La pegó con un pequeño restó y llevó la sangre japonesa a Pichincha

A principios de 2023 Kiku Sushi, espacio gastronómico que introdujo el concepto japonés Omakase en el mercado rosarino, abrió su primer espacio en un pequeño local sobre avenida Ovidio Lagos. Tras consolidarse como una opción destacada en el segmento de sushi y cocina fusión, su titular consideró que era hora de invertir y ampliarse en el área gastronómica del momento: el barrio de Pichincha. Con el nuevo emplazamiento (Callao 139 bis, entre Güemes y Avenida del Valle), los empresarios gastronómicos redoblan su apuesta oriental.

“El corazón de Kiku Sushi sigue siendo el concepto Omakase, en el que los comensales confían plenamente en el chef y se dejan deleitar ciegamente”, explicó a Punto biz la sushi woman y titular de Kiku Sushi, Noe Vera. “El Omakase es un concepto único en la ciudad. Los comensales dejan la experiencia en mis manos, y eso nos permitió crear momentos especiales y personalizados”, sumó.

Desde sus comienzos, Kiku se posicionó como un referente gracias al boca en boca de sus clientes fieles. Al mismo tiempo, Vera indicó que con esta expansión no solo busca consolidar su lugar en la gastronomía rosarina, sino también ofrecer un espacio que permita más interacción con los clientes.

“El nuevo local está diseñado para brindar una experiencia versátil. Cuenta con dos sectores principales: una barra de estilo japonés, donde los clientes pueden interactuar conmigo, mientras se emplatan las creaciones, y un sector salón, con cómodas sillas, banquetas y sillones que invitan a disfrutar de un ambiente relajado”, detalló la sushi woman.

Por otro lado, comentó que la carta fue reformulada para mantener su esencia clásica de fusión, combinando influencias japonesas, peruanas -nikkei- y locales. Entre las nuevas propuestas se destacan platos como el tonkatsu, yakitoris, gyozas, y opciones peruanas como las causas limeñas y el salteado de pollo, cerdo o ternera. Además, el menú incluye productos regionales, como la trucha patagónica y el pulpo, que aportan un toque local a la experiencia.

A su vez, incorporaron bebidas tradicionales. Entre las opciones se encuentran el sake, una bebida japonesa destilada de arroz, y el soju, un destilado coreano que complementa perfectamente los sabores de la cocina.

Por último, Vera apuntó a la necesidad que tiene el mercado rosarino de seguir diversificando la oferta gastronómica y, sobre de todo, de dar respuestas a un público cada vez más exigente y que busca experiencias cosmopolitas. “Queremos que nuestros clientes vivan una experiencia descontracturada, diferente a lo que suelen encontrar en la gastronomía rosarina”, finalizó.