El inmueble donde funcionó la histórica parrilla Don Leo tiene nuevo destino

Fue uno de los primeros pesos pesados del rubro gastronómico que cayó por impacto de la crisis de la pandemia. La emblemática parrilla Don Leo, un clásico de la Avenida Pellegrini, cerró sus puertas como producto de la cuarentena estricta por la crisis sanitaria y nunca más las volvió a abrir. Más de tres años después de aquel entonces, el histórico inmueble de Pellegrini al 900 tiene nuevo destino. Ya no tendrá fines gastronómicos, eso sí, y como es usual en estos casos, el viejo restaurante dará paso a un nuevo desarrollo inmobiliario. El predio tiene cartel de obra y las tareas de demolición ya arrancaron.

“El plan proyecta el desarrollo de un edificio para un público que prefiere la ausencia de amenities, sobre todo porque pretende una vivienda de convivencia más tranquila, sin tanto movimiento. Es un proyecto de similares características a uno ya está terminado sobre la misma avenida a la altura del 800”, dijo a Punto biz Cristian Alsedá, titular de Alsedá Inmuebles, a cargo de la dirección comercial del emprendimiento. El inmueble donde funcionó durante varias décadas la parrilla Don Leo estuvo en alquiler durante largos meses hasta que sus propietarios se decidieron por la venta del terreno.

La torre llevará el nombre de Los Tilos, tendrá una altura de planta baja y 12 pisos, con dos departamentos por nivel. Tendrá cocheras en subsuelo y planta baja, y del piso uno al 12, departamentos semipisos, de uno y dos dormitorios. “Son unidades de muy gran tamaño, amplisimas y de categoría. Los departamentos de un dormitorio son de 73 m2 y los de dos dormitorios de 134 m2 con balcón al frente y otro contrafrente”, describió Alsedá sobre las características del desarrollo que contará con “todo material de primera calidad”. 

El proyecto y ejecución corre por cuenta de la empresa Arinco SRL, del arquitecto Pedro Carcovich, que ya tiene varios desarrollos terminados sobre la avenida. La construcción está pensada en un plazo de 48 meses, y el plan comercial plantea la compra de unidades en cuotas con entrega y cuotas en un sistema de fideicomiso de construcción al pozo. “Estamos terminando algunos detalles y la idea es en los próximos 60 días salir con la comercialización final del proyecto de la mano de inmobiliarias de primera línea de Rosario”, apuntó Alsedá. 

La primera caída de muchas otras

El cierre del restaurante Don Leo anunciado en junio de 2020, en plena pandemia, marcó el triste puntapié inicial de una escalada de cierres que se extendió a lo largo de todo el primer año de la crisis sanitaria. Al punto final de la parrilla, le siguieron cierres que hicieron ruido como los del Bar Blanco, también de la zona, Johnny B Good y Queens en Pichincha, la parrilla Las Palmas y la cafetería Pani en el Paseo del Siglo. En efecto, sólo en la primera etapa de la cuarentena por el coronavirus, más de una docena de locales gastronómicos dejaron de funcionar y 200 trabajadores del sector perdieron sus fuentes laborales.

Don Leo, era un restaurante muy reconocido en la ciudad, ubicado a metros de la esquina de Pellegrini y San Martín, pegado a la histórica pizzería Vía Apia. Funcionó durante décadas y se convirtió en un clásico de la gastronomía rosarina. Aunque el golpe de knock out se lo dió la pandemia, la empresa que administraba Don Leo arrastraba problemas financieros desde hace algunos años que se agravaron por los meses sin atención al público que impuso la pandemia del coronavirus. De hecho, la SRL se encontraba en concurso preventivo de crisis, con un pasivo superior a los $2,8 millones. Y aunque los gerenciadores alcanzaron a presentar un plan de pagos, algunos de sus acreedores no lo acompañaron y la crisis desatada junto a la inactividad por la cuarentena terminó por decretar el final de la historia.

“No pudo superar este negocio los inconvenientes económicos que tenía antes de la pandemia”, afirmó oportunamente el secretario general del Sindicato Hotelero Gastronómico de Rosario (Uthgra), Sergio Ricupero.