Entre Sillicon Valley y Rosario, startup se codea con grandes firmas

“Creemos que en Rosario hay una gran oportunidad para aprovechar recursos humanos de alta calidad y también muchas chances de negocios”. Así resume Ricky Cassini el impulso que los llevó a radicarse en la Cuna de la Bandera con Michroma, un proyecto inédito a nivel mundial que parte de la base de experimentar con recursos de la naturaleza para crear colorantes con bajo impacto en la salud. Se trata de un desarrollo en biotecnología que nació en Rosario el año pasado y tuvo un paso por Sillicon Valley donde recibió financiamiento clave. Y ya tienen compañías de fuste interesadas en sus productos,  de la talla de Danone y Paladini.

“Estuvimos en Estados Unidos trabajando con IndieBio, la aceleradora de biotecnología más grande del mundo, y pudimos verificar lo baratos que éramos nosotros frente a otras empresas empresas aceleradas que venían de Harvard o el MIT. Eso nos abrió la cabeza para regresar a la Argentina, siempre dejando una pata allá. La idea es escalar en negocios en Argentina y en Norteamérica por igual”, precisó Cassini sobre el rumbo que tiene la Michroma que ahora tiene su laboratorio en el campus de la Universidad Católica Argentina sobre avenida Pellegrini.

La startup está integrada hoy por cinco profesionales. Cassini, que es licenciado en Ciencias Empresariales egresado de la Austral para desarrollar la idea se unió a Mauricio Braia, doctorado en Biotecnología de la UNR e investigador del Conicet. Con ellos trabajan otros tres profesionales, un biotecnólogo rosarino, un ingeniero en alimentos egresado de la Universidad de Quilmes y un licenciado en genética llegado desde la Universidad Nacional del Noroeste de la provincia de Buenos Aires (Unnoba).

“Inicialmente nos concentramos en los colorantes, pero el proyecto ya incluye un área más amplia. Queremos producir, no solo colorantes, viramos hacia una plataforma de ingredientes del futuro usando biotecnología con la premisa de elaborar sabores, fragancias y microproteína de hongos que puedan emplearse en la industria alimenticia y la cosmética”, describió el joven de apenas 25 años que llegó a Rosario desde Cañada de Gómez para estudiar y aquí se quedó.

Michroma se mantiene hoy en etapa de desarrollo, aunque sus creadores están entusiasmados para migrar “hacia la etapa piloto” ¿Qué significa? “Aunque todavía podemos seguir incrementando el rendimiento mejorando la producción el plan es escalar para salir de la fase de laboratorio y empezar a pensar en la escala industrial para continuar prototipando con empresas nacionales e internacionales”, mencionó Cassini.

Aunque para ver el resultado de lo que Michroma desarrolla en un producto terminado todavía falta tiempo, la iniciativa ya tentó a grandes empresas. “Si bien hay acuerdo de confidencialidad con algunas, que son líderes mundiales en comida, bebida, cosmética y farmacia, podemos mencionar a Danone, con quiénes tenemos una carta de intención; y Paladini, que están muy interesados en innovar con nuevas líneas de producto”, reveló.

“Si hablamos de plazos, todo depende de las inversiones, pero nuestra idea es levantar más capital para escalar a la fase piloto y empezar luego con los esquema regulatorios, fundamentales en cada país y rubro en el que nuestro desarrollo está inmerso”. concluyó Cassini.