Llegó de Paraguay, vendía flores en la calle y hoy tiene un local en el shopping

Sergio Chaparro tenía en mente estudiar cine o teatro. Pero experimentó y le bajó el pulgar. Después incursionó en la fotografía y fue el puntapié para lo que sería su vocación y negocio. Llegó de Paraguay con 19 años y ya instalado en Buenos Aires se encontró con las flores. Estuvo varios meses repartiendo en bici y cuando tenía proyectado volver a su tierra, la pandemia lo dejó varado en Rosario. Fue acá donde el emprendimiento comenzó a tomar real dimensión hasta llegar con formato definido a un local del Shopping del Siglo. 

Se trata de La Florería Andante, un concepto que se aleja -quizá- de la florería tradicional y que apuesta más al estilismo floral. Sabe que no inventó nada nuevo porque en Capital Federal ya estaba bastante trabajado, pero encontró el hueco en la ciudad y le dio para adelante. “Tenía 22 años y quería hacer cosas distintas”, confía Sergio a Punto biz. El nombre lo toma de cómo se gestó el proyecto y ese es su distintivo. 

“Con la pandemia me quedé en Rosario. Mi idea era volverme a Paraguay, pero los 15 días que habían anunciado se hicieron meses y ahí me dije que tenía que volver al ruedo”, cuenta el joven. Activó su cuenta de Instagram, salió con un amigo a hacer fotos en Oroño para promocionarse y arrancó otra vez. La gente abrazó la propuesta y, casi sin proponérselo, le llegó un llamado del shopping para desembarcar con local propio. “Pensé que era para poner flores, pero me hicieron la propuesta para incorporar la marca. Lo primero que dije fue que no”, se ríe. Pero después de pensarlo, en agosto pegó el salto. 

Se abastece principalmente de la Cooperativa de Floricultores de Rosario y hay muchos cultivos que vienen de La Plata y Buenos Aires. Su caballito de batalla es el ramo mixto de estación, aunque también vende flores por vara. Los precios oscilan entre los $700 y los $3.500, dependiendo de cuán grande sea el ramo y de las variedades elegidas. Hoy trabajan con bares, clínicas y algunas cafeterías, incluso tienen clientes fijos a los que proveen cada semana. 

Si bien ahora Sergio está muy abocado al local, no pierde oportunidad para salir con la bici, que es la esencia misma del proyecto. “Con las bicis siguen las chicas de Las Monas, que tienen una onda re fresca y le ponen mucha pasión a lo que hacen. Los repartos los hacemos de miércoles a sábados, y eso está bueno porque yo quería que la bicicleta siguiera saliendo. Por una cuestión de tiempo, no lo hago yo tan seguido pero cuando puedo me hago una escapadita”, explica. 

Hace tres años que arrancó con La Florería Andante, aunque su primer contacto con las flores lo tuvo en el jardín de su mamá. Cuando llegó a la Argentina le costaba mucho conseguir trabajo, hasta que se le ocurrió la idea de una florería ambulante. Hizo escuela por las calles de Parque Chacabuco y en Rosario coronó el proyecto. “Antes tenía una vidriera en Instagram, ahora tengo una vidriera en el shopping”, confiesa. Y ya piensa en el futuro y en sus ganas de llevar la marca a otro nivel: “Me gustaría tener también otro local y agregarle un plus”.