Empresa familiar da pelea a bloqueos y presiones del gremio camionero

Dolzani es una empresa familiar fundada por Ireneo Dolzani en 1947, y que hoy continúan dos de sus dos hijos, Raúl y Oscar, dedicada al transporte logístico y cargas generales. Con base de operaciones en la localidad Avellaneda, en el norte de la provincia de Santa Fe, en Dolzani afirman sufrir el bloqueo de la empresa por parte del gremio de camioneros. El conflicto se originó por el despido de un empleado de la firma logística, siguió con un pedido de aumento salarial y desde principios de abril persiste un acampe en el ingreso del predio de la firma. 

“Creemos que se trata de un hecho político, de una interna del gremio. Porque la empresa echó a una persona con justa causa, se agarraron de eso para hacer el paro pero como en el Ministerio de Trabajo el reclamo no avanzó después volvieron a la carga pidiendo aumento”, resumió Edgardo Dolzani, hijo de uno de los dueños de la empresa oriunda del norte de la bota santafesina. El conflicto pasa ahora por el pedido de aumento salarial de los 33 empleados que conforman la planta laboral. Reclaman una recomposición de ajustes no otorgados en los últimos dos años, y como no obtuvieron respuesta acampan en la puerta de la empresa, generando momentos de tensión y cruces con los empleados que no adhieren a la medida de fuerza. 

“La empresa paga salarios según convenio laboral vigente, por lo que no corresponde el aumento que piden. Lo más grave es que desde el sindicato presionan con bloqueos e intimidaciones”, afirmó Dolzani, que contactó a Verónica Razzini, empresaria el frente del Movimiento Empresario Anti Bloqueo (Meab), quien vivió una situación similar cuando la sede del Grupo Razzini fue bloqueada por tres meses en 2020 y por medio de abogados iniciaron acciones legales. Fue cursada una causa penal al Sindicato de Camioneros de Santa Fe y los choferes involucrados, en la fiscalía 5 de Reconquista y a raíz de esto la situación empezó -en parte- a descomprimirse. 

El bloqueo continúa, pero al menos -afirman desde Bolzani- pueden retirar la mercadería y continuar con el reparto a los clientes, concentrados en su mayoría en el nordeste del país. “Siguen parados en el predio, pero ya la mitad de los choferes trabaja. Se vivieron momentos complicados, con amenazas de por medio”, describió Bolzani sobre el presente de la firma que cuenta con 33 empleados, 24 camiones que volvieron a la  actividad y otros 20 unidades paradas “por culpa de las presiones del sindicato”.