El nuevo local de Musimundo es de suma cero, ¿por qué?

El cierre de locales de la talla de Borsalino, Al Elegante o -el más emblemático de todos- la tienda Falabella dejó al descubierto de forma contundente el profundo deterioro que atraviesa el centro de Rosario. Pero al mismo tiempo, abrió también un escenario propicio para negociar contratos de alquiler con mejores condiciones e incluso elegir dónde desembarcar cuando tiempo atrás para instalarse en la codiciada peatonal Córdoba había una larga lista de espera de inquilinos. 

Después de la oleada de bajas que llegó por efecto de la cuarentena y las restricciones, lentamente el centro de Rosario volvió a poblarse de jugadores importantes y recuperar así espacios con mucha historia. Sin embargo, hablar en términos de reactivación es, por lo menos, exagerado. Aunque hay señales de recuperación positivas en términos de ocupación, el segmento de los locales comerciales no termina de repuntar en este tramo de la pandemia.

Musimundo confirmó que vuelve a la esquina de Sarmiento y Córdoba, -local dónde en los 90 funcionó como disquería-, y ocupará un inmueble clave que dejó la zapatería Borsalino. Pero para eso, la cadena de electro bajará la persiana de su local en Peatonal Córdoba al 1200. Es así como entonces, en esa misma cuadra de la peatonal, que va de Mitre a Entre Ríos serán tres los locales vacíos; el que dejan Garbarino (sus trabajadores lo reabrieron pero la empresa está al borde del default), la tienda de ropa para caballeros Al Elegante y ahora la cadena Musimundo, producto de su traslado a una zona “más caliente”. 

“Hay una pequeña reactivación pero en comparación a un año muy malo como el de la pandemia, por lo que no es algo para celebrar. Los parámetros son más bien regulares. Lo que se ha empezado a mover son los locales de superficie media y chica. No así las galerías y es mucho más complicado el escenario para los locales grandes. También hay que señalar que hay calles que siguen estando con mucha vacancia de locales, como Santa Fe, Rioja y Sarmiento”, opinó José Ellena, referente del sector inmobiliario de la ciudad.

Si bien la debacle viene gestándose desde hace varios años, y no es necesariamente un efecto de la crisis de la pandemia, el panorama de persianas bajas y carteles de alquiler, puso en alarma al Municipio que celebra como un triunfo propio cada vez que un local vuelve a ocuparse. 

Aprovechando el nuevo escenario, un puñado de empresas o negocios apuesta al centro cuando muchas se van. Marcas de indumentaria,  locales de comida rápida, hasta comercios de tecnología; vieron la oportunidad de desembarcar en un corredor donde hasta antes de la pandemia les quedaba muy lejos poder llegar. “Hoy el dueño está mucho más permeable a una oferta, tiene otra postura, y gente que antes no tenían chances de plantarse en la peatonal ahora se pueden posicionar en esa gran vidriera”, describió Ellena. 

Por otra parte, es prudente diferenciar entre los espacios que hoy tienen mayor demanda o movimiento y aquellos que sufrieron más el impacto de la cuarentena como las galerías o centros comerciales. Es así como, zonas como la del Paseo del Siglo logró recuperar ocupación comercial de locales, mientras que a pocas cuadras de distancia, las galerías Del Paseo y Cassini tienen cartel de venta.  “Estamos saliendo del pozo, pero estamos en un momento bueno”, analizó el corredor inmobiliario.