Llegaron para comerse el mercado, surgieron conflictos y se están yendo

El desembarco de Morfi Burger en Rosario en 2023 había sonado fuerte en la plaza gastronómica local: la cadena de hamburgueserías que nació y creció en el conurbano bonaerense de la mano del ex jugador del Ascenso Diego Jaime se había plantado con tres franquicias en Arroyito, Fisherton y el centro. Pero la presencia duró poco y unos meses después de la inauguración del tercer local en calle Córdoba, la marca de hamburguesas desapareció de la ciudad: dos de los locales cambiaron de denominación (el de Alberdi y Avellaneda, y el de Córdoba al 2300) y el último está a punto de hacerlo (Eva Perón 7866).

¿Qué pasó con el vigoroso arribo de Morfi? Según pudo averiguar Punto biz, una disputa entre los socios de la marca provocó la falta de abastecimiento de parte de los franquiciados rosarinos. 

"De un momento para el otro, dejamos de recibir la mercadería, insumos, el packaging y todo aquello que se había acordado que aportaría la marca, como en cualquier franquicia. Nos desatendieron por completo", coincidieron en relatar los socios locales de la marca bonaerense.

Los franquiciados locales tuvieron que salir a “emparchar” las falencias con packaging genéricos y reemplazar a la marca Morfi por otras propias, que ya tenían en marcha en otras ubicaciones. Finalmente se decidió rescindir los contratos entre los franquiciados y Morfi.

Consultado por este medio, Diego Jaime desconoció los contratos con las franquicias rosarinas. En rigor de verdad, quien había rubricado los contratos fue Gustavo Duben, director del Catan Shopping, un centro comercial de la localidad bonaerense de González Catán en el que la cadena de comida rápida había desembarcado tiempo antes. 

Duben y Jaime se presentaron por aquel entonces como socios en Morfi. De hecho, Jaime estuvo presente durante la apertura de al menos una de las franquicias de Rosario y participó de las capacitaciones iniciales. También Duben.

De todos modos, ante Punto biz Jaime sostuvo su punto: “El dueño de Morfi soy yo y los locales de Rosario no tenían contrato firmado conmigo, entonces tuvieron que cerrar", explicó, y agregó: "Firmaron contrato con otra persona que no tiene vinculación, cuando eso se descubrió, la relación comercial perdió validez”, relató.  

Como el exfutbolista y el empresario terminaron a las patadas, el caso que los enfrenta ya estaría planteado ante la Justicia de Buenos Aires: “A mí me quisieron robar la marca”, aseguró el exfutbolista.

Por su parte y en diálogo con Punto biz, Duben dio otra versión de los hechos: argumentó que los contratos se rescindieron "por la caída de la demanda y el aumento de los costos". 

Rosario fue la primera y única ciudad a la que llegó Morfi por fuera de la provincia de Buenos Aires. Actualmente, entre locales propios y franquicias, la marca cuenta con 11 sucursales.

Cuál es el destino de los locales rosarinos

El local de Fisherton sigue figurando en los canales de comunicación de la empresa, pero su continuidad con la marca está en la cuerda floja (de hecho, están utilizando packaging genérico y no reciben insumos de parte de la marca). Ese contrato se rescindiría en breve.

El local de calle Córdoba entre Santiago y Alvear se reconvirtió a la marca Chukaro & Beer, también de comida rápida, pero de origen rosarino. Chukaro & Beer -propiedad del gastronómico local Miguel Mandracchia- ya está presente en Distrito Pichincha. 

En tanto, el local de Arroyito quedó vacante tras el conflicto. Según le contó Jaime a Punto biz, una vez que se dirima el conflicto, no descarta volver a plantar bandera en la ciudad: “Hoy no estamos trabajando en Rosario, pero tenemos la idea de volver a abrir”, aseguró.

Una historia que la metió en el ángulo

Al delantero Diego Jaime se le había terminado el contrato con Deportivo Laferrere, llegó la pandemia y necesitaba trabajar. Pidió prestada una plancha y se puso a hacer hamburguesas en la puerta de su casa. Fue un éxito y no daba abasto, se animó y abrió el primer local en su barrio en 2020.

“Nuestro crecimiento fue en la pandemia, con la persiana baja, haciendo delivery. Ofrecíamos un producto rico, abundante, a buen precio y de buena calidad”, reconoció Jaime. El crecimiento fue exponencial, pero en el medio surgieron diferencias que hoy se dirimirán en la Justicia.