Abren en Rosario el primer "gato café": de qué se trata y cómo funciona

Apenas abrís la puerta de la casa, los ocho “propietarios” te reciben entre maullidos y ronroneos. Cuando el viernes pasado cortó cintas Gatogasinos por Cochabamba 1488, el primer “gato café” de Rosario, sus dueños jamás pensaron que iba a tener tan buena acogida. Este concepto nació en Taiwán en la década del ‘90, pero con el tiempo fue replicándose en las principales capitales del mundo. Incluso, hay experiencias similares en Buenos Aires. 

“Vimos que unas chicas de Buenos Aires se animaron a hacerlo, pero no funciona tanto como un bar, sino que los gatitos son de ellas y tenés que reservar turnos. Aunque nosotros sí hacemos respetar los tiempos porque queremos que haya un espacio calmo y relajado para que la gente venga a tomar algo y haga gatoterapia”, confió Cecilia Fogel a Punto biz. Ella es terapeuta holística y con su pareja dieron vida a Gatogasinos -un lunfardismo local- después de haber experimentado con este tipo de espacios en Japón, Milán y Punta del Este. ¿De qué se trata? Tomar un café y acariciar un gato, todo un fenómeno mundial. 

El inmueble, que está dividido en dos plantas, tiene capacidad para unas 60 personas, pero con el objetivo de hacerlo más íntimo y menos invasivo para los gatitos ingresan unas 20 por cada hora. “Cuando entrás, te encontrás con la boutique de gatos, después pasás al espacio del café y hay armado un living, en la planta alta hay dos livings más y un patio terraza”, describió Cecilia sobre la disposición del lugar. Está pensado y diseñado para el disfrute de los gatos, pero también de quienes vayan a visitarlos. Podés jugar con ellos, alimentarlos o simplemente gozar de su compañía. 

Son “propietarios” porque los ocho gatitos viven en esa casa y, aunque en los planes de Cecilia está adoptar nuevos inquilinos, hay ciertos requerimientos a cumplir dado que el espacio no está habilitado como hogar de tránsito. Si bien en Rosario ya existen locales gastronómicos pet friendly, Gatogasinos es pionero porque los animales recorren las mesas y se dejan acariciar y alimentar. Una aclaración: comen únicamente el alimento que se les suministra ahí. 

“Ahora son ocho los gatos, todos rescatados, y la idea es que en un tiempito puedan ser más. Esto está charlado con la Municipalidad y con el Imusa porque no estamos habilitados como un hogar de tránsito”, explicó Cecilia. Respecto de la modalidad que manejan, el tiempo estimado para permanecer en el local es de una hora y podés ir solo o acompañado. Está abierto de martes a sábados y los domingos funciona de mañana. La diferencia con los otros “gato café” del mundo es que no tenés que pagar una tarifa específica para ingresar; solo abonás lo que consumís. Si sos amante de los gatos, este es el lugar perfecto. 

DÓNDE NACIÓ

El gato café es una tendencia que viene en aumento alrededor del mundo. El primer “Cat Café” de la historia se inauguró en 1998 en Taiwán. Con el paso de los años se fue popularizando cada vez más, y tuvo su mayor expresión en Japón. En 2012 llegó a Europa y cuatro años más tarde aterrizó en Sudamérica. El primer país de la región en abrir uno fue Chile, luego se sumó Uruguay y después Argentina. “Es un espacio totalmente 'gatificado', un espacio de terapia, para volver al equilibrio”, sintetizó Cecilia.