La terminal flexible asoma su estructura en el barrio de Fisherton

La irrupción de las low cost generó un período de auge entre 2016 y 2018, pero duró lo que un suspiro. Aquella etapa, breve pero intensa, dio a luz un proyecto de ampliación de la terminal aérea para ponerla a nivel internacional. Se hicieron trabajos de arreglo y refacción de la pista de aterrizaje, fue renovado el paseo comercial y empezó a carretear un plan para convertir a la aeroestación en una sociedad del estado. El futuro lucía auspicioso. 

El cambio de signo político a nivel provincial y nacional, la falta de incentivos al desembarco de nuevas aerolíneas y la crisis de la pandemia, enterró las buenas perspectivas. Los dólares que entraban a las arcas de la terminal a través de tasas aeroportuarias y que costearon la primera etapa de la obra de ampliación, dejaron de fluir con la rápida salida de aerolíneas internacionales. Y fue quizás el principio del ocaso. Cuando las low cost también se fueron, el tráfico de pasajeros quedó reducido a la mínima expresión. Es decir, a los vuelos que pueda ofrecer Aerolíneas Argentinas y poco más.

Cuando en diciembre de 2019 asumió el gobierno de la provincia de Santa Fe Omar Perotti, las obras de la terminal aérea estaban al 50% y a partir de ahí el proyecto quedó largos meses en suspenso. Fue sometido a una auditoría técnica, y pospandemia la iniciativa viró de la construcción de un nuevo edificio de embarque internacional a una terminal flexible que unifique las dos servicios de cabotaje y hacia el exterior. La obra volvió a tomar vuelo. 

Si bien las tareas continuaron según el proyecto original, se realizaron ajustes técnicos con el propósito de adaptarlo a la realidad económica y a un nuevo escenario aerocomercial en el que Rosario quedó muy relegada. A fin de año pasado llegó de las arcas provinciales una partida extra de $12.000 M para terminar la obra con miras a inaugurarla en la presente gestión de Perotti. Aspiran a cortar cintas de un pequeño primer sector antes de fin de año. Será un desarrollo a gran escala, de seguro, pero que atenderá un público minúsculo.

Las obras del Aeropuerto

Dentro del paquete de obras que anunció Omar Perotti para Rosario hay una partida destinada a terminar el proyecto de la nueva terminal flexible del Aeropuerto Internacional “Islas Malvinas”. Con un presupuesto de $12.000 M, la Provincia financiará la última etapa de obras en la aeroestación de Fisherton.

Las tareas se enfocarán en la construcción total de la estructura exterior y el cerramiento. En tanto en la parte interior, se trabajará en un sector de dos plantas donde funcionarán las salas de arribo, embarque, servicios y las pasarelas de embarque. “Cambió la materialidad y con eso cambió el diseño. Mantuvimos el edificio existente y ahora la idea es terminar el módulo en ejecución para septiembre, junto con una galería que une las dos partes y va a permitir que la gente circule bajo techo. Este módulo va a alcanzar para los próximos 50 años”, dijo a Punto biz Leticia Battaglia, secretaria de Arquitectura y Obras Públicas de la provincia de Santa Fe. 

El Aeropuerto dispone de un presupuesto de casi $10.000 M para terminar el 50% de la obra, un fondeo proviene exclusivamente de las arcas provinciales. Y desde este año cuenta con una partida similar, de $12.000 M para terminar la obra con miras a inaugurarla en la presente gestión de Perotti. En esta nueva etapa, se construirá un nuevo núcleo de escaleras y ascensores al noroeste de la terminal existente, para vincular funcionalmente los movimientos de pasajeros entre la terminal existente y el nuevo edificio. “Será un aeropuerto parecido al de Florianópolis, donde la nueva estructura se articula con la vieja y al ser flexible permite realizar cambios en función de la demanda de vuelos”, apuntó Battaglia. 

El proyecto incluye el siguiente equipamiento: mangas, tres escaleras mecánicas, cinco ascensores y cintas de equipaje. También una torre pivot y nexo en terminal existente. Como la obra cambió, los términos del contrato con la UTE que ganó licitación de la obra -conformada por Edeca SA, Pecam SA y Dinale SA- fueron reacomodados y, entre otros puntos, se definió que la instalación de las mangas telescópicas correrá por cuenta de las constructoras. La primera manga -que ya está viajando en barco a Rosario- estaba pensada para embarque internacional pero tendrá doble uso.