Montan estudio de tatuajes en una casa antigua, que es patrimonio histórico

Tomás Dib, Luciano Solo y Nahuel Herrera son tres jóvenes tatuadores que se hicieron amigos cuando trabajaban en el mismo estudio. Tras acumular trayectoria, abrieron su propio espacio, Casa Selma. Se instalaron en una vivienda declarada patrimonio histórico de la ciudad, ubicada en Ovidio Lagos 210.

"Más allá de un estudio de tatuajes, queremos darle a Rosario un espacio cultural. Es un lugar grande, con sistema de audio y luz natural, lo que hace que se puedan realizar varias actividades", expresó Dib en diálogo con Punto biz.  

"En 2018 fuimos la primera camada de tatuadores en introducir en Argentina el fine line, o línea fina. Fuimos los primeros en entender ese estilo y llevarlo a la piel en el país. Antes se veía más la línea gruesa, de la vieja escuela", aseguró Dib. Con respecto al estilo artístico que pregonan, agregó: "Luciano hace un realismo a color impresionante, Nahuel hace composición de microrealismo, y yo hago un poco de todo, pero me especializo en microrealismo a color".

El emprendimiento acaba de abrir sus puertas y no tiene horarios fijos, sino que se maneja por turnos.

Patrimonio histórico

En el espacio funcionó antiguamente una farmacia. Se trata de un edificio de patrimonio histórico de clase A, que no puede sufrir modificaciones en su fachada. "En base a eso armamos el estudio, creando un estilo ecléctico que combina lo viejo y lo nuevo llevándolo hacia un mismo concepto. Las pantallas LED, las camillas del tatuador, los carritos de metal, que son modernas, se mezclan con sillas, espejos, alfombras que quizás tienen 100 años", señaló.

El nombre del lugar rinde homenaje a la tía abuela de Tomás, que fue su mentora artística. "Utilizamos muchos de sus elementos físicos. El living de Casa Selma es similar al de la casa de mi tía, hay muchos libros y cuadros que son de ella, también una araña que ilumina el estudio. Llevamos su ideología a un estudio de tatuajes", aseguró. 

El sueño de los pibes

En cuanto a las metas del emprendimiento, apuntó: "A corto plazo, queremos lograr que los clientes sientan a Casa Selma como su casa. Si alguien tiene un turno, termina y se puede quedar, ya sea diseñando, pintando, hablando, escuchando música. Queremos crear un entorno amigable que, a largo plazo, se convierta en un espacio cultural. Que la gente reconozca esa esquina y diga 'acá se hizo un día de café', 'acá vino un artista a tocar', 'acá vino una marca de ropa' o 'acá vino x tatuador'. Y queremos que en el espacio se graben videos musicales de artistas de Rosario", concluyó.