cambio de paradigma está relacionado directamente en nuestro país al tema inflacionario. El cliente al no poder comprar, por problemas de poder adquisitivo, en las grandes superficies y hacer la compra mensual, va a comprar a negocios de cercanía. Por eso la activación de este tipo de formatos que ya existían pero hoy están en expansión”, analizó Sergio López, presidente de la Cámara Supermercadista de Rosario (Casar). Si bien hubo un boom de “stockearse” que disparó el inicio de la pandemia y que trajo cuantiosas ventas al sector, terminó por desinflarse en este año con la crisis que provocó la salida de Martín Guzmán del Ministerio de Economía a mitad del año pasado.

“Creo que es un formato que vino para quedarse. Por impulso de esta tendencia que marca que el cliente va más seguido al comercio, en los últimos años muchos negocios de barrio se han transformado, de almacén a autoservicio y de autoservicio a supermercado. Todo pasa por el bolsillo, porque si alguien pudiera tener una buena situación del poder adquisitivo haría la compra grande que hacía en otros tiempos”, opinó López. La fórmula de locales pequeños, con un stock acotado de mercadería, donde se pueda encontrar lo justo y necesario, cerca de casa y sin perder mucho tiempo, crece a todo ritmo en la región. Y en Rosario fue Micropack la que tomó la punta de lanza del fenómeno.

“Nosotros planteamos el concepto de omnicanalidad, Micropack históricamente se dedicó a los supermercados y a la distribución mayorista, y en los últimos años empezamos un proceso de transformación que hoy muestra sus frutos”, dijo a Punto biz Luciano Di Santo, presidente de la empresa. Arrancan con nueve locales, uno de ellos que acaba de inaugurar en la localidad de Cruza Alta (Córdoba) pero apuntan a sumar por lo menos 50 en el corto plazo.

La movida de la empresa rosarina tiene contexto también los últimos grandes cambios que vinieron cuando la segunda generación familiar de Micropack -los dos hijos de Lucio, el fundador- armó en 2020 un nueva esquema de negocio que sobrevino  a la tradicional división territorial establecida con los grandes competidores del rubro en Buenos Aires. 

Aquella estrategia fue producto de una negociación con las compañías líderes del rubro mayorista en Capital Federal y Gran Buenos Aires, que terminó definiendo nuevos términos de una “convivencia pacífica” que existió históricamente entre los principales jugadores del retail supermercadista. A cambio de no abrir salones de ventas en Buenos Aires, Micropack quedó “habilitado” para expandirse en Buenos Aires, no con locales de ventas pero si no un ejército de vendedores a domicilio. En ese proceso, Micropack abandonó marcas propias, sumó las de sus grandes competidores y empezó a proveer desde Rosario a clientes de la gran metrópoli.

Una cuestión de tamaño

Una inquietud que surgió producto del lanzamiento de Micro Go fue si la estrategia no entra en conflicto con la llamada Ley de Grandes Superficies Comerciales que se instauró en Santa Fe hace más de una década para ponerle un freno a la expansión territorial de las grandes cadenas en la provincia. Claro está que al tratarse de un proceso de absorción de sucursales que ya estaban funcionando, Micropack no suma nuevos metros cuadrados habilitados por fuera de la reglamentación. “La Ley de Grandes Superficies ha sido una normativa muy beneficiosa para el sector. Una empresa ya establecida no puede seguir sumando m2 pero lo que sí puede hacer es comprar sucursales de una cadena dentro de lo que ya está habilitado”, explicó el titular de la cámara supermercadista.

Según la ley todo comercio del rubro que pretenda emplazarse en la ciudad tendrá restricciones: cuando sea de entre 100 y 500 m2 cubiertos deberá respetar una distancia mínima de separación de 300 metros de cualquier otro comercio ya habilitado; y cuando sea de entre 500 y 1.200 m2 el nuevo local, la distancia mínima a respetar será de 500 metros.

También está la Ley de Defensa de la Competencia que rige a nivel nacional y que establece que ninguna firma podrá tener una “posición dominante en el mercado”, esto es, no podrá superar el 30% de la facturación total. En este punto tampoco corre ningún conflicto con el plan que activó la firma supermercadista Micropack.

La otra expansión

La tendencia se relaciona también con la expansión de cadenas de mini autoservicios (o quioscos) que en Rosario se han propagado fuertemente en el centro y macrocentro, y entre todas las marcas ya suman unos 60 locales. Las cadenas más grandes son Multishop, con 22 locales, entre ellos uno que está por abrir en Entre Ríos y Pasco; y Market Ya que tiene 12 locales, es el más estratégico en Avenida Belgrano y Laprida. Abren todos los días, de lunes a lunes y en un amplio rango horario, venden una gran variedad de productos, desde chocolates, bebidas y cigarrillos hasta carne envasada al vacío, pastas, artículos de higiene y limpieza. Son una suerte de autoservicio, con congelados, fiambres y artículos de almacén.

A diferencia de los quioscos tradicionales, generan acuerdos comerciales con las principales empresas a nivel nacional y eso les permite manejar costos más bajos. Y también cuentan con productos delicatessen como los Franuí, vinos o cortes de carne congelados, que no suelen encontrarse en este tipo de establecimientos. “Nos reflejamos en los market que tienen las grandes cadenas de supermercados, pero con una impronta más local”, explicaron desde Market Ya. No creen ser el justo término medio entre el kiosco y un mercado, sino que conjugan las dos cosas. Y se apalancan en la inmediatez y la variedad. “La gente va a los supermercados y demora mucho tiempo a lo mejor para comprar pocas cosas. Acá te llevás todo enseguida y hay muy buena atención”, confía Facundo Mariotti, al frente de Market Ya.