Negocio que pinta bien invierte $75 M para seguir creciendo

Aprovechando el viento de cola generado por un fuerte aumento en su ritmo de trabajo, la firma Celta Laf -especializada en la fabricación de pinturas industriales- puso en marcha un plan de inversiones por $75 M, que le permitirá mejorar cualitativa y cuantitativamente su capacidad productiva. En paralelo, también avanza con una ampliación de m2 destinados al sector administrativo, en el marco de su 75 aniversario.

En su último informe, la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe) dio cuenta que el nivel de producción de junio se ubicó "por encima de los últimos tres años". Esta realidad es vivida en carne propia por Celta Laf, cuyo titular Mariano Ferrazzini confirmó que cerraron un primer semestre con una producción 10% superior al 2018.

"Creemos que será un año bueno. En ese marco, vimos la posibilidad de incorporar tecnología", contó el empresario, y detalló que ya sumó una línea automática italiana, "algo muy novedoso para la parte de pinturas líquidas". Para lo que resta del año, en tanto, adquirirán maquinaria destinada a la planta de polvo.

La firma, que opera en un predio de 20.000 m2 sobre la Ruta Provincial 14 en Pérez, provee al sector industrial, mayormente al mercado doméstico, aunque posee algunos clientes en el extranjero. "Tenemos un ejercicio de exportación desde el 2000, pero hoy colocamos afuera el 7% de la producción", indicó Ferrazzini.

Una vez concluidas las inversiones -financiadas 50 y 50 con créditos bancarios y capital propio-, Celta Laf tendrá capacidad para producir un 10% más, al tiempo que podrá "trabajar mucho mejor en lo que refiere a tiempos de entrega y manejar stocks mínimos".

Por fuera de lo estrictamente productivo, Ferrazzini contó que están sumando 600 m2 nuevos (hoy la fábrica tiene 8.000 m2 cubiertos), destinados a espacios de oficinas, vestuarios y comedor. "Hicimos un refresh del galpón", dijo el titular de Celta Laf, una firma que ya lleva tres cuartos de siglo en el mercado.

La firma nació en 1946 por iniciativa de Luis Ferrazzini fabricando, barnices y lacas en un pequeño galpón lindero a su vivienda, para ser comercializadas en pequeñas fábricas de sillas de paja, cajas musicales y juguetes, entre otros.