“El hallazgo científico es revolucionario solo si impacta en lo social”

Muchas veces a Oscar Fay lo desveló su trabajo, en sentido literal. Sonaba el teléfono de madrugada, y del otro lado algún colega -obstinado como él- lo consultaba sobre algún extraño caso de un paciente en riesgo, y la obsesión lo hacía saltar de la cama.

Este año, el fundador de Laboratorios Cibic celebra su cumpleaños científico: lleva 70 años “en contacto con el tubo de ensayo”, de 87 vividos. Es graduado de la brevísima camada de los primeros bioquímicos de Rosario (eran cuatro), y también fue el primero en doctorarse en la ciudad.

Eligió la carrera movido por “la vanidad de la juventud”: recuerda que se enteró de la creación de la escuela de bioquímica a punto de recibirse como técnico químico, siendo todavía un “polipibe” (es un orgulloso exalumno del Politécnico), y lo deslumbró la promesa de influir sobre la vida.

“Hasta ahí, la química no tenía posibilidades de acción por fuera del ámbito industrial: trabajábamos con la cerveza, el aceite o el azúcar. Entonces aparece este nuevo término, y yo deduje: si bio es vida, la bioquímica es el arte de manejar la vida a partir de la química. Y esa idea me entusiasmó, aunque con el tiempo entendí que estaba errado. Más tarde me metí en la biología molecular, fui uno de los fundadores de la carrera, y entendí que nuestra actividad profesional es absolutamente horizontal y multidisciplinaria. Si uno intenta hacer algo útil por un paciente o en relación a un fenómeno de la vida, debe hacerlo en relación a todo el contexto: a la cultura, la educación, otras ciencias como la sociología. No existe alguien con la capacidad de resolver todo lo vinculado a la vida a partir de lo que hace”, analizó.

Sin embargo, la aceptación de que no podría resolverlo todo en su laboratorio jamás lo detuvo. Fay es uno de los científicos e investigadores más importantes de la ciudad, y fue distinguido como Ciudadano Ilustre no tanto por sus papeles y sus lauros, sino por su constante esfuerzo en mejorar la vida. Por los mismos motivos, Punto biz lo convocó a las filas del Club Índice, el encuentro de los santafesinos que marcan el camino.

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