Se alió con players internacionales para llegar con diseño rosarino a Europa

A la par que continúan las obras de ampliación en la planta de Crucijuegos (la idea es que la totalidad de la superficie proyectada queda lista en 2026), la empresa rosarina líder en juegos infantiles consolida una estrategia de alianzas con empresas europeas y latinoamericanas en los últimos meses, a fin de avanzar en su principal objetivo de negocios: la expansión internacional. 

El último acuerdo fue con Pozza, una compañía histórica en la Unión Europea en materia de juegos y productos vinculados al entretenimiento (llevan 160 años en el mercado). “Llevamos dos años trabajando en el acuerdo con ellos. Por el momento, nosotros diseñamos y fabricamos los juegos en Rosario y el equipo de Pozza los instala en Italia”, explicó Manuel Piñol, encargado de Relaciones Institucionales de Crucijuegos.

Según explicó Piñol, los diseños de Crucijuegos son disruptivos para el mercado europeo, con poco desarrollo en juegos temáticos. “Tienen diseños más tradicional. Por ejemplo, ahora estamos tramitando certificaciones para llevar las pelotas de fútbol que usamos en nuestros diseños, tenemos muchísima demanda de ese tipo de elementos que para ellos no son comunes”, explicó. 

También sellaron un acuerdo con Xalingo, partner de Brasil. Con base en Rio Grande do Sul, también se trata de un grupo de extensa trayectoria y con posición de liderazgo en Brasil. “Con ellos lo que hacemos es fabricar la herrería de los juegos, y en Brasil se hacen las piezas rotomoldeadas. Ahí, el acuerdo empezó al revés: nosotros los contactamos para importar sus productos para nuestra tienda online, dedicada al consumidor final, y con ese propósito vinieron a nuestra fábrica. Se sorprendieron por nuestra infraestructura productiva y al poco tiempo nos propusieron este acuerdo”, contó. 

Hoy, Crucijuegos exporta el 10% de su producción y pretenden escalar esa cifra en 2026.

Exportar I+D, el paso siguiente

Estas alianzas le permiten a Crucijuegos abrir mercados para colocar los productos fabricados en su planta, situada sobre la autopista Rosario-Córdoba, cerca de Funes. Sin embargo, desde la empresa saben que una internacionalización más eficiente sería poder exportar el diseño y el know how, pero que los juegos se fabriquen afuera: “Para la industria, sería una enorme ventaja la posibilidad de exportar I+D, una alternativa que sí tienen las tecnológicas. En nuestro caso puntual, tenemos un equipo de diseño integrado por unos 20 profesionales y mucha experiencia, es decir, estamos muy bien posicionados para exportar conocimiento. Solo falta que las regulaciones lo habiliten”, explicó. 

Socio británico

Además de la firma italiana y la brasileña, la empresa liderada por la familia Imaz selló un acuerdo de distribución con Rosehill Sports & Play, una compañía con base en Reino Unido que comercializa solados de caucho para juegos, gimnasios, y estadios en todo el mundo. “Los vamos a vender desde nuestra unidad de negocios Bongo en toda Latinoamérica. A la vez que seguiremos comercializando nuestros solados. Los de Rosehill tienen una tecnología diferente, que los hace extra durables, y a la vez, muy fáciles de retirar”.