Levantan a minutos de Rosario el primer edificio hecho con contenedores

Con experiencia en el rubro de la importación, Maximiliano Saba trajo de China una idea innovadora: construir viviendas a base de contenedores marítimos. La fórmula se usa desde hace largos años en el país asiático y fue así que el empresario rosarino buscó la manera de replicar la experiencia en la región. En sociedad con Sebastián Ostinelli, quien se encarga de la comercialización del desarrollo, proyecta un edificio de viviendas en el corazón de la ciudad de Villa Gobernador Gálvez. Será el primero de su tipo en Argentina.

El emprendimiento consta de 18 monoambientes en dos bloques de 9 al frente y 9 al contrafrente en planta baja y dos pisos. Tiene espacio para cocheras al frente y un área común con parrillero y mesas. La gran particularidad es que los monoambientes están desarrollados en contenedores registrados en desuso en perfectas condiciones. “Son los contenedores originales que se usan para importación. Claro, como tienen una vida útil de 10 años van quedando obsoletos en los países. Así que se nacionalizan, y lo compramos para usar en la construcción. Para eso elegimos, se arenan y pintan y están listos para utilizarse como departamentos”, explicó a Punto biz Maximiliano Saba, empresario a cargo del proyecto.

El edificio ya está vendido en un 50%, la construcción está en marcha sobre un terreno ubicado en Av. San Martín al 3000 (cerca del acceso a Cargill) y la idea de los desarrolladores es terminar la obra en el plazo de un año y medio. “Hemos investigado bastante y no encontramos otro edificio de estas características. En el país hay algunos desarrollos que se han hecho con contenedores como galerías comerciales, oficinas, y viviendas individuales”, afirmó Sebastián Ostinelli, al frente de Ostinelli Estudio Inmobiliario. 

Se trata de un emprendimiento sustentable que puede realizarse y plantarse en cualquier parte dada su versatilidad. Dado los materiales utilizados la construcción es más rápida y ecológica y cada monoambiente para entrega puede estar listo en 60 días. “Es una solución habitacional moderna. Puede destinarse a alquileres temporarios o permanentes.  Al valor de un auto accedes a una inversión más segura y con rentabilidad”, apuntó Ostinelli sobre las unidades que salen a la venta a un valor de u$s18.000.

La aislación está realizada con materiales ignífugos reciclados que brindan una correcta insonorización y resguardo de la temperatura. El revestimiento interior y los pisos son de PVC de alta resistencia. El baño está revestido con porcelanato, mampara y vanitory. El sistema de elevación de la cama brinda la posibilidad de ampliar el espacio interno convirtiendo el mismo en un living con sillón. “Se levanta la cama automáticamente y queda espacio un living. Está todo pensado para el uso práctico y moderno”, describió Ostinelli sobre las características de los departamentos que tienen una superficie de 18 m2. 

El desarrollo sustentable por lo que los servicios son 100% eléctricos, y la energía es alimentada por paneles solares y conexión de gas es corriente. “Todavía no hay un próximo objetivo. Lo que sí, hemos recibido muchas consultas de Buenos Aires para replicar el proyecto allá. También hay gente de Córdoba que le interesa comprar varias unidades para plantarlas en un terreno y hacer alquileres temporarios de destino turístico”, apuntó el agente inmobiliario. 

El modelo de Qatar

La construcción a base de contenedores tiene un ejemplo reciente que dio la vuelta al mundo. Se trata del Estadio 974 de Doha, donde se jugó la Copa del Mundo de Qatar, que ganó la Selección argentina de Lionel Messi. Está ubicado en West Bay a orillas del Golfo Pérsico, en una de las zonas más industriales de Doha, donde también se ubica una de las centrales eléctricas más importantes del país. El estadio, con capacidad para 40.000 espectadores, está construido con contenedores de transporte y es el primer estadio portátil en la historia de la Copa del Mundo.

El concepto del gigante fue diseñado por Fenwick Iribarren Architects, una firma española con sede en Alcobendas, Madrid. Los arquitectos y la organización querían construir algo más que no se desperdiciara después de la Copa del Mundo. 

Es un estadio formado por 974 contenedores de transporte, un homenaje a la historia industrial y al prefijo internacional de Qatar (+974), con un aspecto y unos colores muy llamativos. Es el único estadio de la Copa del Mundo sin aire acondicionado, pero es un espacio abierto con ventilación cruzada y cercano al mar.