Luis Herrera pidió el concurso cómo último recurso para proteger un activo clave

Justo en la jornada en la que dos abogados intentaban mediante un recurso judicial en favor de un grupo de acreedores evitar que se subastarán las acciones del Matba Rofex pertenecientes al financista Luis Herrera pero prendadas por la firma Transatlántica, el propio Herrera recurrió a los Tribunales para pedir el concurso preventivo de manera personal. El trámite recayó en el Juzgado de primera instancia en lo Civil y Comercial de la 7ma Nominación, a cargo del juez Marcelo Quiroga y está pendiente de apertura.

Precisamente el magistrado analiza por estas horas los argumentos de Herrera para justificar la citación a sus acreedores y definir un plan de pagos, hecho que será clave para hacer lugar o no al mecanismo. La decisión del financista se da justo en momentos de gran incertidumbre para los ahorristas e inversores que le habían confiado dólares blue bajo promesas de utilidades de dos dígitos, pero que precisamente dejaron de percibirlas cuando la situación patrimonial del operador bursátil se complicó. Entre finales de noviembre y principios de diciembre se les había prometido a los clientes de la mesa de dinero que iban a tener alguna certeza sobre una fecha de pago, algo que nunca llegó.

La decisión de pedir el concurso, además, desnuda el interés de Herrera de evitar que se subasten las acciones del Matba Rofex prendadas por Transatlántica que a todas luces hacen pensar que conforman el activo más importante del financista para responder a los ahorristas. Si se abre el concurso antes del 14 de diciembre -fecha en que está fijado el remate-, el objetivo de Herrera se habrá cumplido. Lo cierto es que los tiempos de la justicia no siempre siguen la línea de las pretensiones de un individuo que, en este caso, demuestra un severo estrés financiero.

Aunque no está calculado ya que se trata de dinero no fiscalizado por la Comisión Nacional de Valores (CNV), el rojo que acumula Herrera sería del orden de los u$s30 M que hoy le reclaman quienes le confiaron los billetes para operar mediante una serie de triangulaciones en el Mercado de Chicago, fuera de cualquier legislación local.

De abrirse el concurso, se anticipa un engorroso proceso de verificación de créditos por parte de los ahorristas que tendrán que demostrar el origen de los fondos y los comprobantes de las operaciones que se concretaron en muchos casos a nombre de la agencia bursátil Fernández Soljan que por el momento quedó afuera del pedido de convocatoria.